❝A veces el destino se divierte haciendo que se conozcan dos personas que sufrirán por estar juntos❞
Una oportunidad
No era de esperarse que después del inesperado encuentro con Bellatrix, Narcissa y Lucius, le llegara una carta de Walburga a Regulus. El muchacho suspiro cuando la lechuza negra de los Black se posó frente a él en el Gran Comedor, tomó la carta y la guardo para leerla después. Se levantó y salió del Comedor bajo la atenta mirada de Emmily, quien también soltó un suspiro, preocupada, sabía que lo había metido en problemas, pero su madre le había enseñado a no dejarse de nadie y no negar quien era.
Regulus caminaba por el pasillo, pensando en lo que posiblemente diría la carta, que no miraba a nadie en específico, solo la voz de su hermano lo regresó a la realidad.
—Así que es cierto que defendiste a la querida Emmily frente a tus primas ¿Quién lo diría? —Sirius estaba recargado en la pared con los brazos cruzados— Ya mami te mando una carta ¿no es así?
—Ya te dije que no te metas en mi vida, Sirius —siguió caminando. SU Comentario hizo que Sirius sonriera y sin pensarlo dos veces, comenzó a seguirlo—. Y deja de seguirme.
—Sólo quiero saber porque, sabes que soy curioso de nacimiento —se adelantó unos pasos y se paró frente a él, ambos se veían a los ojos, Sirius que era un poco más alto, lo veía con media sonrisa—. Te gusta ¿no es así?
—¿Y para qué quieres saberlo? —se cruzó de brazos— ¿Para que vayas y te metas con ella como lo has hecho con cada chica con la que quiero estar? ¿Cómo lo hiciste con Ester?
—En primera, Bulstrode fue quien me busco y no sabía que estabas interesado en ella, y en segunda, créeme que lo intente con Emmily, pero al parecer le caigo mal o algo parecido y al parecer, te prefiere a ti —lo señaló y se acercó un poco más y su sonrisa burlona desapareció, adquiriendo una expresión más seria—. Por primera vez escúchame y no la dejes ir. Si de verdad la quieres no lo hagas, no importa lo que Orión o Walburga o el resto de la familia te digan. También necesitas algo de felicidad en tu vida. Piénsalo muy bien... hermano.
Y con eso se fue, dejando a Regulus pensando, ¿Por qué su hermano le daba consejos ahora? ¿Sería capaz de enfrentar a sus padres por amor? ¿Será que Emmily lo quiere de la forma en la que él la empezaba a querer? Cerró los ojos y suspiro, necesitas algo de felicidad en tu vida.
—¿Por qué haces esto, Sirius? —susurró mientras negaba con la cabeza y continuaba con su camino. Al parecer y después de todos esos años, su hermano tenía esa facilidad de que sus palabras retumbaran en su cabeza.
Toda una semana estuvo pensando en esa pequeña plática con su hermano. Toda esa semana le estuvo dando vueltas y mientras convivía más con la castaña, a pesar de lo que le dijo su madre en la carta, estuvo acomodando sus ideas, pues tenía que decidir bien que es lo que quería hacer, porque una vez tomada la decisión, tendría que enfrentarse a lo que venía con eso.
Emmily se preguntó qué era lo que le pasaba, ¿tenía que ver con la carta? Tenía que ser eso, porque el domingo estuvo bien con ella, con la misma actitud que parecía que reservaba solo para ella, aunque en esa semana pudo notar que quería seguir siendo el mismo, también pudo notar que algo le rondaba por la mente.
Aquella tarde, mientras estaban en clase de pociones, donde la castaña se sentó junto a Anna, pudo ver al otro lado del salón a Regulus con esa misma expresión, pensativa, pero ambos tuvieron que concentrarse para que el resultado fuera el mejor. Cuando termino la clase, Emmily escucho que la llamaba y se giró para verlo del otro lado de la puerta, le hizo una seña para que lo siguiera y, después de despedirse de Anna, lo alcanzó, subieron las escaleras y fueron a los jardines, aprovechando que tenían hora libre. Todo ese recorrido lo pasaron en silencio, aunque no se sentía incomodo, pero, aun así, Emmily decidió romperlo.
—Reg, lo siento si te metí en problemas con tus padres, Ester me dijo un poco sobre ellos.
Regulus apretó un poco los puños, no quería que Ester le contara nada, y a veces, no quería que estuviera cercas de la castaña, sabía las mañas que tenía su compañera de casa, pero también sabía que Emmily no caería en sus juegos tan fácil.
—No te preocupes, la carta que me mando mi madre no fue lo que esperaba, solo me dijo que me alejara de ti —explicó y escuchó como la castaña suspiraba, al mirarla, la vio asentir ligeramente con la cabeza—, pero no lo voy a hacer —añadió, haciendo que Emmily lo mirara con el ceño fruncido—. No soy como Sirius, no sé si pueda enfrentarlos como él lo hizo, pero... no me voy a alejar de ti. No quiero alejarme de ti.
—¿Puedo saber por qué? —preguntó Emmily sintiendo el calor en sus mejillas y más cuando Regulus se paró frente a ella, viéndola a los ojos. El pelinegro se humedeció los labios y se encogió ligeramente de los hombros.
—Porque me gustas —dijo sin más, ya le había dado muchas vueltas y le gustaba ser directo en muchas cosas—. Y me gustas más allá de lo físico, porque, vamos, eres muy hermosa, pero me gusta estar contigo, me siento tan... cómodo, a pesar que apenas y te conozco —entrecerró los ojos—. No me diste nada para que me enamorara de ti tan rápido, ¿o sí? —dijo en tono de burla, haciéndola reír.
—¿Crees que soy capaz de hacer eso, Reg? —puso una mano sobre su pecho, fingiendo sentirse ofendida antes de sonreírle, sintiendo como si su corazón latía más rápido— Pero ¿Cómo se puede enamorar una persona tan rápido? Enserio, ¿tienes la respuesta a eso? Porque es una pregunta a la que no le encuentro respuesta.
—¿Y por qué te lo estarías preguntando también?
—Porque se me hace imposible pensar que me gustas de esta manera, en tan poco tiempo —su sonrisa desapareció ligeramente y una nueva pregunta apareció en su mente— ¿Qué dirá tu madre si se entera que te enamoraste de una Potter?
—¿Te preocupa lo que piense?
—Me preocupa lo que te puede hacer —Regulus frunció el ceño—. Cuando Sirius llegó a la casa de mis tíos, cuando se escapó, yo estaba de vacaciones con ellos y alcance a escuchar lo que le habían hecho, que tu madre lo hechizo con un imperdonable y... e estado pensando en eso desde que me nos encontramos con tus primas y el hecho de que seamos amigo y, ahora, qué me di cuenta de lo que siento por ti.
Regulus se quedó pensando en el día que su hermano se escapó, la manera en la que su madre lo había hechizado y como las cosas habían cambiado con él, como todo se había vuelto más estricto, pero al ver esos ojos azules qué le miraban con cierta preocupación, recordó las palabras que su tío Alphard le había dicho a él y a Sirius cuando eran niños «¿Qué es la vida sin un poco de riesgo?».
—Pues eso ya lo veremos después —volvió a sonreír de lado—, ahora solo quiero ser feliz, al menos por lo menos un tiempo.
Posó una mano sobre su mejilla y se inclinó para alcanzar los labios de ella. Por un momento, Emmily sintió miedo al ver esa acción, su subconsciente la traicionó por una fracción de segundos, pero una vocecita en su cabeza le gritaba qué estaba bien, que no pasaría nada malo y le creyó, se dejó llevar por el momento, aceptó el beso y pasó sus brazos por el cuello del chico.
Sin duda ahora sí le haría caso a su hermano, yadespués hablaría con sus padres, total, faltaba mucho para las vacaciones denavidad.
Toujours Pur
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𝙉𝙚𝙭𝙩 𝙩𝙤 𝙮𝙤𝙪 // 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 (𝘗𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦) ✔️
Fanfiction(Corregida) Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos. La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.