(Corregida)
Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos.
La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.
❝Incluso desde la distancia haces aparecer una sonrisa en mi rostro y un latido en mi corazón❞
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Mariposas en el estomago
La casa de los Potter se encontraba tranquila, como siempre. James estaba con Sirius en el patio, sentados en la banca que está debajo del árbol pensando si era mejor ir de una vez por Emmily, cuando escucharon un fuerte ¡CRACK! que los hizo sobresaltarse, frente a ellos había aparecido la castaña y el viejo elfo doméstico Kreacher, que al ver a Sirius comenzó a murmurar insultos.
—Gracias Kreacher —dijo la joven dándole una sonría al elfo y deteniendo su repertorio de insultos.
—Kreacher solo sigue órdenes, ama, Kreacher hará lo que le ordene.
—Bueno, ahora puedes regresar a la casa de tus amos —el elfo hizo una exagerada reverencia y desapareció sin dejar de soltar insultos. Emmily se giró para ver a su primo y su amigo que la miraban con asombroso.
—Por lo que veo, te fue bien —dijo Sirius, la castaña sonrió y dio unos pequeños saltitos de alegría en su lugar, causando la sonrisa divertida de ambos.
—Me fue más que bien, tu madre... —se acercó para sentarse en medio de ambos— realmente se tuvo que tragar sus malas habladas y miradas hacia mí.
Les explico todo lo que platicaron, principalmente sobre sus amistades y cómo había reaccionado Walburga y Sirius no pudo evitar soltó a reír.
—Pues con esas amistades tuyas, ya tienes el permiso hasta para casarte con Regulus.
—¿Cómo que casarse? No, están muy jóvenes para eso —dijo James con el ceño fruncido, la castaña rodó los ojos, pero sin borrar su sonrisa divertida.
—Y qué más da si me quiero casar mañana ¿eh? —soltó solo para molestar a su primo.
—Emmy, lo quieras o no, te veo como a una hermana y me preocupo por ti.
Ella sonrió de lado y le revolvió el cabello.
—¿Preocuparte o celarme?
—Ambas, y te aguantas con la segunda —la abrazó por los hombros, acercándola más a él y dejo un beso sobre su cabello, sintiéndose feliz de volver a ver a su prima sonreír de esa manera y sentir esa felicidad—. Me alegro que te fuera bien con Walburga y Orión.
—Tan bien que me invitó a la fiesta de navidad que organizan los Malfoy —hizo una mueca sin querer apartar a su primo del abrazo que le estaba dando—. El esposo de tu prima no me cayó del todo bien —dijo viendo al pelinegro, que asintió con la cabeza.
