❝El infierno puede ser divertido si estás con el demonio perfecto❞
Fiesta de cumpleaños
Sin duda esa mañana estaban un poco más movida que otras, Kreacher se dedicó a preparar la comida y acomodar las cosas para la fiesta mientras que los demás estaban en sus respectivas habitaciones preparándose para recibir a los invitados más tarde.
Emmily no se decidía por cual vestido ponerse. El día que fueron al callejón Diagon, Walburga la había llevado a la tienda donde ella siempre va y pasaron un largo rato en la sección de mujeres revisando los vestidos, cosa que fue entretenido para ambas, pero más para la mujer Black, que no paraba de rodar los ojos cada que la castaña decía que se había enamorado de uno y a los dos minutos ya lo estaba dejando de nuevo en su lugar.
Emmily Jamás pensó estar de compras con su suegra y menos que las elecciones que la mujer hizo fueron muy acertadas a como le gustaban los vestidos. No lo dirían en voz alta, pero les gustó ir de compras con la compañía de la otra.
Después de darle varias vueltas, se decidió por ponerse uno de color violeta, largo y ajustado de la cintura que iba con unos guantes del mismo color y que llegaban hasta por debajo de los codos. Cuando estaba por sentarse frente en su tocador para maquillarse un poco, unos toques en la ventana la hicieron detenerse y girarse para ver una lechuza marrón con una carta atada en su pata. Con el ceño fruncido, se acercó a abrir la ventana y tomar aquella casta, en cuanto lo hizo, la lechuza salió volando de nuevo.
En la parte de atrás solo decía su nombre. Sin saber porque, si corazón comenzó a palpitar rápidamente, esperando que no fueran malas noticias.
Emmily.
¿Cómo estás primita? Realmente espero que bien, acá todos estamos bien...
Respiró un poco más tranquila al ver que era de James y que todos estaban bien.
...sé que te estarás preguntando porque te mande una carta hasta apenas, pero créeme, te quería mandar una desde que te fuiste, pero te hice caso y solo lo voy hacer para cosas de vida o muerte, que espero sean solo de vida. Bueno, no quiero hacer muy larga esta carta.
Mis padres te mandan saludos y dicen que quisieran verte para abrazarte y saber si estas bien. Sirius te manda saludos y pregunta si no te has vuelto loca. También Lily, Remus y Peter te mandan saludos.
Pero ahora sí, a lo que te escribí.
¡ME VOY A CASAR! ¿Puedes creerlo? Porque yo aun no me puedo creer que Lily dijera que sí. La boda ser el próximo sábado y, aunque sé que no podrás venir, realmente me gustaría que asistieras. Por si acaso te dejan o te escapas, te mando tu invitación, pero si no puedes, lo entiendo y no te preocupes.
Por cierto, no sé si ya lo sepas, pero tus amigos, los Caster, estuvieron por acá, preguntaron por ti y mi madre les dijo con quién estabas, nada más.
Bueno, te dejo. Espero que Regulus te esté tratando bien, así como tus suegros, porque si no es así, ten por seguro que iré por ti sin importarme nada, solo tienes que avisarme.
Te quiero Emmy, y sabes que siempre estaré aquí para ti, sin importar las peleas que tengamos, para cualquier cosa que necesites o pase, cuenta conmigo.
Cuídate y de mi parte y de todos te mandamos un fuerte beso y abrazo.
Travesura realizada.
James. F. Potter.
Emmily no pudo evitar sonreír feliz. Su primo se iba a casar y con la persona que amaba realmente. Sí le hubiera gustado asistir, pero prefería quedarse con las ganas. Observó la invitación y sonrió aún más, sólo esperaba que todo salga bien en su fiesta y que se lo pasen muy bien. El sonido de unos toques en la puerta la hizo regresar a la realidad, se giró para ver a Regulus entrar.
—Mi madre dice qué si ya estás lista, no tardan en llegar los invitados —se acercó a ella y pudo ver la carta que aun sostenía en sus manos— ¿Todo bien?
Ella asintió.
—Si, todo perfecto —le enseñó la invitación—. James y Lily se casan — Regulus alzó ambas cejas y tomó la invitación para verla.
—Vaya, después de tanto insistirle, parece que la fastidio —escuchó a su novia soltar una risa—, pero ¿una boda en medio de una guerra?
—Lo mismo pensé, pero, que se le puede hacer —se encogió de hombros y se sentó frente al tocador para acabar de arreglarse.
—¿Y... supongo que no vas a ir, ¿verdad?
—Supones bien —lo vio a través del espejo—, no quiero que por mí se les arruine la fiesta. Qué tal si me siguen y la fiesta termina en muertes y... no, mejor así —suspiro—. Dile a tu madre que en cinco minutos bajó.
Regulus asintió, dejó la invitación sobre su cama y salió de su habitación cerrando la puerta.
Media hora después, Emmily ya estaba abajo, saludaba a algunos que la saludaban, a otros simplemente los ignoraba, así como ellos la ignoraban, entre ellos Cygnus y Druella Black, que al pasar por su lado la miraron de arriba abajo para después hacer una mueca de desagrado y hablar entre ellos en susurros para nada discretos, Emmily espero a que se perdiera de vista y, después de asegurarse que nadie la viera, le hizo caras.
—Por lo que veo, no a todos les caes bien. —La castaña se giró para ver a Tulio con una sonrisa divertida y las manos dentro de sus bolsillos.
—Así debe ser siempre —se acercó a él para saludarlo— ¿Cómo estás?
—Todavía pensando en lo que me dijeron mis padres —suspiro y pasó una mano por su cabello—. Realmente pensé que no les importaría mucho si desaparecía por unos días.
—¿Unos días? Tulio, fue un año que no supieron de ti, y fingir el secuestro...
—Lo sé, sé que no fue la mejor manera, pero lo hecho, hecho esta ¿no? —Emmily solo negó con la cabeza y entrelazo su brazo con el de su amigo para ir al interior del salón para disfrutar de la fiesta.
Ambos podían compararla con las fiestas en Norteamérica y sin duda, las de allá eran más divertidas que esa, o por lo menos lo eran por el resto de sus amigos, peor fuera de eso, era una fiesta que se disfrutaba. Emmily bailo con Tulio, Regulus y hasta con Rabastan, que en cuanto llegó y vio a la castaña, se quedó con ella platicando.
También estuvo hablando con Narcissa y Lucius, quien le preguntaban sobre "la realeza mágica" y se dio cuenta que no eran tan malas compañía como a simple vista lo parecían. Podía sentir la mirada de muerte que Bellatrix y de su padre le dedicaban, pero se dedicó a ignorarlos.
Cuando una tal Alecto Carrow se llevó a Tulio para bailar, Regulus se acercó a ella abrazándola por la cintura.
—¿Quieres bailar esta? ¿O nos esperamos a la siguiente? —le dijo cercas del oído, aquello le provocó un hormigueo en el estómago de la castaña, que no dudo en sonreír.
—Yo creo que la siguiente, Rabastan no se cansaba de bailar —ambos rieron mientras observaban a los que bailaban. Regulus apoyo su barbilla en la cabeza de la castaña disfrutando de la música y de tenerla cercas de él, hasta que una voz familiar les interrumpió.
—¿Dónde está el cumpleañero? —ambos se voltearon para ver a un hombre de cabello negro y ojos grises, que vestía de manera casual y elegante.
—¿Tío Alphard?
Toujours Pur
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𝙉𝙚𝙭𝙩 𝙩𝙤 𝙮𝙤𝙪 // 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 (𝘗𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦) ✔️
Fanfiction(Corregida) Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos. La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.