30||Hagamos Una Visita

4.7K 392 32
                                    




❝Lo inesperado me encanta. Por ejemplo, tú❞


¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Hagamos una visita


—¿Entonces seguirá ardiéndome el pecho unos días más?

La sanadora asintió a la pregunta de la castaña.

—Así es, esa clase de maldiciones son muy raras de ver, al menos para mí —soltó un suspiro—, y, a decir verdad, es un milagro que sigas con vida. Cada que sientas ese ardor, tomate esta poción, y sin hacer muecas Emmily.

—No se preocupe, yo me encargaré de que se la tome —Regulus tomó el frasco que le daba la sanadora y lo guardó—. Entonces ya me la puedo llevar ¿verdad?

—Ya se la puede llevar, y señorita Potter —la castaña la miró—, si puede evitar seguir haciéndose la heroína, sería lo mejor, y se los digo a los dos, en estos tiempos ahí que tener mucho cuidado.

—Y lo tendremos —Emmily se puso de pie—. Gracias Madame. —Ambos salieron de la enfermería y comenzaron a caminar escalera abajo, cuando estuvieron más lejos del lugar, Emmily volvió hablar—. Ni de loca me tomo esa poción, sabe horrible y hace que me tiemblen las manos.

—Pero ya escuchaste a Pomfrey, si no quieres que te arda el pecho, te la tienes que tomar —se detuvo al ver que su novia hacía lo mismo y sacaba su varita— ¿Qué haces?

—La maldición que me lanzó tu prima, fue Caput Morbus, y como dijo Pomfrey, me pudo matar —explicó sin querer alzar mucho la voz—, es una maldición que te mata desde dentro.

—¿Y por qué no te hizo nada? —preguntó algo sorprendido al escuchar como funcionaba aquella maldición— Digo, esta genial no te pasara nada, pero...

—No lo sé, quizás el destino aun me quiere con vida —se encogió de hombros y se apuntó con su varita a su pecho mientras murmuraba— Fortis Murs.

Puedo preguntar ¿de dónde sabes magia oscura? —preguntó aun confundido por la manera tan natural que había dicho el contra hechizo. Emmily, mordiéndose el labio inferior, entrelazo su brazo con el de Regulus para seguir caminando.

—Bueno, digamos que en la Mansión Archer es una... costumbre enseñar artes oscuras a sus hijos y a los que quieran aprender. Tienen un... especie de permiso que aun no se como es que lo consiguieron.

—Dijiste que los Archer eran seguidores de Grindelwald ¿no?

—Algunos, otros intentaron unirse, pero fue demasiado tarde —se encogió de hombros. Se dio cuenta que todos los que estaban por los pasillos los miraban, pero ambos los ignoraron—. Y digamos que yo tome clases a escondidas y ahora doy gracias de saber algo de artes oscuras.

Regulus la miraba con media sonrisa.

—Tu, no dejas de sorprenderme —la atrajo hacia él para darle un corto beso, que la hizo sonreír—. Realmente te extrañe —dijo al separarse y viéndola a los ojos.

—Y yo a ti —le acaricio la mejilla—. No puedo creer que vaya a decir esto, pero quiero que mis amigos te conozcan, te sorprendería lo que ellos saben hacer.

—¿Y cuando sería eso?

—No sé, pero espero y sea pronto, los extraño demasiado y los "amigos" —dijo haciendo comillas en la última palabra— que hice aquí, son una bola de hipócritas. Bueno, no todos ellos, algunos si valen la pena.

—¿A sí? ¿Quiénes?

—Aunque parezca raro, Remus, tu hermano, Lily, Anna y tú. —Regulus asintió ligeramente con la cabeza—. Pero dejando el tema de los amigos de lado y regresando a la magia oscura —observó a su alrededor sin detenerse— ¿Qué tal tus clases oscuras?

—¿Clases oscuras? —preguntó riendo por ese término.

—Sí, así los llamaba el señor Archer —se encogió de hombros.

—Pues supongo que bien, hace unos tres días fue la última vez que vinieron —llegaron al patio y se sentaron en una de las bancas—. Supuestamente este fin de semana iban a venir, pero creo que estaban más ocupados y la cancelaron, pero así me da tiempo de conseguir lo que me pidieron.

—¿puedo saber qué es?

—Un libro sobre artes oscuras.

—¿Y cómo se llama?

Las artes oscuras del siglo V —dijo en un susurro—. No sé qué pase si no lo consigo.

—¿Y no lo tienes en tu casa? —el negó con la cabeza. Se quedaron un rato callados hasta que la castaña volvió a hablar—. Creo que los Shaw tienen ese libro... —Regulus se giró para verla con la vista fijo en algún punto del suelo—. Sí, me suena ese nombre... creo que lo vi en la biblioteca de los Shaw, si quieres, te ayudo a conseguirlo.

—Pero, para que vayas a Estados Unidos tendrás que esperar hasta las vacaciones, y solo tengo hasta el siguiente fin de semana por mucho —observó con el ceño fruncido la gran sonrisa que apareció en el rostro de Emmily— ¿Ahora que otro secreto me vas a revelar?

—Qué es momento de hacer un pequeño... viaje astral —una pequeña risa se escapó de sus labios al mismo tiempo que lo abrazaba—. Ya va demasiado tiempo que no lo hago.

—Y déjame adivinar, ¿Eso lo aprendiste en África o en tus clases oscuras?

—En ambas, en mis clases oscuras como lograr esos viajes y en África como traer cosas en ese viaje —miró su reloj—. Son las cinco, eso quiere decir que en Georgia son las... doce de la mañana —comenzó a murmurar aun con la vista perdida en el pasto—, si los Shaw siguen teniendo sus mismas rutinas, eso quiere decir que en poco tiempo la casa quedará prácticamente sola, en especial la biblioteca.

—¿Cómo sabes?

—Prácticamente vivía más en la casa de mis amigos que en la mía, y los Shaw les gusta tener todo en orden, incluso su tiempo —se puso de pie—. Busquemos un lugar donde no nos molesten.

—Yo sé dónde. —Se pusieron de pie y caminaron hacia el castillo, caminaron hasta llegar a los baños de los prefectos—. Nadie más que los prefectos pueden entrar y no vienen muy seguido, así que estaremos bien —cerraron la puerta y las luces iluminaron el baño de inmediato—. Emmy, te lo agradezco, pero, pero no tienes que...

—Se que no tengo que hacerlo, pero quiero ayudarte, aunque se me va a ser difícil decidir entre tu y mis tíos y primo, pero ya después veremos eso, ahora voy por ese libro. —Saco su varita y se sentó en el suelo con la espalda recargada en la pared—. Será rápido, según lo que me explicaron, son veinte minutos si son viajes cercas y diez si son a largas distancias, como lo voy hacer ahorita, pero me tardaré solo cinco.

—Espera, ¿no voy a ir contigo?

—Te prefiero aquí por si algo pasa o alguien llega. Si tardó más de esos diez minutos apuntarme con tu varita y solo di bonu Redi ¿entendido? —Regulus asintió y sacó su varita recordando esas palabras—. Bien, vamos —cerro los ojos y recargo la cabeza en la pared—. Trium itinerantur.

Regulus vio como el cuerpo de su novia se relajaba, como si se quedara dormida y espero ansioso para ver como acababa eso. Sin duda, le pediría que le enseñara a hacer eso. 


Toujours Pur



𝙉𝙚𝙭𝙩 𝙩𝙤 𝙮𝙤𝙪 // 𝙍𝙚𝙜𝙪𝙡𝙪𝙨 𝘽𝙡𝙖𝙘𝙠 (𝘗𝘳𝘪𝘮𝘦𝘳𝘢 𝘗𝘢𝘳𝘵𝘦) ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora