(Corregida)
Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos.
La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.
❝No puedes volver atrás y cambiar el principio, pero si puedes comenzar dónde estás y cambiar el fin❞
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El amigo de mi primo
Lo días pasaban, y Emmily comenzaba a acostumbrarse a la rutina de sus tíos y primo, siempre le resultó muy entretenida su manera de convivir de ellos tres, por lo que en el día se mantenía entretenida, pero cuando llegaba la noche y se encerraba en su habitación, era donde se ponía a pensar en todo: la causa de la muerte de su madre era una de las cosas que más le rondaba por la mente, su propio accidente que vivió en la escuela también ocupaba su mente y en más de una ocasión, quiso que sus amigos estuvieran ahí con ella, pero habían llegado a un acuerdo antes de que ella se fuera a Londres.
—James, hoy viene Sirius ¿verdad? —preguntó Euphemia viendo a su hijo, que estaba sentado en el sillón junto a su prima.
—Sí, me dijo que llegaba en la tarde. —James miró a Emmily—. ¿Te acuerdas de Sirius?
—Es tu mejor amigo, lo recuerdo —dijo ella, asintiendo con la cabeza y no pudo evitar hacerle algunas preguntas por él, que James no dudo en responder.
Y tal cual dijo James, en la tarde llegó Sirius, lo supieron por el ruido de su moto, que se detuvo frente a la casa. Emmily estaba en la sala leyendo cuando James abrió la puerta para recibir a su amigo.
—¿Cómo están familia? —saludo el pelinegro entrando a la casa con una sonrisa alegre. Saludo a los señores Potter para después ir a la sala, encontrándose con la castaña, que no alzo la vista de su libro, pero si lo vio mirarla—. Hola linda, ¿Cuánto tiempo sin verte? —la saludo sentándose en el otro sillón mientras que James lo hacía en el mismo sillón donde estaba sentada su prima.
—No lo sé, casi dos años, supongo —contesto ella con simpleza y alzando la vista para verlo.
—Así qué si te acuerdas de mi prima, canuto, que bien —dijo James pasando una mano por su cabello.
—Yo los dejo, estaré en mi cuarto —Emmily se levantó del sillón y apenas dio dos pasos cuando James la detuvo.
—Vamos Emmy, ¿Por qué no nos acompañas? Vamos a ir al Londres Muggle —dijo y Emmily volteo a verlo, dudando— Anda, me dijiste que necesitabas distraerte y también recuerdo que el verano pasado me dijiste que querías conocer mejor Londres.
Emmily se lo pensó un momento, viendo como ambos estaban esperando su respuesta y, aunque quería irse a su habitación, termino aceptando.
—Está bien, deja voy por un abrigo. —Subió a su cuarto y tomó su abrigo negro y corto, también tomó su bolsa, donde metió su varita y se dio un vistazo al espejo de cuerpo competo que tenía una de las puertas de su armario, para asegurarse de que todo estuviera bajo control. Una vez que estuvo convencida, volvió a bajar—. Listo, vamos.
