(Corregida)
Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos.
La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.
❝Las personas más importantes no se buscan, la vida te las presente❞
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Una verdadera amiga
Después de enterarse del secuestro de uno de sus amigos, Emmily no pudo evitar pensar en una solución.
Quizás sí, lo seguidores de Voldemort lo habían secuestrado por las decisiones de sus padres, pero también sabía que Tulio de un momento a otro había cambiado su forma de ser con sus padres y casi siempre que discutía con ellos, se iba a la casa de la castaña, donde podía pasar horas, incluso llegaba a quedarse a dormir ahí varias noches y no había problema alguno, y cuando se enteró que se mudaría a Inglaterra, fue quien menos la quería dejar ir.
Y aunque no quería dejar de lado el tema de su amigo, tuvo que hacerlo, pues los deberes que los profesores les dejaban ocupaban la mayor parte de su tiempo, pero, aun así, cuando estaba libre, se ponía a pensar en todas las posibles razones de su desaparición.
Regulus, por otro lado, había estado leyendo el libro que su novia le ayudo a conseguir antes de entregarlo y se sorprendió de todo lo que ese libro decía, incluso comenzó a practicar algo con la ayuda de su novia.
—Te das cuenta que otras parejas tendrían encuentros en... No sé, las cocinas para tener una especie de cita, pero tú y yo estamos aquí, en una sala que para otros no existe practicando magia oscura —dijo Regulus entre risas.
Ambos estaban sentados en el piso de la sala de los menesteres que el pelinegro había encontrado en esos días, era sábado y no tenían nada que hacer de tareas.
—Tú dijiste que te gustaría hacer cosas diferente ¿no? Pues yo ayudaré en eso —se inclinó y dejó un beso en su mejilla.
—Y agradezco eso —la besó en los labios para después quedarse abrazados, observando las llamas de la chimenea que había aparecido.
El menor de los Black deseaba congelar el tiempo en esos momentos, donde sólo estaban ellos dos, pues sabía que una vez que le dieran la marca o que acabaran la escuela, todo cambiaría y quizás no para bien, y eso era lo que más le preocupaba, que ya no pudiera tener momentos así con ella y por eso aprovecharía lo más que pudiera.
Los días pasaban y entre clases y tardes en la biblioteca o en la sala común haciendo tareas y escuchando música de los casetes que Emmily había decidido llevar y que a Regulus comenzaban a gustarle, pasó otra semana más.
Esa noche de viernes, Snape se acercó a ellos, le dio su habitual mirada de odio a Emmily, cosa que ella ignoró, antes de mirar al pelinegro.
—Es hora, Black, tenemos que irnos —fue todo lo que dijo antes de girar sobre sus talones y dirigirse a la salida de la sala común. Regulus miró a Emmily y esta se enderezó, pues estaba casi acostada sobre su pecho.
—Ten cuidado, yo ya me iré a acostar.
—Ni se te vaya a ocurrir ir ¿de acuerdo? No sé vayan a dar cuenta que un cuervo está observándolos y vayan a atacarte.
La castaña suspiro y volvió a asentir con la cabeza.
—No pensaba hacerlo —mintió, cosa que Regulus identifico y antes de que dijera algo, dejo un beso en sus labios y se puso de pie—. Ya corre, o llegaras tarde a tus clases oscura.
Se levantó y dejó otro beso, solo que más profundo.
—Descansa.
Emmily observó cómo salía de la sala común. Se mordió el labio inferior dudando si subir al dormitorio o salir para ver cómo eran esas clases oscuras en medio del bosque prohibido, pero al final optó por la primera opción, así que tomó el libro que estaba leyendo y subió las escaleras.
Al entrar al cuarto se encontró con Anna sentada en su cama sollozando, frunció el ceño, dejó el libro sobre su propia cama y se acercó a ella.
—Anna ¿Estas bien? ¿Qué pasó?
La rubia la miró y sin pensarlo se abalanzó hacia ella para abrazarla, enterró su rostro en el espacio que quedaba entre su cuello y hombro y lloró. Emmily la abrazó y comenzó a acariciar su cabello, dejando que se desahogara todo lo que quisiera. Después de un rato en silencio la joven se separó de la castaña limpiando sus mejillas.
—Lo siento, no quise llenarte de mis mocos —dijo tratando de reír, pero fallando.
—No te preocupes, es el suéter de Reggi —se encogió de hombros haciéndola reír un poco, pero, así como apareció su sonrisa, también desapareció —. Pero en serio ¿Está todo bien?
Anna negó con la cabeza, limpiando el resto de sus lágrimas.
—Amenazaron a mis padres, dicen que si mi hermano y yo no nos unimos a ya sabes quién, nos mataran.
—¿Tienes hermano? Eso no lo sabía.
—Es que decidió irse a estudiar a Beauxbatons, no sé porque, pero lleva allá casi tres años —suspiro pesadamente—. No sé qué hacer, no quiero unirme a él, no quiero matar solo porque si y se que mi hermano tampoco lo quiere ¿Qué debo hacer?
Emmily no supo que contestar al instante. Sin duda, Anna se había ganado un lugar en su vida, era la única que desde un principio le había caía bien, a comparación de las otras dos y jamás le gustó ver así a sus amigos.
—Realmente no sé qué aconsejarte, Anna —suspiro—, pero, si no quieres unirte a ellos y tu hermano tampoco, pues no lo hagan.
—Pero si no negamos, nos matan.
—Tengo entendido que Voldemort solo está atacando aquí, en Inglaterra —dijo ignorando la reacción que tuvo su compañera de cuarto al escuchar el nombre—, porque, no sé, solo se mudan. Se que no es fácil cambiar tu vida de un momento a otro, eso lo sé perfectamente, pero si solo así se mantienen a salvo —se encogió de hombros.
—Eso también lo había pensado mi papá, y creo que es la única opción que tenemos. —la observó a los ojos y le sonrió ligeramente—. Gracias por escucharme, Ly, creo que en estas situaciones me doy cuenta quienes son realmente mis amigas —dijo viendo las camas de Susan y Ester que estaban vacías.
—Siempre podrás contar conmigo, para lo que sea, incluso si quieres ocultar un cadáver —dijo con tomo de burla logrando sacar una sonrisa de la rubia—, pero eso sí, no me gustan que me traicionen, la lealtad para mi es muy importante.
—¿Tú te vas a unir a él? —preguntó de pronto provocando que la castaña frunciera el ceño— Se que Regulus también se va a unir a él, así como ellas dos, por eso lo pregunto.
—No, yo no quiero decir eso de "elijo a este o al otro", yo estoy con las personas que amo, y mi lealtad es hacia esas personas... aunque será un poco difícil elegir al final —sacudió la cabeza—. Creo que es mejor dormir un poco, ya después tomaremos nuestras decisiones. Descansa —dejo un beso en la mejilla de Anna.
—Descansa, Ly —le sonrió y ambas se acostaron en sus camas para intentar descansar, aunque cada una tenía la mente ocupada con sus propios pensamientos.
