(Corregida)
Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos.
La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.
❝No creas en quien dice quererte, sino en quien lucha por tenerte❞
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Pequeña Preocupación
Las vacaciones de navidad cada vez estaban más cercas y Regulus estaba en un dilema: Decirles a sus padres sobre su relación con Emmily. Seguía preguntándose como lo diría, incluso una pequeña voz al fondo de su mente le había gritado que no dijera nada, pero no quería eso. No escondió su relación a toda la escuela, sabiendo que cualquiera de sus compañeros pudo haber informado a sus padres y estos haber ido con esa noticia a Walburga y Orión, o quizás a su tío Cygnus, así que no escondería su relación a sus padres.
Solo tenía te que pensar en cómo hacerlo.
Desde que inició su relación y que recibió la carta de su madre con respecto a Emmily, se ponía a pensar ¿Cómo hubiera sido su vida si se hubiera ido con su hermano esa noche? Amaba a sus padres, lo hacía a pesar de todo y haría lo que fuera por ellos, pero también se desesperaba por sus ideas, tal vez le mandaría una carta a su madre para explicarle todo, tal vez si sabe quiénes eran sus padres harían una excepción.
Y no sólo era eso lo que le tenía preocupado, también el tema de unirse a las filas de Lord Voldemort le ocupaba la mente, él quería hacerlo, pero se preguntaba ¿Emmily seguiría con él si le contará sus ideas? Ya después hablaría con ella sobre eso. Ahora solo disfrutaría de ese tiempo con ella antes de que todo, posiblemente, se vaya a la mierda.
Aquella noche, Emmily y Regulus salían de la sala común junto a los demás para ir a la Torre de Astronomía, era su última clase, por lo que sólo llevaban lo que ocuparían. La castaña le platicaba como eran las clases de Astronomía en Ilvermorny y él trataba de escuchar, aunque su mente estaba en otro lugar, y de eso se dio cuanta ella.
—Reggie ¿Todo bien?
El pelinegro parpadeo un par de veces y la miró a los ojos
—Sí ¿Por qué preguntas?
—Porque te noto distraído, como en otro mundo.
—No es nada importante —la joven suspiro, pero siguieron caminando— ¿Qué piensas hacer cuando acabes tus estudios?
—Antes pensaba en regresar a Norteamérica, estudiar haya para sanadora o quizás aurora —se encogió de hombros—, no lo sé, cualquiera de las dos podría funcionarme ¿Qué hay de ti?
El menor de los Black se mordió el labio inferior pensando en eso, y de cierta manera, le gustaría más que optara por ser sanadora, no quisiera pensar cómo sería si ella se convierte en aurora y él en un seguir de un mago oscuro.
—Si te soy sincero... no lo sé. —Se limitó a contestar, pues su futura ya estaba planead y, realmente, no necesitaba trabajar en algo teniendo toda una fortuna que le resolvería la vida. Emmily detuvo sus pasos, haciendo que Regulus la mirara con el ceño fruncido.
—Hay algo que no me has dicho o que no me quieres decir ¿no es así? —se cruzó de brazos sin dejar de verlo a los ojos.
—Emmy, vamos a llegar tarde a la clase...
—A la mierda con la clase —le interrumpió y se acercó más a él—. Reg, te he contado que detesto las mentiras, tú sabes la mayor parte de mis secretos y en algún momento los sabrás todos, ¿Por qué yo no puedo saber los tuyos también?
Suspiro, no quería preocuparla, pero sabía que era aferrada y que no lograría salvarse de eso. Además, de que tenía razón, ella le ha contado muchas cosas de su vida en ese tiempo y él no le había contado casi nada.
—Okey —dijo soltando aire—. Me preocupa que pronto serán vacaciones y que tengo que ir a mi casa, al llegar lo primero que mis padres o en tal caso mi madre me preguntara por ti y yo no quiero negar nuestra relación, pero tampoco quiero que ella sea la causante de cualquier cosa que te pueda pasar.
—¿Crees que tu madre me podría hacer algo?
El pelinegro hizo una mueca con la boca.
—Tu misma escuchaste a Sirius, lo que nuestra madre le hizo el día que se escapó —le tomo una mano, acariciando uno de sus anillos—, y si eso le hizo a su propio hijo, sé que sería capaz de hacerte algo a ti, o pedirle a Bellatrix que lo haga, siempre ha dicho que es su sobrina favorita a pesar que esta demente. —Regulus la miró a los ojos y Emmily pudo ver la sinceridad en esos—. No quiero que te hagan algo por mi culpa.
La castaña sonrió de lado y acarició su mejilla con dulzura
—No creo que me hagan algo por tu culpa, en tal caso sería por el apellido que llevo y del cual no me siento avergonzada —dejo un corto beso en sus labios—. Y si te preocupa lo que piense tu madre, podría ir a hablar con ella.
—No creo que sea buena idea, no conoces a mi madre.
Se encogió de hombros, restándole importancia.
—No me da miedo enfrentarme a ese tipo de personas, créeme. Le hice frente a la madre de Alonso y esa señora da más miedo que Mcgonagall cuando se enoja —sonrió y lo tomó de la mano, retomando su camino, solo que en dirección diferente—. Esto sonara demasiado cursi y será lo más cursi que llegue a decir, pero de verdad te quiero Reggie, y cuando quiero algo, lucho por ello, así me tenga que enfrentar al mismísimo señor oscuro o a tu madre, lo haré.
El pelinegro le dio un pequeño jalón a su mano, la tomó por la cintura y la beso de una manera lenta y romántica que hizo suspirar a la castaña.
—Y yo te quiero a ti Emmy.
La volvió a besar, sintiendo como los labios de la castaña se estiraban en una sonrisa.
—¿Qué hacemos ahora? —preguntó ella al separarse— Ya nos pasamos por... —miró su reloj de pulsera— casi veinte minutos y no creo que la profesora nos deje pasar.
—Podemos ir a dar un paseo, ver las estrellas desde la orilla del lago negro.
—Que romántico.
Ambos caminaron haciaafuera, sin duda Emmily haría eso y más por lo que quería, por los que amaba, yentre ellos estaban sus amigos, sus tíos, su primo, y ahora Regulus, seenfrentaría a todo por verlos bien.
