(Corregida)
Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos.
La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.
❝La amistad es un diamante en bruto que nunca se debe vender❞
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Viviendo en Grimmauld Place
«Sin duda mi vida ha cambiado de una manera que jamás pensé»
Aquellas palabras desaparecieron y a los pocos segundos aparecieron otras:
«Cuenta todos tus pecados, hija mía, que aquí estoy para ayudarte»
Emmily rio al saber que aquella persona que escribió era Carlos, las palabras volvieron a desaparecer y ella volvió a escribir.
«¿Me creerían si les digo que tengo novio?»
«Eso es imposible, ¿Quién es el ciego que se fijo en ti?»
«Ja, ja, ja, que gracioso, Carlos. Pero él se llama Regulus Black y realmente me gustaría que lo conocieran»
«¿Cómo sabes que soy yo el que te esta escribiendo? Y a mi me gustaría conocerlo ¿Estás segura que no es ciego?»
«Porque te conozco, Carlos. Y sí, estoy segura que no está ciego»
«Nena, soy yo, Helen, y quiero que me digas ¿Por qué apareciste en mi cuarto llorando? Porque dudo que solo fuera el hecho de que peleaste con James»
Soltó un largo suspiro, levantó la mirada del cuaderno, observando la puerta del salón de dibujo de Grimmauld Place. Había llegado el día anterior y en ese momento estaba ella sola con Walburga, aunque la mujer estaba encerrada en su dormitorio. Regulus había ido a una reunión de los Mortifagos y Orión fue al ministerio. Tomó la pluma y baño la punta con tinta para comenzar a explicar.
«Resumiendo muchas cosas. Y espero que no se lo digan a nadie, que quede entre nosotros, por favor. Mi novio es parte los mortifagos, el día que le dieron la marca lo acompañé, fue ahí donde me encontré con Tulio y con el mismísimo Voldemort, por la presión o miedo le tuve que decir que mi lealtad era para él, aunque saben que eso no es cierto, y mis queridos suegritos me ofrecieron mudarme a su casa, que es donde estoy ahorita»
Pasaron unos minutos, estiró la mano para tomar la taza de chocolate que le había pedido minutos atrás a Kreacher, que, curiosamente, se portaba muy atento con ella.
«Es obvio que no diremos nada, puede que hasta te metamos en problemas. Pero nena, lo único que podemos decirte es que tengas mucho cuidado con esa gente, piensa bien las cosas antes de hacerlas y que tu novio también lo haga. Con referencia a eso de mudarte con tus suegros, jamás lo creí así y créeme cuando te digo que Carlos se está riendo, pero supongo que lo hiciste por el bien de tus tíos, yo también lo hubiera hecho. Solo espero que te respete y no te haga nada malo, porque está vez no me vas a detener, a ninguno de nosotros y lo digo en serio Emmily»
