(Corregida)
Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos.
La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.
❝Éramos amigos, pero de vez en cuando, se nos aceleraba el corazón❞
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Cita en Hogsmeade
El pueblo estaba tranquilo todavía, muchos de los alumnos aun no llegaban por lo que encontraron casi vacío el salón de té. Regulus se sentía nervioso y no sabía porque había decidido llevar a Emmily a ese lugar, sabía muy bien que ese era el lugar favorito de los enamorados y se estaba arrepintiendo en cierto modo, en cambio Emmily estaba a gusto en el lugar, al no saber de aquel lugar pensaba que era un local más.
Mientras comenzaban a desayunar algunos más comenzaron a llegar, parejas tomadas de la mano se sentaban y platicaba mientras esperaban ser atendidos, la castaña no se dio cuenta de que en la mesa al otro lado los estaban viendo dos Gryffindor, ambos curiosos, pero con una sonrisa.
—¿Te imaginas que tu prima termine andando con Regulus? —preguntó Lily regresando la vista a su pareja. James la miró con el ceño fruncido
—No me gustaría, sabes cómo son sus padres o al menos lo que Canuto nos ha contado.
—Pero no sabemos, qué tal si al final Emmily le abrir los ojos y le hace ver las cosas. —James se encogió de hombros y cambiaron de tema, no quería hablar de eso cuando por fin había conseguido que Lily Evans aceptará una cita con él.
Rato más tarde, ambos Slytherin caminaban por las calles del pueblo, Emmily miraba cada negocio, queriendo entrar a cada uno, habían pasado ya Honeydukes a comprar algunos dulces, aunque para Regulus fue muy difícil y divertido sacarla de aquel lugar, pues Emmily quería comprar todos los dulces.
—No puedes culparme —dijo ella dándole una mordida a una rana de chocolate—, soy adicta a los dulces y aquí tienen unos que están delicioso, como estos —le señaló las varitas de regaliz.
—¿Qué de esos no hay en Norteamérica? —preguntó divertido, viendo como ella negaba con la cabeza, pero no pudo responder, pues tenía la boca llena de chocolate. Cuando el pelinegro regresó su mirada al frente, hizo una mueca y cerró los—. Oh, carajo.
Emmily miró en la dirección que estaba viendo Regulus y vio a dos jóvenes, una de cabello negro que caía en hondas y una de cabello rubio que se veía más joven, junto a ella había un hombre de cabello rubio y largo que se veía igual de joven que ellas. El rubio se giró a donde estaban ellos dos y una pequeña sonrisa apareció en su rostro, dijo algo que, claro, no escucharon a las dos voltearon y los vieron.
—Porqué a mí —se quejó el pelinegro y Emmily pudo ver como su expresión se endurecida un poco—, tan bien que me la estaba pasando.
—¿Quiénes son?
—Pues...
—Pero si es nuestro primito favorito —dijo la pelinegra con una sonrisa, los dos rubios se acercaron con ese porte elegante y medias sonrisas.
—Qué hay Regulus, no nos vas a presentar —dijo el hombre viendo a la castaña y antes de que el mencionado dijera algo, extendió una mano en dirección a ella—. Lucius Malfoy —Emmily aceptó su mano, pero el rubio la giró, dejando un beso en su dorso—, ella es mi esposa, Narcisa Malfoy y ella es su hermana, Bellatrix Lestrange.
—Ella es Emmily —la presentó Regulus, sin saber si debería o lo decir su apellido.
—¿Y tú apellido? —preguntó Bellatrix viéndola de arriba a abajo. La castaña alzó una ceja y levantó un poco más la frente. Miró de reojo a Regulus que la veía con cierta preocupación y por un momento no quiso decirlo, pero nunca negó su apellido y esa no sería la primera vez.
—Potter —contestó con voz fría viéndola a los ojos. Bellatrix alzó una ceja sorprendida y miró a su primo.
—Esto es una broma ¿no? ¡¿Una Potter?!
—Creí que ya habíamos hablado de eso Reg —habló Narcissa—, solo juntarse con...
—¿Sangre puras? —le interrumpió Emmily— Y que no se junte con traidores ¿no es así? Pues déjenme decirles que no sólo por llevar el apellido Potter quiere decir que yo sea una traidora.
— ¿Quiénes son tus padres? —Preguntó Lucius.
—Zigor y Eider, Flawey de soltera.
—Así que tu padre era Zigor —el rubio asintió ligeramente—. Mi padre me habló de él, qué era el único Potter de todos que compartía nuestras ideas y casarse con una Flawey...
—Me da igual quienes sea tus padres —le interrumpió Bellatrix—, es una Potter al final de cuentas, y supongo que eres... prima de esa escoria con la que se fue el traidor de Sirius.
—Te prohíbo que lo llames así —dijo Emmily sacando su varita y sin apartar la vista de ella, que pasó de fastidio a una de odio. La pelinegra soltó una carcajada.
—Y dices que no eres una traidora.
Emmily iba a abrir la boca para protestar, pero Regulus le ganó.
—Que lo defienda no significa que lo sea y además ella es diferente a su primo, ¿habías escuchado de una Potter en Slytherin?
Los tres la miraron con las cejas alzadas.
—Eso sí no me lo sabía —murmuró Narcissa—. Eso quiere decir que podemos esperar cosas buenas de ti ¿no es así?
—Quizás —contestó ella fríamente.
—Y por cierto ¿Qué hacen aquí? —preguntó Regulus tratando de cambiar de tema.
—Vinimos a ver algunos asuntos, sabes de que —explicó el rubio.
—Bien, no les quitamos más su tiempo, nosotros tenemos que hacer otras cosas. No vemos después —se despidió tomando del brazo a la castaña, qué no apartaba la mirada de la prima mayor de Regulus.
—Espero que no te arrepientas de tu amistad con ella, Regulus, o terminaras igual que la escoria que tienes por hermano.
Regulus bufo y rodó los ojos, contando hasta diez mentalmente, Emmily, por otro lado, estaba tentada a volver y enfrentarla, no le gustaba que hablaran mal de las personas que quería, pero el chico le detuvo y la arrastró a la librería que estaba cercas.
—No lo intentes, Bellatrix esta demente y no le va a importar nada, además es muy buena en duelos.
—También soy muy buena en duelos y no me importaría enfrentarme a ella —estaba más que enojada. Al entrar se separó de él para tratar de calmarse entre los libros. Regulus suspiro y miró por la ventana a sus primas y Lucius que se iban alegando. Se quedo ahí parado por un rato hasta que la castaña se calmó un poco y se acercó al pelinegro—. Lo siento, es solo que tu prima me saco de mis casillas —se disculpó—, y gracias por defenderme.
—No tienes que agradecer, y como te lo dije laotra noche, estoy harto de que se metan en mi vida... y con las personas quequiero —Emmily sonrió por lo último y se acercó para dejar un beso su mejilla,a lo que Regulus también sonrió. Salieron de la tienda y pasaron la tarderecorriendo el pueblo y tratando que la castaña no regresará a Honeydukes.
