(Corregida)
Ella llegó para cambiar muchas cosas, en especial su vida. Él nunca pensó que una mujer como ella lo haría sentir así, y ellos jamás imaginaron que terminarían juntos.
La historia puede cambiar, algunos serán felices, otros no tanto.
❝Disfruta el tiempo en que estás hoy, que el tiempo no regresa❞
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Resaca y planeación
Sin duda fue una noche divertida para las serpientes, aunque al día siguiente el dolor de cabeza para los que tomaron era un tormento.
Emmily se despertó sintiendo una punzada en su cabeza, abrió los ojos dando gracias que en ese lugar la luz no entrará tanto, porque si no, el dolor fuera peor. Se sentó en la cama, abrió las cortinas y observó a su alrededor dándose cuenta que no estaba en su habitación, «¿pero que...?» Trato de recordar cómo es que terminó en otra habitación, incluso se observó, temiendo lo peor, pero se encontraba vestida y respiró un poco más aliviada.
Observó el reloj que estaba en la misa de noche y notó que eran las nueve de la mañana, estaba por levantarse cuando la puerta se abrió, dejando ver a Regulus.
—Veo que ya despertaste —dijo Regulus con media sonrisa. Caminó hasta estar a su lado y le entregó un vaso—. Tómatelo, te ayudará para el dolor de cabeza.
—¿Está es tu habitación? —preguntó dándole un trago a la bebida. Regulus asintió, viéndola con diversión.
—¿No recuerdas nada?
—Solo recuerdo que estaba jugando, pero... Después nada.
—Bueno, no pasó nada de lo que debas preocuparte.
Después de un rato, la castaña se fue a su habitación para darse un baño y cambiarse de ropa, aún le dolía la cabeza, pero no tanto como cuando despertó. Cuando bajó a la sala, pudo notar la mesa con la que jugaron la noche anterior y sonrió, sin duda esa noche le recordó a las fiestas con sus amigos, ya fuera en la casa de alguno de ellos o en el colegió.
—Oye, Potter —la castaña se giró para ver a Macmillan caminar hasta ella y casi se reía al ver su cara de no haber dormido nada—, realmente eres buena en el Beer Pong.
—Gracias, Macmillan, tú también eres bueno —le sonrió y se fue a sentar al sillón a esperar a Regulus para ir a buscar algo para comer.
Media hora después estaba sentada en el Gran Comedor junto al pelinegro comiendo, los Slytherin aún festejaban que pasaron a la final. Pero esas celebraciones acabaron pronto, ya que los exámenes cada vez estaban más cercas, los profesores les dejaban más tarea y los de quinto y séptimo eran los más estresados y preocupados por los TIMOS y EXTASIS.
Emmily caminaba sin sentido la noche del jueves ya que no tenía nada que hacer y Regulus y Anna habían ido a una reunión del profesor Slughorn, a la cual el profesor había invitado casi a la semana de que había llegado a Hogwarts, pero se había negado a asistir y gracias a eso, no tenía con quien hablar en lo que llegaban su amiga y novio.
Al llegar a los invernaderos, se dio cuenta que alguien más estaba ahí, eran dos personas y se notaba como el humo salía de sus bocas, una de ellas se giró para verla, casi dando un salto en su lugar.
—¡Por Merlín, Emmy! Creí que era Mcgonagall —dijo James y la castaña se acercó a ellos sonriendo divertida— ¿Qué haces por aquí?
—Perdiendo el tiempo ¿están fumando? —dijo viendo los cigarrillos en los dedos de su primo y cuñado.
—Así es ¿Quieres? —Sirius le extendió el suyo que casi estaba por acabarse.
—Yo... Está bien —lo tomó entre sus dedos y le dio una calada para después soltar el humo despacio.
—¿Desde cuándo fumas?
La castaña observó a su primo con una ceja alzada.
—¿Desde cuándo fumas tú?
—Apenas en este año —contestó provocando la risa de su amigo.
—eres un mentiroso cornamenta —puso sus ojos grises en la castaña que le daba otra calada al cigarrillo para después regresárselo—. Tu primo fuma desde quinto año, debiste verlo, casi se ahoga con la primera calada que le dio.
—¿Y supongo que mis tíos no saben? —el azabache negó con la cabeza— Y contestando a tu pregunta, James, igual, desde los quince.
—Oye, ahora que lo recuerdo, tu cumpleaños está cercas —el azabache paso un brazo por sus hombros, sonriendo ampliamente—, en una semana ya serán un año más vieja.
—Hay, cállate, que tú eres dos años más viejo —dijo dándole un codazo amistoso con una sonrisa llena de burla, aunque desapareció al instante y una expresión de tristeza se reflejó en su rostro.
—¿Todo bien?
Emmily suspiro pesadamente.
—Es solo que será el primer cumpleaños que no lo pase con mis amigos ni con mi madre —tragó el nudo que comenzaba a formarse en su garganta mientras James y Sirius compartían una mirada.
—Sé que no será lo mismo, Emmy —James la apretó un poco más hacia él—, pero aquí estoy y también tienes a Regulus y a la rubia esa con la que hablas.
—Y que no se te olvide que también estoy yo, así como Remus, Peter y hasta Lily, inclusive a Marlene le caíste bien —Sirius le regalo una sonrisa amistosa—. Así que no te desanimes, Emmily.
—Gracias.
Y si, se sentía desanimada por su cumpleaños, no lo pasaría con sus amigos o su madre, incluso las familias de sus amigos que le festejaban siempre como si fuera de la familia. Pero James tenía razón, no estaba sola, lo tenía a él, a Anna a Regulus y hasta los amigos de su primo que desde las primeras semanas le hablaron sin problemas alguno.
Pasó un rato hablando con ambos Gryffindor hasta que el toque de queda comenzó y tuvieron que regresar al castillo. Durante todo ese rato y los días siguientes, James estuvo pensando en una manera de animar a su prima el día de su cumpleaños, y eso incluía dejar su orgullo de lado por un momento y hablarle a dos Slytherin para que todo también fueran parte de eso.
Aquella tarde, a dos semanas del cumpleaños de su prima y después de haber buscado por todo el mapa, James encontró a Regulus en el puente que llevaba a la casa de Hagrid y sin pensarlo más, se acercó a él.
Regulus, al escuchar los pasos acercarse a él, se giró para ver al primo de su novia acercarse.
—Regulus —saludo James, viendo como el pelinegro alzaba una ceja.
—Potter —respondió el menor de los Black sin dejar de verlo raro.
—Vamos, llámame por mi nombre, si te quedas con mi prima, seremos familia ¿Qué no? —Regulus no entendía nada de eso, pero solo asintió, esperando a que él se explique del porque estaba ahí—. Escucha, no se si lo sepas, pero el cumpleaños de Emmily se acerca.
—Obviamente lo se.
—Bueno, pues estoy planeando algo para que no sesienta tan triste... —Estuvieron un largo rato hablando ellos dos sobre lo que elazabache tenía en mente hacer para ese día, cosa que estuvo de acuerdo Regulus.
