Dark Blood (Owari no Seraph) Shinya x OC [Completa]

42. Una fiesta en pleno apocalipsis y un beso mojado

Más tarde, el resto fue llegando, siendo la primera Mito...

—¡Oi, ¿Qué haces aquí, Guren? ¿Por qué no me dijiste que vendrías más temprano?. Fui a buscarte a tu casa y no estabas, pudiste mandar un mensaje ¿sabes?! — se quejó acercándose a los tres que estaban sentados en el sofá.

—Deja el ruido. — protesto Guren.

—¿Qué deje el ruido? ¡NO SOY RUIDOSA!

Quiteri se quedó mirándolos, ambos siempre hacían lo mismo. Mito regañaba a Guren a diestra y siniestra y él solo la ignoraba.

—¿Cómo estas Mito? — la saludo Quiteri y miró a Shinya para que interviniera entre el pleito habitual.

—Hola, Mito-chan. Guren vino más temprano a petición nuestra. Queríamos hacer algo los tres juntos.

—¡Shinya-sama, Estela-chan! ¡Hola! Discúlpenme que no los saludé —hizo una reverencia— pero es que este tipo no pudo ni avisarme. — señaló a Guren molesta y luego miro al trio con curiosidad — Hacer algo ¿los tres juntos? ¿Qué algo?

—¿Enserio quieres saber Mito-chan? — Shinya mostro una sonrisa maliciosa.

—Sí, sí. ¿Por qué no me invitan a hacer estas cosas?, yo también quiero participar. — dijo Mito decidida.

—¿La escuchaste, Guren?. Ella también quiere participar.

—Sí, la escuché claramente. — le sonrió Guren con complicidad.

Guren paso su brazo encima del de Shinya, abrazando ambos a Qui y Shinya posó sus piernas en los muslos de ambos y el pelinegro poso sus manos sobre las piernas del peli-gris.

—pero Mito ¿Estas segura de ello?

—Sí, muy segura.

—Pero una vez entras, no puedes salir. ¿Enserio quieres? — le volvió a preguntar Shinya.

Ella asintió aún con más curiosidad. Guren le hizo señas a Mito para que fuera donde él y le susurró algo oído. Quiteri intento escuchar con sus buenos sentidos auditivos de vampiro, pero en ese instante Shinya la empezó a besar y a decirle cosas al oído que la avergonzaban para distraerla, logrando su cometido.

—Shinya, tenemos público. — dijo Qui nerviosa al sentir como su novio introducía su lengua con ferocidad en su boca.

—No te preocupes amor, ya Mito sabe de esto.

—¿Sabe de qué? — lo frunció el ceño.

—Ella sabe sobre lo nuestro, Estela. — le dijo Guren mordiéndole el hombro sensualmente.

—¿Qué haces?

—No seas tímida, cariño. — Shinya y Guren se juntaron más a ella, aproximando sus rostros entre sí. — Mito ya es parte.

Quiteri miró a Mito que estaba roja de los pies a la cabeza, sin pronunciar palabra alguna.