— ¿Entonces, quedamos así? — Quiteri le pregunto a Kureto mientras cosía la última puntada del corte en la frente.
Kureto se sentía un poco inútil frente a toda la situación y eso le enojaba, ya que era un persona orgullosa y prepotente.
— ¿Estas, segura? — pregunto curioso, te miró desde abajo y cuando se percató de que parte de tu cuerpo estaba en la dirección en la cual había mirado, volvió la mirada al frente.
— Sí, es lo mejor para ambos... supongo. — Quiteri recogía los insumos de la mini farmacia y los acomodaba para guardarlos.
— Quiteri...— la llamó este mientras ella guardaba los insumos en el closet. Al escuchar su nombre voltio y le ofreció una sonrisa — Podríamos... guardar esto entre nosotros. No decirle nada a nuestros hermanos. Necesito tu completa lealtad hacia esto. Hacia mí.— el chico le dijo esto por una sola razón, había sentido celos y eso a pesar de lo que habían conversado no le gustaba, mucho menos por su hermano.
— ¡Mochiron! — dijo la chica acercándose a él. — que nuestros hermanos se crean esto es el primer paso para hacerlo bien. ¿Tú estás seguro? — se sentó a su lado. — Aún puedo decirle a mi padre que cancele el compromiso, si eso ¿quieres?. Los Hiragi pueden ser la familia más influyente en Japón pero los Mikasa.
— Tienen la última palabra. — completó el chico, él estaba decidido y seguro de en lo que habían quedado. Necesitaba a Quiteri para ser el próximo líder de la familia, la necesitaba para ganar poder, a pesar de sus sentimientos que habían sido comprendidos por ella. Ella era la única solución para lograr todo lo que quería. — estoy seguro. Además, ya han anunciado esto en todas partes no podemos tirarlo. Solo no quiero ser como Mahiru con Shinya. Él....
— Sí, lo sé. — la chica coloco su mano en la del chico. — ¿Quién quita y tú si te enamores de mí? — dijo sonriendo en un tono de broma. — Además, estar comprometida, ser tú esposa algún día no suena mal... me quita el peso de tener que estar viendo tontos e ineptos pretendientes. No, te preocupes... puedes confiar en mi... seré tú mano derecha.
— Gracias... es lo que quería oír. — contesto el chico y eso era lo que enserio quería escuchar.
A Kureto en realidad no le interesaba lo que sintiera Quiteri, la necesitaba y diría lo que fuera para que estuviera de su lado y no del de su hermana. Le atraía Quiteri, ciertamente era una chica hermosa, hábil y poderosa, era la razón por la cual su padre la había elegido... pero sus sentimientos cultivados desde la niñez por Aoi Sangu no era algo de lo que podía escapar fácilmente. Igual esta siempre fue la mejor opción y él estaba seguro de eso.
— Deberías decirle. — el chico se sorprendió de lo que acababa de decir, mientras ella se sentaba tranquilamente en un cojín de paja que estaba a un lado de la cama su y se recostaba en la pared.
— ¿A qué te refieres? — dijo el chico recostándose en su propia cama.
El sello que le había puesto Quiteri hacía que nada le doliera pero aun así se sentía cansado. Su cuñado le había dado una buena paliza, sin siquiera esforzarse. Él deseaba poder llegar a ese nivel, pero aún era muy joven, pero sabía que siendo parte de la familia Mikasa lo haría.
— Sabes a que me refiero. Deberías decirle.
— Eso iría en contra de nuestro acuerdo y de muchas cosas más.
— Lo sé. Es solo que... — Kureto la miró curiosa, parecía que ahora la chica fuera a sincerarse pero se quedó en silencio. Tomo el libro que estaba leyendo en el desayuno, lo abrió y empezó a leer tranquilamente en el cojín al lado de la cama de Kureto. — deberías descansar. Luego hablare con mi hermano, mientras te cuidaré.
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Dark Blood (Owari no Seraph) Shinya x OC [Completa]
أدب الهواة~Una pequeña historia de amor en medio de una gran catástrofe. ~ ¿Cuántos secretos puede guardar una persona, una familia o el mismo mundo?. Ella guarda muchos, pero no porque quiera, simplemente no puede desobedecer sus lazos de sangre. Inclusive...