Dark Blood (Owari no Seraph) Shinya x OC [Completa]

68. Recuerdos, Quiteri: Loca por el asesino

Este cap empieza con un lemon, JAJJAJAJ sorry no se me ocurría más nada

Narra Quiteri

<Aún no puedo creer que Shinya me propuso matrimonio>, es lo que pienso al ver ambos anillos de compromiso en la mesita del baño.

Nos los quitamos para no mojarlos o que por mi torpeza el mío se fuese por el agujero de la tina.

<¿A quién se le ocurre proponerle matrimonio a alguien en esta situación?>, digo no es como si puedas salir a comprar anillos a una tienda, estamos en el fin del mundo y en medio de otra catástrofe próxima.

Tuvo que haber rebuscado en las antiguas joyerías para encontrar ese anillo corte corazón azul que justo va a juego con el collar que me regaló hace mucho.

Era tan hermoso que me daba miedo perderlo, el collar era fácil... siempre en mi cuello, nunca me lo quitaba pero soy de manos tan torpes a veces, que no quiero arriesgarme.

—¿Estas pensando en no ponerte el anillo para no perderlo cierto? — dijo Shinya en mi oído.

Él estaba sentado tras de mi en la bañera, con ambas de sus piernas rodeándome. Mi espalda desnuda se recostaba en su musculoso y sexy torso, y él usaba la espuma del baño para restregar mis hombros con suavidad. Luego del sexo, Shinya preparo un baño de rosas para ambos, así que ahora estábamos en eso.

—Si no te lo pones me pondré triste — coloco su barbilla entre mi hombro y mi cuello, a la vez que abrazo mi cuerpo desnudo. —Quiero que todos vean que eres oficialmente mía.

No pude evitar la sonrisa, ser de alguien nunca ha sido un objetivo en mi vida... todo lo contrario, pero no me molestaba ser de Shinya o que dijera que fuera suya. No es porque sea de su propiedad o nada por el estilo, es porque mi corazón le pertenece y estoy feliz de saber que el suyo es mío.

—Tienes que ponértelo — mordió el lóbulo de mi oreja generando un suspiro por mi parte. Tomo mi mano y la llevó a su boca para lamer mis dedos de forma libidinosa.

<Este hombre, no se cansa>, aunque prefiero que sea así, pude sentir en mi espalda como su erección se iba formando nuevamente. Lo que me calentó, saber que se excitaba por mí tan fácil, me gustaba.

Agarro mi quijada con su gran mano y movió mi rostro para que quedase lateral a él y plantarme un beso suave, para empezar un roce continuo entre nuestros labios. Shinya bajo su mano libre hasta uno de mis pechos y apretó el pezón con suavidad dando inicio al juego con él.

—¿Lo usarás no? — paró el beso para mirarme con esos intensos ojos azules y su cara de gatito convencedor.

—Siempre, Shin— contesté y él me mostró su deslumbrante sonrisa egocéntrica que de odiar en todos estos años empecé a amar.

Gire un poco mi torso para besarlo mejor y evitar una torticolis, Shinya acercó su rostro peligrosamente a mí y empezó a besarme de nuevo. Nuestros labios se conocían tan bien, solo con tocarse producían escalofríos en todo mi ser. Mordió mi labio inferior y entro sin preguntar, nuestras lenguas iniciaron una deliciosa guerra en medio y dentro de nuestras bocas. Todo se sentía tan bien, tan perfecto que no recordaba nada, era como si me hubiesen hechizado. De hecho, Shinya lo había hecho, me tenía completamente a su merced y no me da pena admitirlo.

Él bajo su otra mano hasta mi pecho y ahora los tenía acorralados a ambos, uno lo apretaba entero y en el otro jugaba con pezón con delicadeza. Todo paso de ser dulce y tranquilo, a salvaje su tacto fue más fuerte y el beso de volvió aun en más ardiente.

—Shinya— se me salió su nombre al sentir su ya completamente dura dote, levantada, en medio de mi trasero.

<¿Cómo un humano tiene tanto aguante?>, es lo que siempre me pregunto con él... de 3 pasamos a 4, de 4 a 5 y esta vez sería la sexta.