Dark Blood (Owari no Seraph) Shinya x OC [Completa]

7. ¿En qué andas metida Mahiru?

Al día siguiente, obvie hacerle todas esas preguntas a Quiteri porque estaba Shinoa. Decidí guardarme el asunto entre nosotros dos.

Luego de desayunar, decidimos visitar el monte Kurama. Misteriosamente lucía como si no hubiera pasado nada, estaba intacto, los daños desaparecieron.

Caminamos a los alrededores hasta que llegamos al mirador, en el cual se observaban la zona montañosa alrededor del Monte.

— ¡Ah, qué bonita vista! — dijo Shinoa quien estaba tomada de la mano de Quiteri.

Me acerqué a ellas y me posicioné al otro lado de Shinoa.

— ¿Es hermosa no? — esa voz... la reconocí al instante.

A un lado de Quiteri se encontraba Kail, esta vez sin sus alas, con su cabello ahora más corto agarrado en una coleta al estilo samurái en vez su larga trenza y vestía un uniforme estudiantil de invierno.

— ¡Kail-sama! — dijo Quiteri sorprendida, claramente tampoco se esperaba esto. Se quedo viendo sus vestiduras.

— ¿No debería estar dando clases? — solté sin más.

— ¿Quién es el Shinya Ni? — preguntó Shinoa, quien se había quedado viendo al chico como si fuera una cosa fascinante. Lo que me irritó un poco.

— Es... — Quiteri intento formular algo. — Un viejo amigo mío.

Kail le sonrió y tocó el rostro de Quiteri con delicadeza, pude ver como la chica se sonrojaba a su tacto.

— Me alegra que lo lleves puesto— dijo sacando el collar fuera de las vestiduras de Quiteri.

<¿Cómo es que dejaba que estuviera tan cerca ella y tuviese tanto tacto?>.

— Sí, algún día necesitas ayuda... no dudes en llamarme. Dónde estés, mientras uses esto llegaré. Te debemos mucho.

Ella se notaba nerviosa y a mí la presencia de Kail me estaba empezando a impacientar, pero lo que hizo a continuación me saco de mis casillas. Se acercó a la mejilla de Quiteri y le plantó un beso, esta solo puso cara de sorprendida sin apartarse de él. Sentí que ese beso estaba durando toda una eternidad. Me acerqué a ellos sin pensarlo más y jalé a Kail lejos de Quiteri.

— Ya, eso fue suficiente. — dije interponiéndome entre Kail y Quiteri. Shinoa solo miraba la escena pensativa.

— ¿Quiteri, este chico es tu novio? — preguntó Shinoa. — ¿Qué pasó con Kureto Ni...no, es tu prometido? — el comentario de la pequeña hizo que Quiteri se pusiera rojísima.

Si no estuviese molesto por la presencia de Kail, habría apreciado un poco más esa hermosa cara.

— No, no... es solo un viejo amigo. Es solo que en su familia son muy muy amables. — Quiteri empezó a balbucear.

— ¡Oh!. ¿Y si no es tu novio, qué hace aquí?

— Eso mismo me pregunto yo. Supongo que se escapó de clases, viendo su uniforme. Suele hacer eso— contestó rápidamente.

— ¡Eh, sí! — contesto Kail, leyendo el ambiente. — me enteré de que Qui-chan había venido hasta acá y decidí darle una sorpresa... ¿Así qué estas prometidas con ese tal Kureto? — Quiteri asintió. — bueno , al menos ese no eres tú.

<Mmmmm>

No me agradó la idea, pero Quiteri aceptó que nos diera un paseo por los templos de la montaña en el que Kail estaba demasiado pegajoso a ella.