49. Ciudad Vampiro

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Saguinem la ciudad subterránea de los vampiros en Japón, una colonia al estilo europeo antiguo bajo tierra. Quiteri y sus hermanas observaron la granja de niños con asco, mientras caminaban al castillo con sus escoltas de costumbre: Albert, Rodger y William. Las gemelas nunca habían visto algo así y mucho menos presenciado las miradas temerosas y repulsión de niños humanos o más bien de humanos. Las cosas en Japón eran muy diferentes a Rusia.

Son tan pequeños. — Teria.

Pobrecitos. — Persia.

Vamos chicas, sigan caminando. — les dijo su hermana mayor

Para ellas eso era algo detestable, su padre el rey de Rusia, no obligaba a nadie a ofrecer sangre y menos a niños. Existía un buen sistema de convivencia vampiro-humanos, los humanos ofrecían voluntariamente su sangre para ayudar y claro recibían recompensa monetaria por hacerlo. El sistema era completamente diferente y los humanos no les temían a los vampiros, se llevaban bien con ellos e inclusive se relacionaban constantemente.

—¡Así que la barbie rusa ha llegado!

Krull Tepes se recostó más en su trono al verlas entrar en la sala con sus vestidos rojos, un peinado parecido al de ella y los ojos rojos como la sangre, excepto por los de Quiteri que se mantenían esmeralda.

¡Y la Reina Loli se sienta tan bien como siempre!. Mira a Mikaela, parece más la reina que tú. — le respondió Quiteri, mirando como Krull parecía un macho en su silla y Mikaela estaba con las piernas cruzadas y las manos sobre sus rodillas en una silla al lado de Krull.

Mikaela —saludo con la cabeza al chico.

—Quiteri— el chico respondió son suma seriedad e imitó su acción con la cabeza.

Así que ellas son mis nuevas sobrinas, ¿las hijas de Ryo?

—Persia, Teria, saluden. — ambas hicieron una leve reverencia.

No es necesario hacer eso, dejemos las formalidades Quiteri. Pueden llamarme tía si quieren. ¿Trajeron aquello?

Los tres escoltas colocaron unas maletas refrigeradas frente a Krull, que contenían en tubos la sangre de las tres chicas.

Bien, ya mi sangre no le es suficiente. Le he dicho que beba de la otra, pero se niega.

—Salió terco, como la madre.

—Mikaela, acompaña a las gemelas y a los escoltas, yo y mi querida sobrina tenemos cosas que hablar. — dijo Krull, Mikaela suspiro con irritación. Krull le hizo señas a Quiteri para que la siguiera.

Krull camino hasta su baño privado, que consistía en una pequeña sala de aguas termales, una especia de spa privado.

¿Por qué el baño?

—Es el único lugar en el que podemos estar solas, Ferid anda por allí y estoy segura de que tienes tantas ganas de encontrártelo como yo. — dijo Krull con sarcamo, en lo que se quitaba el traje y se metía a las aguas.

Quiteri imitó su acción. Krull suspiro de frustración.

<¿Cómo es posible que mi sobrina tengas más busto que yo?> se quejó mentalmente.

Veo que ya no te afecta ver a Mikaela.— dijo ella recordando como a Quiteri le daban fuertes dolores de cabeza solo con escuchar ese nombre como Yuichiro y con verlos se ponía aún peor.

Supongo que me he acostumbrado. — recostó la cabeza en el borde. —Mikaela se ha puesto más hermoso que antes, solo que ahora tiene esa mirada fría.

Dark Blood (Owari no Seraph) Shinya x OC [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora