Ella parece un ángel.
Podría despertar todas las mañanas de esta forma y sentirme cada vez el hombre más feliz de lo que queda del mundo.
Ambos en la misma cama, desnudos bajo las mismas sábanas. Ella abrazada a mí, dormida en mi pecho y yo acariciando su suave piel.
Verla dormir tan plácidamente, me llena de paz. Me ha dicho varias veces que soy el único con él que puede dormir así, y lo agradezco porque no quiero que más nadie vea este lado de ella.
—Quiero dejarte dormir, pero también quiero comerte otra vez. — suspire ante el conflicto que tenía en mi cabeza.
Si la despertaba se enojaría, no se como funciona eso de no haber sentido nunca y ahora sentir todo de más o al doble como ella decía... pero si yo sintiera todo al doble cuando ella me tocaba, me besaba o cuando hacíamos el amor, hace mucho habría explotado y me hubiese vuelto cenizas. He estado con muchas chicas, pero nunca sentí nada ni siquiera parecido a lo que siento con ella, o más bien nunca sentí nada. La amo.
Quiteri Geales no solo era el ser más precioso del universo, su aroma era exquisito como un soplo en primavera lleno de fragancias de flores y verla era tan refrescante como observar las olas del mar ir y venir, ella era un manjar digno de los dioses al que me había vuelto adicto.
—Creo que mejor me levanto a hacer el desayuno, antes de que me la empiece a comer.
Me levanté y me puse los boxers que me termino por quitar Quiteri la noche anterior y luego el buzo y una camiseta azul que Ryo me prestó luego del incidente en la piscina.
—¿Qué demonios? — dije al abrir la puerta y encontrarme con una escena que no esperaba.
Guren tirado en el sillón y su cabeza sobre las piernas de una señorita no identificada, creo que es la líder de Sirenitas o Rapunzel. En los sillones laterales, Zen Akabane parecía estar muerto y en el otro el tímido de Shun Jujo (el primo de Mito) abrazaba una chica en sus piernas. Desde aquí podía ver en la habitación de las gemelas a Sayuri, Shigure y Adri acostadas en la cama, en el piso junto al ventanal una escena que me dejó en Shock... Mito, sí Mito abrazada al revoltoso de Kenji y la puerta abierta del baño central mostraba a Goshi tirado en la tina junto a Anne.
<Creo que mi mejor decisión, fue dejar de beber anoche>
Después de 5 cervezas locas, lo dejé y empecé a tomar agua a montones por dos razones: 1. Los efectos del alcohol creado por mi amante y Tada, eran notoriamente fuertes y no se iban a pesar de la maldición. Era como si no tuviéramos sangre de demonio en nuestras venas e hiciera efecto como si fuéramos una persona normal.
2. Mi novia con 3 ya estaba haciendo desastres junto a Kenji y Shun, sí el tímido de Shun era otra persona completamente diferente ebrio.
<Supongo que tendré que hacer el desayuno para todos>
Caminé hacia la cocina y puse a hacer el café. No me hacia gracia hacerle el desayuno a Zen, pues se notaba a leguas de distancia que estaba caído por Qui pero con ese rostro moribundo no podía dejarlo así.
—Buenos días, Shin... pero ¡¿Qué carajos pasó aquí?! — gire para ver a Qui quien se encontraba en shock viendo la escena que yo presencie hace unos minutos.
Agradecía al cielo que se hubiese puesto una bata y no salió desnuda, pues al igual que yo pensaba que éramos los únicos en el departamento. Puse a hace una sopa de miso y arroz.
—Buenos días, princesa. Creo que es lo que ves...
—¡Oh veo que ya están despiertos! — llegó Tada sonriente, no se sorprendió al ver la escena. Es más parecía maravillado, como si hubiera logrado su cometido.— Veo que ha sido todo un éxito, pero ustedes ¿Cómo se sienten?
ESTÁS LEYENDO
Dark Blood (Owari no Seraph) Shinya x OC [Completa]
Fanfic~Una pequeña historia de amor en medio de una gran catástrofe. ~ ¿Cuántos secretos puede guardar una persona, una familia o el mismo mundo?. Ella guarda muchos, pero no porque quiera, simplemente no puede desobedecer sus lazos de sangre. Inclusive...