4. Una Escapada En Moto

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Él estaba sentado en una silla y sus pies en el soporte de la cama, mirando como la pálida chica de cabellos rubios dormía. Se sentía un poco acosador, pero eso no le molestaba. La chica lucía tranquila, como si estuviera sumida en un perfecto descanso. De alguna forma le resultaba reconfortante mirarla dormir.

Él la observaba curioso, se preguntaba cómo había podido dormir tanto y cómo es que nada la despertaba. El sello que había puesto Kureto debió haber sido uno fuerte, más que eso no creía que Kureto le hubiese puesto el sello por compadecerse de las pesadillas de su prometida, si no por otra razón que él desconocía y eso le intrigaba. Estaba aburrido así que empezó a balancear la silla de un lado al otro.

Quiteri abrió los ojos poco a poco, la luz proveniente del gran ventanal en el cuarto le molestaba. Se sentía en paz, como si hubiera despertado de un largo y hermoso sueño al que quería volver. Shinya se percató de que al fin la chica se había despertado.

— ¡Buenos días bella durmiente! — le dijo el chico sonriente antes de que la chica pudiera volverse a dormir, la chica se asustó y se sentó rápidamente retrocediendo lo más que se podía retroceder en una cama. — ¿Cómo es que has podido dormir tanto?, llevas casi 18 horas dormida, ayer te perdiste la cena. — se removió el flequillo hacia atrás.

— ¿Qué haces en mi habitación? — pregunto Quiteri enojada, percatándose que seguía con las mismas ropas de ayer. — ¿Cómo que 18 horas? — ahora estaba pasmada, se supone que ella podía dormir pero lo máximo que podía dormir eran 6 horas seguidas, jamás había dormido más de 6 horas.

Sí, desde ayer... Kureto nos dijo que se quedaron dormidos y al ver que tenías pesadillas te puso un sello para dormir en paz y vaya que dormiste en paz. Nada te despertaba y créeme intente de todo. Estar aquí hablando solo es muy aburrido.

Quiteri se percató de que no recordaba nada de lo que él decía y eso la asustó. Lo último que recordaba era haberle curado las heridas a Kureto y luego de eso quedarse con él leyendo, si acaso un almuerzo.

Me lo imaginé. — dijo el chico pensativo. Quiteri solo lo miró. — Nada, no te preocupes, no creo que tu prometido te haya hecho algo malo. Eso creo...— la chica lo miro pasmada, le molestaba no recordar nada. — sí te preguntas que hago aquí, pues Kureto me ordenó acompañarte cuando él no estaba. Él, Mahiru y Seishiro están en la escuela. Nosotros no entraremos a la preparatoria hasta el otro año, así que nos quedamos a dar clases en casa.

— ¿Ryo? — dijo la chica.

Ah, Ryo-sama creo que también debe estar en la escuela, escuché que hicieron una excepción especial debido a quién era y gracias a su conocimiento avanzado en muchas áreas incluso lo pusieron en segundo año en la misma clase que Kureto. No te preocupes, me tienes a mí y a Shinoa como dulce compañía. — siguió balbuceando Shinya.

¿Alguien te ha dicho que hablas demasiado y muy rápido, Hiragi?— la chica intentaba procesar toda la información.

Aún se sentía un poco aturdida por el largo sueño que tuvo y ese aturdimiento como un mareo era algo nuevo para ella también. El chico solo le sonrió y la siguió mirando con curiosidad cada vez acercándose más a ella, cuando ella se percató él ya estaba demasiado cerca.

¿Te sientes bien muñeca? — él le levantó el mentón con el dedo indice para mirarla más fijamente. Quiteri parpadeo mil veces mientras se iba poniendo roja.

— ¿Qué estás haciendo? — le pregunto nerviosa.

Es solo que esos ojos tuyos, me causan curiosidad. — el peliblanco acercó más el rostro de Quiteri al suyo, sin quitarle la vista a los ojos de la chica. Haciendo que esta se pusiera más nerviosa sin saber el porqué, jamás había estado tan nerviosa. — son más claros, pero me recuerdan a los de los vam...

Dark Blood (Owari no Seraph) Shinya x OC [Completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora