Dark Blood (Owari no Seraph) Shinya x OC [Completa]

28. Besos que te hacen explotar

Narra Shinya

Pasamos un par de días en los cuarteles, que fueron entre: incomodos, graciosos, amistosos, divertidos y nostálgicos. Todo se encontraba bien, el presunto avistamiento de vampiros era un supuesto pues no encontramos nada y por lo demás todo marchaba bien en el norte.

Termine de vestirme. Ella continuaba dormida en la cama. Verla dormir en la misma cama que yo, era agradable. Últimamente Qui dormía más, dormía placenteramente. No quise despertarla pues era muy linda durmiendo. Me ajusté el emblema de la familia en el cuello de mi uniforme (una media luna), cuando...

— Mmmmm — Quiteri exhibió un gemido.

La miré asombrado, se había volteado y hecho un ovillo, emitiendo otros gemidos. Esta era una escena que no pensé ver jamás. Dormí varias veces con ella, en el pasado y ahora... y nunca, nunca la escuché tener un sueño de esos.

— ¿Qué estará soñando?. — la curiosidad me invadió.

Me preguntaba si era la primera vez que tenía ese tipo de sueños, pues ahora era más humana. Ahora tenía más sentimientos. Otro jadeo. No puedo decir, que esos sonidos no me eran provocativos. Otro, esta vez fue mucho más fuerte.

— Diablos... ¿Con quién carajos estará soñando? — esa era la pregunta que rondaba mi cabeza y me desesperaba.

Salí de la habitación, si seguía escuchándola perdería los estribos...

°°°°

En el comedor, pedí nuestros desayunos para llevar. << Espero ya haya se haya despertado>>. Me estaba volviendo loco al pensar con quien estaría soñando.

— Así que te has prometido, Shinya. — una voz femenina, que conocía perfectamente me sacó de mis pensamientos. Esa voz representaba problemas. — Pensé que podríamos divertimos un poco, esta vuelta como las otras. ¿Qué te parece esta noche?— ella empezó a acariciar mi espalda.

— Hiroko Kobayashi. Podrías quitarme las manos de encima, por favor. — le dije amablemente, pero en tono serio, sin siquiera mirarla.

— Pero si antes decía lo contrarío, Shinya-sama. — dijo con voz infantil.

La ignoré y tomé los desayunos, también le pedí un par de jugos a la señora.

— Shinya-sama, no me ignore... — Hiroko me tomó del brazo — Vamos, sé que podemos divertirnos juntos.

— Hiroko. — tomé el pedido completo y la miré con una sonrisa de fastidio. — no tengo intención de estar con otra chica que no sea mi prometida.

— Ah, pero si solo eres candidato... cariño. — empezó a acariciarme el brazo.

Hiroko era una coronela fuerte, hija de una casa grande como la Goshi y la Jujo. La aparté de mí suavemente, como el caballero que soy..

— Pues, planeo convertirme en el único candidato. — lo dije sinceramente.

El otro era Tada Isshiki. No tenía nada contra él, solo que le gustaba la misma chica que a mí.

Ella me miró sorprendida por unos segundos, pero luego su mirada cambió a una malintencionada.

— Pues... los hombres casados no me vienen mal. — volvió a lanzárseme y actuar seductoramente.

Las miradas en el comedor estaban fijas en nosotros, dado mi historial y su historial, era más que obvio. 

— Es de mal gusto ser una lanzada... ejem digo coquetearles a los chicos de otras.