Dark Blood (Owari no Seraph) Shinya x OC [Completa]

2. Arrogancia Hiragi

Después del asunto de las pompas, la cena en la casa Hiragi fue bastante serena. Ryo, Mahiru y Quiteri contaban historias de su niñez en la casa Mikasa, y Shinoa de vez en cuando hacía comentarios de lo que recordaba, ya que en aquella época era muy chica, mientras los otros 3 hermanos observaban serios y comentaban de vez en cuando.

La cena transcurrió rápido y luego se fueron a sus habitaciones.

— Ryo-sama, me han informado que usted es muy bueno en la esgrima.— dijo Kureto mientras todos iban camino a sus habitaciones, en un tono desafiante.

— Creo que tu prometida es mejor que yo con la espada. — contesto vagamente divertido, en un tono de doble sentido, a lo que Quiteri lo fulminó con la mirada pues había entendido. — Lo mío son las cuchillas, pero soy lo suficientemente bueno para derrotarlos a todos ustedes.

— Ya veremos eso mañana. — agrego Seishiro. — Nadie es más bueno que un Hiragi con la espada.

— Oh yo no desafiaría al príncipe SeiNi-san. — dijo Shinoa. — los destrozara.

— Definitivamente. — agrego Mahiru.

— Mañana es día libre, pero los Hiragi entrenamos. ¿Entrenarían con nosotros? — pregunto Kureto formalmente ofreciéndole la mano a su cuñado.

Quiteri miró a Ryo algo preocupada, sabía que no era buena idea lo de entrenar con ellos. Los últimos años su fuerza había aumentado y cada vez era más difícil controlarla.

— No nos haremos responsables de lo que suceda con ustedes. — dijo Ryo aceptando el apretón de manos de Kureto quien lo seguía mirando desafiante, no sabían lo que les esperaba.

— Buenas noches, chicos — dijo Quiteri tratando de aliviar un poco el aura de desafío que se generó en su hermano y su prometido. No era que Ryo dudara de su capacidad, pero se le hacía divertido que alguien pensara que podría ganarle. — gracias por su hospitalidad y recibirnos en su hogar.

Luego de eso todos se fueron a sus habitaciones y durmieron, incluso ustedes durmieron a pesar de lo que eran. Eran de los pocos de su especie que podían darse el lujo de dormir.

A la mañana siguiente se reunieron a desayunar en el patio trasero que al igual que la casona era puramente tradicional al estilo japonés. Verde, rodeado de árboles de sakura que aún no habían floreado, con el típico puentecito colorido sobre el lago lleno de peces koi y flores de lotto, tenía caminos de piedra y arbustos de flores a su alrededor. El jardín era hermoso y le quitaba un poco el aire terrorífico que daba la mansión.

El desayuno estuvo lleno de típicos platos japoneses lo que afectaba un poco al estómago de los hermanos, ya que pasar de pan, pretzeles, salchichas, kartoffelpuffers y demás a arroz, pescado, tofu y sopa de miso era un gran cambio. No era que no les gustará la comida japonesa pero luego de tantos años desayunando a lo alemán era bastante extraño.

El desayuno transcurrió algo más callado que la cena de anoche. Usualmente solo hablaban las mismas personas. Los jóvenes quedaron hablando un poco sobre diferentes cosas triviales, mientras reposaban, Quiteri saco un libro de su cartera y se puso a leer mientras los demás hablaban. Como se habían relacionado los chicos había sido algo un tanto rápido de lo que ellos esperaban, pero era justo lo que Ryo quería ganar su confianza.

— ¿entonces cuñado... estas listo para la derrota? — preguntó Ryo divertido luego de reposar.

— No me subestime Ryo-sama.

— Necesitare una espada, ¿me la podrían prestar? — pregunto Ryo a nuestros anfitriones. — deje la mía en mi habitación y ciertamente me da mucha fatiga tener que ir a buscarla.