Trouble {Justin Bieber}

Capítulo VIII: Me gustas

Narra ______

—Joder—gruño Justin al escuchar mi alarma. Rápido estire mi mano apagándola, no quería que se despertara. Había tenido una noche incomoda. La herida por suerte no se había abierto, pero la sangre salía, mas debía limpiarla. Gracias a mi tía por obligarme a coger primeros auxilios porque de lo contrario, Justin estuviera jodido. Alce la vista para mirarlo y sonreí. Aun con moretones y el labio partido, se veía hermoso. ¿Me estaré enamorando? Lo más probable. Sé que está mal porque además de que es un criminal, es otro Daniel y yo me jure a mi misma que no quería en mi vida más un criminal y mírenme. Justin está en mi casa, con una herida de bala, durmiendo en mi cama y yo estoy abrazada de él. Debo estar loca para tenerlo aquí, pero me es imposible ignorarlo. El a diferencia de Daniel, me deja las cosas claras desde el principio y sé que él lo único que quiere de mi es sexo, pero jamás se lo daré. No soy virgen, pero tampoco soy estúpida. Quiero a Justin a mi lado, al menos como amigo. Lo sé, debo estar loca al ser amiga de un criminal, pero ni yo misma me entiendo. Me levante de la cama sin hacer mucho ruido y Salí de la habitación. Debía hablar con mi tía.

—Buenos días—salude a mis tíos que desayunaban tranquilos en el comedor. Bese la mejilla de mi tía y luego me deje dar un abrazo de oso por parte de mi tío. Casi nunca lo veía, ya que es fiscal de la policía. Esa es otra cosa que me da miedo. Que el descubra a Justin y se lo lleve preso, tal vez debí decirle eso a Justin.

—Ahí está mi princesa—sonrió Louis, mi tío. Debo admitir que mi tío es muy joven para la edad que aparentan, y eso que es más grande que mi tía.

— ¿Cómo amaneciste?—pregunto Eleonor, mi tía. Amaba su nombre. Sé que ella lo que quería saber era si Justin me hizo algo. Mi tía no está de acuerdo de que salga con él o bueno que hable con él.

—Muy bien—sonreí—Aunque un poco mal del estomago—dije y ambos me miraron preocupados—Son los dolores, normal—dije y ambos suspiraron de alivio. Siempre que digo que me siento mal, se ponen en alerta y es que como me quiere como su hija, me cuida y me consienten. Estoy muy agradecida con ellos.

— ¿Crees poder ir a la universidad  hoy?—me pregunto tío. Ahí estaba la pregunta que quería escuchar. No me sentía mal, tampoco tenía dolor, solo no quería dejar a Justin solo.

—Creo que si—mentí—Aunque esta mañana, cuando me levante tuve un pequeño mareo—mentí.

—Pues no se diga más, no iras a la universidad—dijo mi tío mientras mi tía me miraba seriamente, ella no se creía eso de los mareos. Sabía que lo hacía por Justin.

—Cielo, ve a lavarte los dientes, ya se te hace tarde—le dijo mi tía a mi tío que rio caminando a su habitación. — ¿Segura que tienes mareos o es que quieres quedarte?—pregunto y suspire, A ella no podía mentirle.

—No puedo dejarlo solo tía—dije y esta frunció el ceño—En la noche tuvo varios sangrados, no puedo dejarlo solo—dije y mi tía se inclino hacia mí.

— ¿Te das cuenta lo que pasaría si tu tío descubre a Justin en tu habitación?—asentí con la cabeza bajada—Llevan años buscando pruebas para atraparlo y tu estas cuidando de el—dijo.

—Tía, el no me hará nada—dije y esta suspiro.

—Eso dijo Daniel y te dejo—asentí estando de acuerdo. Eso no podía negarlo. El muy imbécil de Daniel me prometió la luz y las estrellas y aunque seguimos en contacto, lo odio por dejarme sola. —Solo por hoy te dejare quedarte—sonreí agradecida—No me mires así señorita, tu tendrás que alejarte de él ¿Entendiste?—pregunto.

—Somos amigos tía—dije y esta negó.

—Ya hablamos de esto ___, aléjate de el—dijo y asentí derrotada. —Ahora, para que no digas que soy mala, deje pal de sándwiches en la nevera como le gustan—dijo y sonreí.