Trouble {Justin Bieber}

Capítulo V: "Él esta ocupado"

Narra Justin:

—Justin, por favor...—rogó ___ y rodeé los ojos ignorándola. Ya me tenía harto con sus quejas de querer irse. Apenas llevábamos una hora aquí y aún faltaba la carrera.

—Ya te dije que no nos iremos hasta la carrera—bufé molesto y está apretó la mandíbula. Me daba igual si estaba molesta o no; no iba a ceder a sus súplicas. —Ahora cállate o llamo a Sean que se encargue de ti— dije y está negó rápidamente pegándose a mí. Sabía que con eso se callaría porque Sean no tendría piedad de ella; había visto como hace unos minutos este se había llevado arrastrada de pelo a una chica que sin querer le había virado el trago.

— ¿Competirás con todos esos autos? —preguntó minutos después y alcé una ceja al verla tan pegada a mí. No me molestaba en lo absoluto porque olía delicioso y me encantaba sentirla temblar en mis brazos, pero no estaba seguro de que podría seguir aguantando su culo clavado en mi entrepierna.

—Si—respondí dándole un sorbo a mi trago y esta frunció el ceño viendo la pista todos los autos que había. Mínimo seríamos doce hoy. —Aunque hoy correré contra doce, te sorprendería saber que he llegado a competir hasta con veinte—dije y está negó incrédula.

— ¿Hablas enserio? —preguntó sorprendida y asentí dándole otro sorbo a mi trago sin dejar de mirarla. Estaba seguro de que ella no se daba cuenta de lo adorable y sexy que se veía mordiéndose el labio mientras jugaba con sus manos: acto de nerviosismo.

—Y por si lo dudas princesa, he ganado todas—dije y esta rio negando.

—No te creo, de seguro dices eso por chulear—río burlándose y negué con una sonrisa. Ella no lo sabía, pero yo era el mejor corriendo en las carreras clandestinas. —Vamos, ¿Me estás queriendo decir que nunca has perdido? —preguntó y asentí encogiéndome de hombros. ¿Porque le era tan difícil creerme? — ¿De verdad? ¿Ni una? —preguntó pegándose más a mi dándole espacio a un grupo de chicos de pedir en la barra y sonreí pícaramente agarrándola por la cintura pegándola más a mí. Si ella seguía acercándose y rozándose con mi amigo, entonces me aprovecharé de la situación. Después de todo había sido por eso que la había traído aquí.

—Bueno, perdí dos hace un año—respondí secamente y está frunció el ceño mirándome. Acaricié levemente su cintura haciendo que la camisa se subiera un poco y está se tensó. Hasta su piel era suave. ¿Acaso había algo de esta chica que no lo fuera? Hasta su olor era suave, dulce como la vainilla.

— ¿Por-por qué perdiste? —preguntó con dificultad y apreté mi agarre en su cintura lastimándola. Alcé la vista mirándola con el ceño fruncido y esta apartó la mirada. Esperaba que entendiera que no quería hablar de eso. —Mmm, ¿fue por fallas en el auto..? —preguntó y solté mi agarre de su cintura relajándome un poco. Ella quería saber si fue algo mecánico, no a propósito. Aquí en las carreras hacíamos todo lo posible por ganar; incluso irnos a balazos.

—La primera fue porque me cortaron los frenos y la segunda fue porque choqué en una curva—respondí y está asintió sorprendida. ¿Había algo que no sorprendiera a esta chica?

— ¿Y qué hiciste? —preguntó y sonreí burlonamente. ¿De verdad ella quería saber?

—Tu bien sabes la respuesta preciosa—respondí dándole un sorbo a mi trago y está apretó la mandíbula removiéndose incómoda. Mala idea, mi amigo lo había sentido perfectamente.

—No puedes ir por ahí matando y haciéndole daño a las personas, por si no lo sabes ellos también tienen familia— murmuró y apreté la mandíbula mirándola mal. ¿Quién se creía para decirme eso? ¿Acaso creía que no lo sabía? Joder, maldita gorda. —A veces me pregunto si llegara a pasarme algo, que haría mi mamá—cambió rápidamente de tema al ver mi cara y solté su cintura. De seguro la había marcado por mi fuerza pero no me importaba. Odiaba que se metieran en mis asuntos y me juzgaran por mi trabajo. Si alguien se metía conmigo, tenía que defenderme y la verdad es que no me importaba quien me llevara en el medio. —Tal vez se arrepienta por haberme botado de casa y me perdone o tal vez sienta alivio de librarse de mi, la verdad no importa—habló rápidamente negando y fruncí el ceño. ¿Porque me decía todo esto? A mi no me importaba. —¿La gente apuesta no?—preguntó y asentí al ver su sonrisa. Tenía una hermosa sonrisa que la hacía lucir tan adorable.