Capítulo XXII: "¡Mi culo está a salvo!"

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Narra Justin

-Princesa- sonreí al contestar y me alejé del saco de boxeo para limpiarme la frente llena de sudor. Llevaba tres horas entrenando y aun me faltaban; tenis que estar en buena forma porque peleaba en dos semanas. ¿La razón? El cabrón del ruso. Gracias al imbécil del amigo de ___, el ruso nos había dado más tiempo pero quería el doble del dinero. Así que Ryan, Derek y yo debíamos pelear mientras que los demás deben encargarse de la mercancía del turco para robársela.

- ¿Estas ocupado?-pregunto y le di un sorbo a mi botella de agua antes de sentarme en el banco. Todo mi cuerpo dolía, apenas podía sentir mis manos y es que de verdad estaba dando todo de mi para ganar la pelea pero joder, mi cuerpo no aguantaba más. Apenas podía respirar bien y dormir. Además del entrenamiento, estaba bebiendo muchas vitaminas y proteínas disque para ganar más masa muscular pero eso es pura mierda. Solo me quitaba el apetito y las ganas de dormir.

-Estoy entrenando- conteste y reí al escucharla quejarse. Apenas habíamos podido vernos esta semana porque me la pasaba entrenando día y noche. -¿Y tú?-pregunte y la escuché quejarse.

-Aburrida-se quejó y sonreí. Podía imaginármela haciendo puchero. Mierda, quería verla. -Ven a visitarme por favor-rogó y suspire. Odiaba que me rogara porque me hacía querer dejar todo e ir con ella, pero no podía.

-Sabes que no puedo nena, debo entrenar-dije y está bufó molesta. Era la excusa que llevaba dándole desde hace días.

-Solo es un rato, así descansas-dijo y suspire. Me vendría bien un descanso.

-Bien, estaré en diez minutos-dije.

-Está bien-dijo antes de colgar. Salí del gimnasio que era el sótano y subí a mi habitación. Me di una rápida ducha y baje a la cocina en donde estaba Ciara. La ignore cogiendo una botella de agua y mis llaves de mi camaro ya que mi Ferrari quedo destrozado.

- ¿Seguirás evitándome?-gruño molesta y la mire mal.

-No te estoy evitando, simplemente no me interesa hablar contigo o estar contigo-espete saliendo de casa. No sé porque la estúpida seguía viva. Debería estar muerta. No solo por hacerle daño a ___, también porque la perra saboteo nuestro plan contra el turco.  Quería matarla, pero la muy puta sabe que la necesitamos. Es por eso que hace lo que le da la gana, sabe que no podremos matarla. Aparque en el estacionamiento y mire por si los tíos de ___ estaban, pero sus autos no, algo bueno. Subí directo a su departamento.

-Hola-sonrió ___ abriendo la puerta.

-Hola-sonreí cogiéndola por la cintura besando sus labios.

-Pasa, acabo de servir el almuerzo-dijo llevándome a la cocina.

-No tengo hambre-dije y esta bufo.

-Debes comer Justin, esas vitaminas son pura mierda-dijo y sonreí.

-Lo sé, pero ahora mismo lo único que quiero es que me des masajes-dije sentándome en el sofá y esta rio  sentándose a mi lado.

- ¿Ya no estás enojado?-pregunto y negué.

-Trato de no pensar en lo que me hiciste-dije y esta hizo un puchero.

-Ya te pedí perdón Justin-se quejo-Sabes que fue sin querer-dijo y la mire mal.

- ¿Sin querer? Destrozaste mi Ferrari-bufe y esta me miro triste. ¿Se acuerdan que me rogo que le enseñara a manejar? Pues cometí el error de enseñarle con mi hermoso auto y termino estrellándose con un árbol porque ___ olvido ponerlo en parking.

-Pero te pedí perdón-se quejo y sonreí. -Sabes que fue sin querer-dijo.

-Lo sé-sonreí besando sus labios.

Trouble {Justin Bieber}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora