Capítulo Cincuenta y Ocho: "La mujer del rey"

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Narra ___:

— ¡____!—escuche la voz de Chaz y gemí tapándome con las sabanas. No quería levantarme, estaba muy cansada. — ¡___ hablo enserio, levántate!—grito desde abajo y mi bebe también se quejo.

—Lo se bebe, tu tío Chaz está siendo un dolor en el culo—bufe y este se movió con los ojos cerrados. Ambos estábamos muy cansados. Andrés había pasado de mano en mano jugando con los chicos y término rendido mientras que yo estuve tratando de que lo soltaran, pero termine en el piso con ellos encima de mí haciéndome cosquillas. Me saque la sabana de la cara y mire a mi bebe que estaba volteado dándome la espalda. Sonreí al verlo. Aun estaba tan emocionada porque el había aprendido a voltearse. Mi tía había llorado por teléfono y el tío había sollozado. Ellos no dejaron de decir que ya estaba grande que pronto caminaría y me metieron miedo. Yo no quería que mi osito creciera, yo quería tenerlo bebe para siempre. Así que prometieron pasarse por aquí hoy en la tarde. Los padres de Justin también prometieron pasarse pronto, pero no los culpo. Jeremy está yendo a terapias para recuperar los movimientos de las piernas y Pattie dice que hay esperanzas de que tal vez pueda caminar. Espero que así sea. Jeremy merece una segunda oportunidad. Escuche las voces de los chicos quejándose abajo y bufe. Abrace a mi osito por detrás y este sonrió moviendo su chupete en la boca. –Ahí mi amor, es que yo quiero comerte a besos—le dije besando muchas veces su mejilla. Este se quejo soltando el chupete y abrió los ojos. Rio dándose la vuelta para mirarme. Dios, ya iba a llorar de nuevo. Cada vez que lo veía voltearse, me daban ganas de llorar. Estaba tan orgullosa de mi osito. –Si, mami quiere comerte a besos porque tu hueles rico—imite la voz de un bebe haciéndolo reír pataleando.

—Así que es por eso que no bajas—me gire al escuchar la voz de Chaz en la puerta y me sonroje al verlo todos ahí. Es como si todos se movieran en sincronización. Rapido me tape con la sabana a mí y a mi bebe haciéndolo reír.

—Shh bebe, tus tíos te quieren coger de carnada para hacerte cosquillas y mami no permitirá eso—le dije a mi bebe haciendo reír a los chicos. Segundos después, tenía a Chaz y a Alfredo atacando a mi bebe haciéndolo reír. Mire a Carl y a Mike que aun permanecían en la puerta. — ¿Qué quieren?—le pregunté y estos me miraron confundidos. — ¿Por qué me gritan y me levantan?—me queje haciéndolos reír. –Levantaron a mi bebe—gruñí molesta mientras me ponía de pie. Me encogí de hombros al ver sus miradas. Lo sé, no era sano estar solo con una camisa para dormir cuando había más de cinco hombres en casa, pero así dormía. Además, por nada en el mundo iba a quitarme la camisa de mi Justin. A Andrés le gusta olerla y a mi también. Entre al baño en donde me lave la cara y la boca. Me recogí el cabello y me puse unos shorts para no seguir enseñando demás. Salí de la habitación y bufe al ver que ya se habían llevado a Andrés. Pobre de mi bebe. Baje a la sala en donde todos estaban. Lo bueno es que Chaz se quedaría estos días conmigo. Aun me sentía incomodo con los nuevos. Carl es buena persona, pero muy serio y rara la vez que lo escucho hablar. David es también serio, pero muy paranoico. A cualquier ruido o movimiento ya está sacando el arma. Jean es un charlatán que todo el tiempo está riendo y bromeando y por ultimo Mike. A él no sé como describirlo, así que solo se queda Mike. Debo a empezar a no pensar en el. Ya bastante culpable me siento al sentirme excitada por otra persona que no era Justin. Esto no podía seguir pasando. — ¿Qué les pasa?—les pregunté al ver que todos estaban molesto incluso mi bebe que estaba en el regazo de Chaz. Sonreí al ver sus mejillas regordetas infladas. Cuando Andrés se enoja, tiende a bajar la cabeza haciendo que sus mejillas se inflen y me daba ganas de comerme sus mejillas de lo adorable.

—No hay comida— se quejo Alfredo en un puchero.

—Si, nada de comer—se quejo Carl molesto.

—Nada de nada—dijo Jean en un bufido.

—Ni siquiera papila para Andrés—dijo Mike también molesto. Vaya, es cierto lo que decían. A un hombre lo mantienes contento con el estomago lleno y al parecer eso pasa aquí. Pero tenía razón, no había nada de comer. Ayer se me olvido decirle a Ryan que tendría que salir al supermercado. Todos los meses movimientos se lo tenía que decir a él, según él, era para cuidarme. Pero vamos, vivo con cuatro hombres dos que parecen al mismísimo hulk en persona. ¿Qué me podría pasar? Nada, pero bueno es mejor ser precavida.

Trouble {Justin Bieber}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora