Trouble {Justin Bieber}

Capítulo XXIV: ¿Es niño o niña?

Narra Justin:

—___, por favor—rogué por teléfono. —Se que aun sigues molesta por irme aquel día de tu casa sin decirte el porque y no haberme despedido de tus tíos, pero por favor háblame, no te enojes conmigo—pedí antes de que el sonido de mensaje de voz sonara. ___ aun seguía molesta conmigo, pero ya habían pasado una semana. No podía seguir enojada por esta tontería ¿Verdad? he intentado hablarle, disculparme, incluso he ido a verla, pero sigue diciéndome que estaba ocupada. Tal vez era cierto, Chaz me había dicho que estaban en exámenes finales y sabia lo tensa que mi chica se ponía cuando se trataba de la universidad. Pero esto tenia que acabarse, moría por verla y estar con ella un rato. El entrenamiento del ruso me estaba matando, nos estaba matando a todos porque el cabrón había adelantado la pelea. Hasta Derek se había dislocado el hombro por el doble esfuerzo que nos estaba obligando a hacer. Es por eso que hoy iba a verla, ella no podría seguir ignorándome. Así tenga que secuestrarla y amarrarla como cuando nos conocimos, ella y yo íbamos hablar. —Me voy!—grité antes de salir de casa y manejar a casa de mi chica. Sonreí al encontrarla justamente saliendo del edificio y corrí hacia ella. —Nena—la llamé y esta se giró a verme confundida. —Ya no estés enojada conmigo por favor—pedí y esta suspiró abrazándome. —Lamento haberme ido sin despedirme—dije y esta asintió con una sonrisa.

—Discúlpame a mi por ignorarte estos días, la universidad me tiene estresada y muy cansada—se quejó y asentí besando sus labios. ¡Joder, la había extrañado tanto!

—No importa, hoy me escapado para pasar todo el día contigo—sonreí y esta alzó una ceja. —¿A dónde ibas?—pregunté.

—Tengo cita con el doctor—contestó y fruncí el ceño. ¿Otra cita? ¿No que las citas eran cada mes? Ella ya había ido al doctor este mes, yo la había acompañado. —Lo que pasa es que he estado sintiéndome mal y teniendo dolores, así que mi tía pidió una cita antes y es hoy—explicó y asentí aun confundido.

—Vamos, te llevaré—dije y esta abrió la boca sorprendida. ¿Por qué se sorprendía? Solo quería pasar el día con ella, pero muy en el fondo también quería ver al bebe. ¿Por qué? No lo sabia y honestamente me asustaba la respuesta. Me asustaba emocionarme por ver al bebe. ¿Eso significaba que estaba aceptando al bebe? No quería saber la respuesta. —Quiero ir contigo—dije rascándome la cabeza completamente nervioso. ¿Por qué me miraba así? No tenia nada de malo que quisiera acompañarla ¿No?

—Vamos—sonrió agarrándome la mano y reí llevándola a mi auto abriéndole la puerta. Como dije antes, iba a cambiar por ella y ser caballeroso era uno de esos cambios. Tenia que dejar de ser un patán si quería que esto funcionara.

—¿A dónde ibas?—pregunté poniendo el auto en marcha.

—Iba a coger un taxi para ir al hospital—contestó y me giré a verla mal. ¿Iba a coger un taxi? ¿Acaso no iba a llamarme? ¡Era su novio! ¿No se suponía que me llamara si necesitaba algo?

—¿No ibas a llamarme?—pregunté molesto y esta suspiró entrelazando nuestros dedos.

—Pensé que estabas ocupado con la pelea—contestó encogiéndose de hombros y asentí. Eso tenia sentido. —Chaz me ha dicho que el ruso les ha exigido el doble de entrenamiento en forma de castigo por haberle enviado el dinero tarde—dijo y asentí. —Por eso es que me sorprende verte aquí—rio y sonreí.

—Me escapé del gimnasio porque no soportaba que siguieras molesta conmigo, odio estar así—dije y esta sonrió besando mi mejilla. Tal vez estaba sonando como un cursi, pero era la verdad. Odiaba estar peleado y alejado de ella.

—Yo también lo odio, gracias por venir—sonrió y asentí besando su mano.

— ¿Cómo te sientes?—pregunté y esta hizo una mueca.