Trouble {Justin Bieber}

Capítulo Setenta y Tres: "Feliz cumpleaños, princesa"

Narra ____:

—Nena—escuche la voz de Justin y me queje dándome la vuelta para no escucharlo. De seguro tenía ganas y no quería hacerse otra paja. Ya lo conocía muy bien. –Princesa—se quejó y me voltee dándole un manotazo. Quería dormir. Apenas dos horas me había acostado. Estuve hablando con Wendy sobre lo que hizo y me confesó que se dejo llevar por Ciara. Eso fue algo que me preocupo. Ella me conto que estaba hablando con Ciara y esta le dijo si trataba de suicidarse, tal vez volvería a tenerlo y le hizo caso a su amiga. Me asusta que Wendy sea tan dependiente de Ciara. Todo lo que ella le diga, Wendy hace. No me gustaba eso, pero no podía meterme en eso. No era mi problema. –Joder ___, levántate de una maldita vez—gruño y me queje abriendo los ojos.

— ¿Qué pasa?—me queje y este sonrió besando mis labios. — ¿Justin?—dije confundida.

—Se que aún faltan dos horas para tu cumpleaños, pero no podía aguantar más—dijo y mire el reloj que marcaba apenas las once de la noche. Ahora que lo pensaba, me acosté muy temprano. Lo mire confundida y este sonrió. –Feliz cumpleaños nena—sonrió entregándome una cajita. Este encendió la lámpara y sonreí al ver la pulsera. Era de oro con unos guindalejos de nuestras iniciales. Además de que cada letra las separaba algo. Por ejemplo, la letra de Justin y la mía la separaba un corazón y a mi lado estaban unos pequeños piecitos con la A de Andrés. Lo mire con lágrimas en los ojos. Era tan hermosa. –Y falta esto—dijo poniéndose de pie y salió del baño con un ramo de rosas. –Para ti nena, muchas felicidades—dijo entregándomelas y negué poniéndome de pie abrazándolo fuertemente. –Ya no quiero que tu cumpleaños sea un día triste, quiero que de ahora en adelante sea especial porque nos tiene a Andrés y a mí, princesa—sonrió—Muchas felicidades, ya estas grande eh—dijo y reí besando sus labios.

—Gracias—susurre emocionada. Nunca pensé que Justin planeaba algo. Bueno, Chaz dijo algo de al menos un bizcocho, pero nunca me dijo que Justin tenía algo preparado para mí. –Muchas gracias Justin—solloce y este me abrazo.

—Mi vida, no llores—pidió tiernamente y sonreí viéndolo. –Te amo—sonrió y volví a besar sus labios, solo que esta vez más profundo. Sabía que tenía que ir lento porque estaba lo de la apuesta.

—Yo también te amo—sonreí y este volvió a abrazarme.

—Andrés también te tiene un regalo, pero él prefirió seguir durmiendo que sorprenderte nena—dijo y reí negando. Cogí las rosas y las pegue a mi pecho oliéndolas. –Ya sabes cómo es el—dijo y reí poniendo las rosas en la mesita de noche. Me voltee a verlo y le ofrecí la pulsera. Este sonrió cogiéndola y me la puso.

—Otra cosa que no pensare quitarme—sonreí viéndola y este rio. –Muchas gracias bebe—dije abrazándolo y este sonrió besando mi cabeza.

—Quería cantarte las mañanitas, pero eso es pura mierda, además de que no sé muy bien la canción—dijo y reí negando.

—Fue perfecto, gracias—sonreí pegándome a su pecho. –Juro que quisiera más que besarte, pero no quiero perder la apuesta—dije y este rio negando.

—Seguiré de paja en paja entonces nena—dijo y reí negando. –Enserio quisiera llevarte a la cascada y volver al plan original, pero no podemos—suspiro—Tenemos que irnos mañana a primera hora—dijo y sonreí. Se veía tan hermoso. El quería sorprenderme, desde que llegamos no deja de decir que quería llevarme a la cascada.

—Entonces vamos—dije y este me miro incrédulo. –No creo poder dormir de nuevo y de verdad me gusta ver tu emoción cuando hablas de esa cascada, así que vamos—dije y este sonrió.

—Eres la mejor, me da pena los otros chicos—dijo y fruncí el ceño. ¿De qué estaba hablando? –No pudieron conocer a la maravillosa ___, ahora eres mía y no dejare que nadie te conozca—dijo y reí negando. –Vamos a joderle el polvo a Riley—sonrió y reí. Este cargo a Andrés con cuidado que sonrió dormido mientras se aferraba al pecho de papá. Salimos de la habitación y caminamos a la habitación de Riley. Justin abrió la puerta de golpe haciendo que Megan y este se asustara. Agradecía que no estuvieran haciendo nada, sería un trauma para mí. –Te toca de niñero—dijo Justin entregándole a Andrés que se negó a soltarse de papá.