Capítulo Sesenta y Cinco: "Ciara"

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Narra Justin:

Gemí al sentir movimientos a mi lado y abrí los ojos acostumbrándome a la oscuridad. ¿Qué hora era? Fruncí el ceño viendo la hora, pero no me dio tiempo ya que recibí un almohadazo. Me gire con cara de pocos amigos a ver quien fue y mi sorpresa fue ver a ___. Fruncí el ceño al ver su rostro rojo. ¿Qué le pasaba? Rapido me senté en la cama y la mire confundido. Esta me miraba molesta incluso herida y no entendía por qué. ¿Qué le pasaba? ¿Acaso esto era un sueño? ¿Qué le pasaba?

—Nena—susurre y esta volvió a pegarme con la almohada. — ¡___!—me queje.

—Eres un imbécil—gruño molesta y fruncí el ceño.

— ¿Puedes decirme que pasa y porque mierda me levantas a las cuatro de la mañana?—gruñí molesto y esta volvió a darme con la almohada. –Vuelves a darme con la almohada y te juro que dormirás amarrada a una silla—le advertí y esta me miro mal. — ¿Qué mierda te pasa?—le pregunté.

—Eres un maldito idiota—espeto acercándose a mí y empezó a pegarme con la almohada. –Un imbécil, estúpido—dijo pegándome y agarre sus manos ya que estaba sentada sobre mí.

— ¿Qué pasa?—pregunté molesto. ¿Quién no lo estaría? Joder, apenas he dormido una hora y me levantan con almohadazos. ¿Quién no estaría molesto? ___ bufo soltando la almohada al piso y me abrazo. — ¿Nena?—la llame preocupado.

— ¿Qué hace Ciara aquí?—preguntó y suspiré. Mierda, se me había olvidado por completo de eso. No le había dicho nada. — ¿Por qué ella huele a tu perfume y porque dijo que se pasaron toda la noche besándose?—preguntó con lagrimas en los ojos. — ¿Por qué dice que soy una ilusa al creer que me eres fiel?—preguntó mirándome y trague saliva. — ¿Por qué Justin?—preguntó y limpie su rostro.

—El negocio que teníamos que cerrar tenía que ser con ella—dije y esta frunció el ceño. –Ya que no puedo ser Justin, me hice pasar como su pareja para que el árabe se fijara en ella y así pudiéramos robarle la mercancía—dije y esta asintió entendiendo. Agradecía que ella confiara en mí y no me hiciera un escándalo. Bueno, los almohadazos se perdonan. –Admito que me beso varias veces—dije y esta se tenso. –Y rápido la empujaba porque no estaba de acuerdo con eso nena—dije—Incluso sentí asco cuando me besaba—dije acostándome con ella encima de mí. — ¿Sabes porque me dio asco?—le pregunté. –Porque no soporto que otra chica me bese o me toque—dije y esta me miro con emoción en los ojos. –Hermosa—acaricie sus mejillas. –Nunca te seria infiel nena, ella me beso y tan pronto lo hizo, la aleje diciéndole que si lo volvería hacer, iba a terminar en la tumba—dije.

—Debería sentirme mal por ella, pero no puedo—rio y sonreí besando sus labios. –Dios, te juro que pensé lo peor—dijo y la mire.

— ¿Te la encontraste?—pregunté y esta asintió.

—Fui al baño y justamente los chicos llegaban—dijo saliéndose de encima de mí y volvió acostarse en la cama. Me puse de pie chequeando a Andrés que ya no tenía los audífonos y me incline a besar su cabecita. – Rapido me di la vuelta para no verla, pero la muy estúpida se acerco diciéndome todo lo que tú y ella hicieron hoy—bufo y sonreí acostándome detrás de ella. Pase mis brazos por su cintura y le proporcione varias caricias para que dejara de estar tan tensa por sentir mi entrepierna en su trasero. –Y siento haberte despertado así, pero estaba molesta—dijo y reí dándole la vuelta para que me viera.

— ¿Desconfías de mí?—le pregunté y esta negó rápido.

—Jamás lo haría bebe—sonrió—De la que no me fio es de ella—suspiró—Estoy segura que le hierve la sangre saber que una gorda si pudo lograr lo que ella nunca pudo—dijo y bese su mejilla.

Trouble {Justin Bieber}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora