Trouble {Justin Bieber}

Capítulo Cincuenta y Nueve: " Es mi culpa que él no esté"

Narra ___:

—Mírenme todos ahora—gruñí y todos me miraron. –Mientras estemos aquí, hay reglas—dije y todos se quejaron hasta Andrés que me jalo el cabello. –Oye, tú no puedes quejarte porque eres un bebe y yo te doy leche—le dije a este que rio escondiéndose en mi pecho. Volví a mirar a los chicos que miraban con emoción las puertas del supermercado. Lo sé, yo también quería entrar y coge un montón de cosas, pero antes tenía que advertirles a estos que mi casa no era una nevera. –Hey, aquí—les dije a todos y estos me miraron. –Las reglas son las siguientes—dije.

—Y que fuéramos a dejar al supermercado sin nada—se quejo Chaz y lo mire mal.

—Tú y Alfredo son capaces—dije y este bufo molesto.

—Vamos, ¿Reglas? ¿Enserio?—se quejo Mike y asentí meciendo a Andrés.

—Una, mi casa no es una nevera para que la llenen de porquerías—dije—Dos, no quiero que se pasen todo el día comiendo y dejándome la basura alrededor, no soy criada de nadie—bufe. –Tercero, no quiero que vayan a mi casa solo a comer—dije—Y tu—señale a Alfredo y a Chaz—Esa va para ustedes—dije.

—___—se quejo Alfredo.

—Por favor ___, ya quiero entrar—se quejo Mike y negué viéndolos. Todos tenían un carrito en manos. ¿Puedes creerlo? Hasta Carl y David tenían uno y eso que ellos solo comen comida que contenga vitaminas de energía.

—Por último, nada de comida chatarra—dije y estos me miraron incrédulos. Lo sé, yo dije que iba a llenar mi carrito de dulces, pero soy yo, no ellos. –No digo que no puedan tener dulces, pero moderado—dije poniendo  el carsil de Andrés en el carito y este se quejo. Odiaba el carsil, siempre lo ha hecho. –Así que, antes de pagar chequeare sus carritos para ver que llevan—dije.

—Estás loca ___—bufo Chaz.

—Lunática—dijo David.

—Ridícula—dijo Jean.

—Incrédula—dijo Carl.

—Exigente—dijo Alfredo.

—Aburrida—dijo Mike.

— ¿Qué dijeron?—gruñí y todos se dieron la vuelta entrando al supermercado corriendo. — ¡Chicos!—grite, pero nada. Estos ya se habían ido dejándome con la palabra en la boca. ¿Aburrida yo? ¿Lunática, ridícula y loca? ¡Já! No sabían lo que les esperaba. –Bueno osito, tu y yo iremos a coger las papilas—le dije a mi bebe mientras entraba. Mire mal a Carl y a David que cogían algunas frutas poniéndolas en bolsa para que se conserven.

—____—se acero David—Mike estará contigo—dijo con la mandíbula apretada y fruncí el ceño. Vi como Mike se acercaba a mí también con la mandíbula apretada y no llevaba un carrito. ¿Por qué todos estaban molestos? Yo debería estar molesta porque me insultaron. ¿Qué estaba pasando?

— ¿Qué pasa?—pregunté confundida y estos intercambiaron miradas antes de que David se fuera con Carl de nuevo. Me gire a ver a Mike que se posiciono a mi lado. –Mike, ¿Qué pasa?—pregunté.

—Alguien venia siguiéndonos—dijo con la mandíbula apretada y me tense. Lo mire asustada y este puso una mano en su espalda baja poniéndome nerviosa.

—Tranquila, nada va a pasarte—dijo y asentí mirando a Andrés que reía viéndonos. ¿Ven? ese niño era bipolar. A veces estaba feliz y otras veces enojado. –Ahora camina normal mientras Carl y David se encarga de lo demás—dijo y asentí moviendo el carrito. –Quiero zanahorias—dijo y lo mire con una ceja alzada. — ¿Qué? este es mi carrito también—dijo y bufe cogiendo una bolsa de zanahorias metiéndola en el carrito. Cogí brócoli y muchas frutas poniéndolas en el carrito. También cogí jugos naturales de frutas. Me gustaba hacerle las papilas a Andrés con ingredientes naturales. Hecha acá ya que aun es muy pequeño para las papilas que venden. Mike saco su teléfono y gruño entre dientes.