Maratón 1/4
Neymar.
2:30 pm.
—¿Cómo que se fue? ¿Para donde se fue? —pregunté analizando cada una de las palabras de Helena.
—Ella solo dijo que nos callaramos y se fue —Helena mordió su labio mientras que Rafaella se agarraba el cabello con nerviosismo.
Está mujer me va a matar. Si no la amará tanto quizás no estaría aquí.
Se enferma... ¿Y ella encuentra gracioso que se vaya a caminar por ahí? Dios, me has dado mucha paciencia, es oficial.
Me monté en el auto, Helena y Rafa imitaron mi acción y empecé a conducir hacía el parque más cercano, se muy bien que le gusta caminar cuando sabe que su vida está cayendo en picada.
Y maldita sea que estoy preocupado, no solo por donde esté ¿Qué tiene? ¿Qué sucedió allá adentro? Tal vez si nunca hubiera tomado esa actitud contra ella, ella me hubiera dejado estar ahí.
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4:18 pm
He recorrido cada rincón de está maldita ciudad y no veo rastro de ella. He llamado millones de veces a su celular pero sin embargo su celular esta apagado y esto no me gustaba para nada.
Si fuésemos personas ordinarias, le preguntaría a la gente de locales si la ha visto.
—Ney... —trató de hablar Rafaella.
—¡Cállate! —grité mientras conducía hacía el hotel— ¿No ven lo que han hecho? Mi novia podría estar en peligro en está ciudad solo porque ustedes la dejaron ir ¿Quién deja ir a alguien cuando está en el hospital y en ese estado en que la vieron?
Estaba enojado con Rafaella, estaba enojado con Helena, estaba enojado con _______ y estaba enojado conmigo mismo ¿Como podía ser tan imbécil de no cuidarla?
—Ella no es tonta... —aseguró Rafaella.
—Si lo es —aseguré— Es tonta, testaruda, egocéntrica y despistada pero sobre todo tonta, no tiene porque hacer esto.
Mi celular empezó a sonar y sin mirarlo contesté.
—Neymar la habitación está cerrada —era Dani.
—¿Cómo que está cerrada?
Ella había vuelto.
—He tocado y hemos estado gritando para que abriera pero no abre —sonó seguro.
—Ya voy para allá —suspiré.
Estaba aliviado pero no del todo, había algo en mi que me decía que nada estaba bien pero quiero mantenerme positivo.
Minutos después estacioné frente al hotel, saliendo al instante dejando a Helena y Rafa en el auto. Entré al lobby y subí las escaleras hasta llegar al piso de la habitación de ______ ahí se encontraban los chicos sentados.
—Hemos intentado de todo pero nada —habló Oscar encogiéndose de hombros.
Me acerqué a la puerta y toqué.
—Hey nena, soy yo, abreme por favor —grité mientras tocaba.
Pero nadie contestó ni abrió.
—Dani, llama al gerente del hotel.
Dani me hizo una seña de que bajaría y lo hizo.
Estoy entrando en pánico y no se siente para nada lindo.
Solo tengo que respirar y relajarme.
Podría matar a alguien en este momento.
No lo harás.
Tranquilo.
Dani subió junto con el gerente quien se veía algo estresado y de muy poco humor.
—Espero que sea algo importante —habló odiosamente.
—Necesito que abra está puerta.
El se río de mi comentario.
—Lo siento pero eso no sucederá Da Silva —se dió media vuelta para irse.
Pero yo no estoy para bromas, lo agarré de la camisa y lo voltee poniéndole frente a mi.
—Abre la maldita puerta —hablé pausadamente.
El entre suspiros amargados se levantó la camisa y mostró la cantidad de tarjetas que había en su bolsillo todas colgando de un aro plateado. Lo arranqué de su bolsillo y las tomé mientras lo soltaba.
—Dime la cual es.
—La que tiene el número de habitación —dijo arreglándose la camisa.
Vi hacía la puerta y decía 154. Agarré la tarjeta y la coloqué, se abrió la puerta y entré bruscamente pero no había nadie.
Maldita sea mil veces.
Todo se veía desordenado, el armario estaba abierto con alguna ropa tirada, la cama de ella estaba como un desastre y todo se veía realmente mal. Recogí la ropa que estaba tirada y efectivamente era de ella pero sin embargo habían unas cinco prendas, lo demás estaba vacío.
Golpee cada cosa que estaba en la habitación ¿Y ahora que haría? ¿A donde la buscaría? Sentí como alguien tocaba mi hombro y era Dani junto con los demás.
Vi el baño que estaba entre abierto y decidí entrar, todo estaba tranquilo y sin nada que decir. Suspiré, si, estoy realmente frustrado y sin saber que hacer.
Me siento como un adolescente perdido sin saber que hará con su vida después de haber reprobado el año, me siento peor que eso.
Bajé mi vista y pude ver un test de embarazo.
¿Qué?
Ella no podía estar...
Tomé el test con mis manos y marcaba positivo.
Oh, mierda...
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La hija de Maradona {Neymar y tú}
Teen FictionAmbos se odian. Ambos han sufrido lo suficiente. Se conocieron y ambos pusieron sus mundos de cabeza.