Neymar.
—Estás pálida —dije notando su rostro.
Ella tenía su mirada apartada y cuando me escuchó se sobresaltó y en seguida me miró.
—¿Eh?
No pude evitar reír, es tan adorable y tierna a la vez.
—Te pusiste como si te estuviera pidiendo tener siete hijos en este momento —ella se sonrojó.
Parecía una niña de quince años sonrojándose por cualquier cosa, era una gran cualidad en ella, me encanta notar ese color rojo carmín en sus mejillas, me encanta tener ese efecto en ella.
—Es que eres muy directo —se rascó su brazo.
—Pues es mejor así ¿no? —me levanté de la cama y la miré— Arreglate, hay que ir a cenar.
Ella fruncío el ceño y se cruzó de brazos.
—No tengo hambre.
Ahora fui yo quien se cruzó de brazos.
—No recuerdo haberte preguntado si tenías hambre —empecé a caminar hasta la puerta— Irás a comer y listo.
Ella suspiró exasperada y ocultó su rostro con una almohada mientras gruñía.
Yo reí y salí de la habitación para dirigirme hacía la mía.
Al entrar no fue difícil escuchar a Moisés y a Dani hablar sobre la situación de Rafaella y él. Claro que yo me mantendría al margén de esa relación.
Está mañana al desayunar me había extrañado que ___ no había bajado para desayunar iba a ir por ella pero Dani me convenció de que ella debía tener sus momentos de chicas así como el y yo debemos tener nuestros momentos de chicos, salimos al centro comercial y nuestro momento de "chicos" pasó a ir a una tienda de videojuegos a estar en una peluquería pintándonos el cabello de rubio, claro que el mío es rubio y el de él es rubio platinado.
Cerré la puera y ambos voltearon a verme y Moisés me miró esperanzado.
—Ayúdame con tú hermana —literalmente me rogó con la mirada.
—¿Qué? —en seguida negué— Olvídalo hermano, resuelvelo tú —me dirigí hacía el refrigerador y tomé un sprite.
—Vamos, ella es tu hermana, he hecho de todo pero no quiere ni escucharme —se agarró el cabello— por favor, tal vez si tu le hablas escucha a su hermano mayor.
Pude escuchar una risa de parte de Dani mientras se concentraba en su celular.
—Rafaella cuando está molesta por cualquier cosa a la persona que menos quiere ver es a mi —bebí de mi sprite— Y la razón es porque nunca le digo lo que quiere escuchar —me encogí de hombros— Además ¿Si yo la llegará a cagar con _____, me ayudarías para que no este molesta conmigo?
El pensó un momento, parecía entrar en razón. No es que no me importará solo que no soy persona de estar en medio de dos como si fuera un especie de reencarnación de cupido él cual no pienso ser.
—No porqué no soy su hermano, en cambio tu si eres el de Rafaella.
Coloqué los ojos en blancos.
—Por favor, Neymar —suplicó— De verdad quiero a Rafaella y en serio ya no se que hacer, necesito realmente que me ayudes.
Me lamentaría toda mi vida por hacer esto.
—Bien —suspiré.
El colocó una sonrisa de oreja a oreja y palmeó mi espalda abrazándome me quitó mi refresco dejándolo caer al suelo y me llevó hasta la puerta.
—Haz tu magía —abrió la puerta y me sacó de la habitación cerrando la puerta en mi cara.
Esto es perfecto, realmente perfecto no sé ni en lo que me metí.
Llamé el ascensor y al abrirse estaba la pelirroja que al verme sus ojos se iluminaron y empezó arreglar su cabello.
Lo que me faltaba.
—Hola señor —dijo con una voz sensual mientras me adentraba al ascensor.
—Hola —dije sin ánimos. Iba apretar el botón para bajar pero ella se adelantó y lo presionó, la miré confundido— Gracias.
—De nada —dijo sonriente.
Empezó acercarse a mi y acariciaba mi pecho, iba a besar mi cuello pero en seguida la aparté de mi.
—Hey —dije parándola— no te conozco y no quiero hacerlo, la última vez que te vi mi novia casi me quita el labio y no quiero que para la próxima me quite un ojo, gracias —dije acomodándome para ver hacía el frente.
Ella entre abrió la boca, parecía ofendida.
—Oh, pobresito, no deberías estar con esa loca psicópata —tocó mi brazo.
Deje escapar un suspiró pero de cansancio.
—¿Y por qué no habría de estarlo? Es la chica más maravillosa que puedas conocer —la miré sonriente— Y no puedo pedir más en una chica, todo lo tiene ella.
Y de querer a alguien con silicona y bótox, me concentraría en conquistar a una de las kardashians.
Ella me miró pero está vez si parecía ofendida, las puertas se abrieron y salí literalmente corriendo de ahí. Sabía que Rafaella estaba en la piscina con Davi y Helena así que me dirigí ahí.
Al llegar estaba Davi en la piscina para bebés y Rafaella cuidaba de el mientras que Helena llevaba sol.
—Hey campeón ¿te diviertes? —dije al llegar. El me miró y sonrío al instante empezando a levantar agua.
—Si —sonó emocionado.
Yo solté una risita y vi a Rafaella.
—¿Qué tal todo?
—Bien —dijo sonriendo.
Está sonriendo, eso es algo.
—¿Podemos hablar? —pregunté sonriente.
—Mmm —hizo como si pensará— No —se colocó seria inmediato.
Perfecto, solo me tocaba empezar a rogar y todo por ser buen amigo.
—Por favor —le pedí. Ella me miró y suspiró.
Ella se alejó un poco de Davi sin salirse de la piscina y me miró.
—Bien... —iba hablar pero ella me interrumpió.
—Escúchame a mi —sonó firme, molesta y como si quisiera matarme en este momento— Se que Moisés te mandó hablar conmigo y solo te digo una cosa, dile que me deje en paz, no quiero saber nada de él ni de sus supuestos sentimientos hacía mi realmente no quiero siquiera verlo así vete y dejenme ambos en paz —decía entre dientes para susurrar.
Se alejó de mi y fue hacía donde Davi para empezar a jugar con él.
Bueno, hice lo que pude.
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Bueno algo corto pero hago lo que puedo en un día tan movido y apretado como hoy D:
♡♡¡Feliz navidad a todas mis hermosas lectoras!♡♡
♡♡¡Las amo! Que la pasen increíble y que Santa les traiga todos los regalos del mundo, se los merecen♡♡
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La hija de Maradona {Neymar y tú}
Ficção AdolescenteAmbos se odian. Ambos han sufrido lo suficiente. Se conocieron y ambos pusieron sus mundos de cabeza.