Neymar.
Moisés y yo estábamos en la habitación, yo estaba sentado en el sofá esperando a que hablará pero en cambio el solo caminaba de un lado hacía otro, se veía preocupado, estaba preocupado. Lo único que ha repetido desde el restaurante hasta la habitación fue que quería ver a Rafaella, no lo permitiría.
El me explicaría todo, y lo haría ahora.
—Moisés deja de moverte como si tuvieras pulgas y siéntate para que me hables —dije ya harto.
El parecío preocuparse más, no me hizo caso y siguió caminando de un lado a otro. Yo bufé cansado y deje descansar mi cabeza en el sofá cerrando los ojos.
Odiaba meterme en los problemas de los demás, siempre me parecío innecesario simplemente me parecía algo de mal gusto las personas que se metían en lo que no les importaba pero está vez se trataba de mi hermana y se que mi relación con ella no es la mejor pero no permitiré que un idiota le haga daño
—Hermano, no sé que hacer —habló finalmente, yo lo miré en seguida y me acomodé en el sofá— Me encanta Rafaella, realmente me gusta y es una chica que vale la pena multiplicado por mil —asentí tratándolo de entender— es la única chica que creo que ha estado conmigo a pesar de saber que aún los sentimientos por Dalma me confunden, es decir, no tendré nada con ella ni pienso tenerlo pero no quiero sentirme confundido, quiero sentirme seguro de que me gusta Rafaella —suspiró— por algo no le he dicho que sea mi novia.
Esto me recuerda tanto a una historia similar con Rafaella y un chico de la secundaria.
A ella le gustaba Brandon, era el típico chico que tenía a todas y era el más guapo pero también le gustaba a otra chica, Niko, que era amiga de sus amigas y quienes a veces compartían en el mismo sitio pero claro los problemas empezaron cuando ambas se enteraron de que les gustaba el mismo chico. Niko ya había estado con Brandon, ambos aún se querían pero Brandon conoció a Rafaella y fue cuando según él, se enamoró.
Niko y Brandon volvieron al cabo de unos meses.
Una historia similar, justo como la de Moisés, Dalma y Rafaella. Solo que espero que no se quede con ninguna de las dos y se consiga otra chica.
—Aclara tus sentimientos, no te puede gustar Dalma y Rafaella —me encogí de hombros.
Moisés negó.
—No me estás entendiendo —se acomodó en el sofá para quedar frente de mi— No me gusta Dalma y de eso estoy seguro pero cuando la veo me confunde y aún duele pero tengo a Rafaella quien de verdad no pienso dejar —iba hablar pero el me interrumpió— No Neymar está bien, se que es tu hermana y lo siento si le he hecho daño pero es parte del hombre hacerle daño a la mujer de una manera u otra, no lo sé pero siempre somos así. Solo quiero hacer las cosas bien con Rafaella —iba a volver hablar pero me volvió a interrumpir y se dirigió hacía la puerta— ¡Tranquilo! Solo quiero cuidar de Rafaella y demostrarle que lo que está pasando por su cabecita en estos momentos, es solo su mente.
Y dicho esto abrió la puerta de la habitación y salió dejándome con la palabra en la boca. Volví a bufar y cerré los ojos, quedándome dormido en el sofá.
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—Lamento arruinarles la noche —habló Rafaella mientras lloraba sin parar.
Estábamos en las escaleras del piso que subía al piso de arriba y ella solo lloraba, mantenía sus piernas envueltas con sus brazos.
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La hija de Maradona {Neymar y tú}
Novela JuvenilAmbos se odian. Ambos han sufrido lo suficiente. Se conocieron y ambos pusieron sus mundos de cabeza.