______.
—No puedo creer que estés celosa, ____ —habló Rafaella cruzándose de brazos.
—¡No estoy celosa, maldición!
—¿Y por qué te molestaste cuando supiste que Sergio tiene novia?
Estábamos empacando, ella me ayudaba con mi ropa y la de Davi, volveríamos a fortaleza para el partido de Brasil contra Colombia. Neymar seguía molesto y no me ha hablado en todo el día pero eso no impediría que estuviera ahí para apoyarlo.
—Es que Rafaella no lo sé, fueron sentimientos muy encontrados —mi voz se escuchaba melancólica y no entendía el porque.
Ella me miró y pareció entenderme por lo cual bajo un poco la guardia y relajó sus músculos mientras colocaba su ropa suavemente.
—¿Todavía sientes algo por Sergio?
—¡No! —me apresuré en decir— No siento nada por el y de eso estoy segura.
—¿Entonces?
Ni yo misma me entendía, no entiendo el enrredo de mi cabeza no entiendo que es lo que pasa conmigo. No siento nada por Sergio y lo sé, ya que mi mundo empieza y termina con Neymar pero es un sentimiento raro.
—Es como si me doliera saber que él ya definitivamente no siente nada por mi —Rafaella me fulminó con la mirada— Rafa entiéndeme, Sergio fue el único hombre que amé por mucho tiempo y aunque no sienta nada por el, no lo sé tal vez siempre pensé que iba a ser la única mujer de la que el estuviera enamorado.
Y eso era, finalmente mis palabras salieron y era exactamente lo que sentía.
—Ya entiendo —Rafaella me miró y sonrío de medio lado.
Ojala Neymar me entendiera.
—Oye... —llamé su atención— ¿Qué hay de Moisés? ¿Han hablado?
Ella suspiró y tiró la prenda que tenía a la mano en la maleta y se sentó en la cama.
—¿No han hablado Rafaella? —la reprendí.
Ella negó con la cabeza.
—Es que se me hace imposible, no puedo borrar la imagén de Dalma y Moisés juntos.
De un momento a otro ella se encontraba triste y su mirada perdida en el suelo como si estuviera buscando un consuelo.
—Tienen que hablar, el realmente te quiere.
—No lo sé —suspiró y me miró— No me ha buscado ni llamado ni siquiera me mira creo que de verdad no sintió nada importante por mi.
—No creo que sea así Rafa —me acerqué a ella y agarré su mano— Ten la mente positiva, tal vez no sea así —ella sonrío sin ánimos.
—De acuerdo.
—Bien, ahora a empacar que nos falta la tuya —ordené, ella río y seguimos en lo nuestro.
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Odio estar en un avión creo que he dicho lo mucho que odio viajar pero ahora lo odio más, estoy en el medio de Neymar y Davi, Davi está durmiendo mientras su cabecita esta recostada del asiento en dirección a la ventana, se había quedado dormido viendo el paisaje.
Neymar solo está con su celular y escuchando música.
Moví mi mano hacía la de el que se encontraba vacía y la tomé. El apartó su vista de su celular y miró mi mano que agarraba la de el, pude escuchar un suspiró de parte de el se removió en su asiento y apartó de mi agarre.
Dolió más que diez disparos en el pecho.
Sentí mi corazón quebrarse, estaba siendo indiferente y era mi culpa, mi culpa por haber sido tan estúpida y no pensar. Y es que nada está bien, todo esto es serio y tal vez no quiera hablar conmigo ni verme en mucho tiempo.
Ese horrible nudo en la garganta que te hace callar cuando quieres gritar que te hace fingir cuando quieres llorar y que te hace sentir lo peor del mundo.
El miró hacía atrás y se levantó del asiento, dejándome ahí.
Y así es como me siento, la peor persona. Sentí mis ojos llenarse cada vez más de lágrimas, cerré los ojos y fue cuando salieron todas mis lágrimas acumuladas, se deslizaban por mis mejillas mientras los sollozos no tardaban en salir de mi boca. Dolía y dolía como nada me ha dolido, no quería, nunca quise conocer al Neymar indiferente y frío pero yo lo había provocado y era mi peor consecuencia vivida. El no quería saber nada de mi, no quería estar cerca de mi, no quería verme y me esfuerzo para que todo pase pero no podía.
Lo peor de todo es que el también estaba dolido.
Y tengo miedo de perderlo, no quiero perderlo, me da miedo en tan solo pensar que podría terminar todo. Tapé mi boca para evitar que saliera un sollozo más de esta. Mis lágrimas no paraban de salir y mis ojos comenzaban a picarme.
Sentí como se sentaban a mi lado y tocaban mi hombro, voltee lentamente y vi a Moisés sonriendo de medio lado con un pañuelo en su mano.
—Neymar me pidió que estuviera contigo que no te dejara sola.
No pude evitar sollozar y tapar mi rostro.
—Oh _____ —el me agarró de mi hombro y me llevó hacía su pecho mientras yo me refugiaba en este— Lo arreglarán, saldrán de está, ya verás —susurraba.
Y ojala fuera rápido, esto me estaba matando lentamente.
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La hija de Maradona {Neymar y tú}
Ficção AdolescenteAmbos se odian. Ambos han sufrido lo suficiente. Se conocieron y ambos pusieron sus mundos de cabeza.