Neymar.
—Amor, hazle caso a papá ¿si? —hablaba ___ por celular con Benjamin— Te amo hijo, diviértete mucho.
Davi corría por todo el parque junto con los hijos de Hulk, ___ estaba sentada a mi lado mientras yo sujetaba su mano entrelanzando nuestros dedos mientras ella colgaba el celular y mantenía su sonrisa de oreja a oreja, amaba verla feliz, haría cualquier cosa por verla siempre así, sin preocupaciones, sin nada que la haga fruncir su hermoso ceño.
La vi a mi lado, su hermoso cabello teñido de castaño caía perfectamente mientras que el viento lo movía, su sonrisa al ver a Davi divertirse, su hermosa nariz perfilada, sus ojos aún no creo que sea un jodido hijo de puta con tanta suerte en el mundo. Llevé su mano hacía mi boca aún entrelazada con la mía y la besé, ella voltea a verme en seguida sin quitar su sonrisa.
—¿Sucede algo?
Maldición, apenas respiro.
—No.
Lo digo casi inaudible pero sonrío ampliamente, estar con ella es todo lo que deseo y estoy tan feliz de que haya sido ella a la que haya lanzado a ese lago.
Ella no parece creerme.
Entrecierra los ojos y su expresión se vuelve seria, esta inspeccionando cada parte de mi rostro para luego parar y mirar fijamente mis ojos y así inspeccionar si algo extraño hay algo en ellos.
Pero sabe que digo la verdad, en seguida alivia sus ojos y sonríe, vuelve su mirada al frente y sigue mirando en el parque que parece darnos un ambiente hogareño. Sonrío y veo hacía mi lado, una linda pareja jugando beisbol con sus dos hijos y su hija parecían ser tan felices y pasarla tan bien ¿Algún día estaré en esa posición con _____? ¿La amaré como realmente quiero amarla?
Al parecer es cierto, tal vez no sepa nada del amor, hago planes repentinos los cuales se pueden caer en tan solo dos horas. Las cosas entre nosotros sucedieron ligeramente rápido temo que así de rápido como llegó, rápido se vaya.
—Hay que irnos —susurró en mi oído.
Volteo ligeramente hacía ella y está sonriendo con Davi en brazos, veo como Hulk está con sus hijos y los demás van caminando hacía la salida.
Asiento y tomo a Davi en brazos mientras me levanto de la banca para luego tomar de la mano a ____ e irnos del parque.
***
—¿Tu dices? —reí al escuchar la interesante historia de Dani.
—Claro hermano, si no pasaba el balón posiblemente todos me mataban —río.
6:45 pm.
Rafaella llevaría a Davi al restaurante junto con Helena para así cenar y tendría que arreglarme para bajar a cenar con ellos y posiblemente no me daría del todo tiempo, en realidad, casi nunca me da tiempo nada.
—Nos vemos abajo hermano —chocamos manos y yo salí de la habitación para luego entrar en la mía la cual ahora compartía con ____.
Al entrar solo lancé la tarjeta en el centro de mesa y me tiré en el sofá, escuché que la ducha estaba prendida y la música estaba a todo volumen Troublemaker de Olly Murs así que solo tapé mis ojos con mi brazo y decidí descansar un poco después de un día tan largo y sin descanso.
La canción cambió de golpe y ahora solo se escuchaba Bel Air de Lana del Rey mientras que escuchaba la voz de ____ cantarla, abrí mis ojos y voltee hacía mi derecha y quedé sin aliento.
El perfecto cuerpo de ____ solo llevaba un brasier y bragas de encaje como perfecta combinación, sus pequeñas pecas en la espalda mientras se ponía de puntillas para alcanzar su ropa en el último cajón del chifonier, no dude dos veces y me acerqué a ella lentamente la cual no parecía estar consciente de mi presencia en la habitación.
Tomé su cintura y me incliné para sacar la ropa del último cajón.
Ella tembló al sentir el contacto de mi mano en su cintura por lo cual retrocedió, me voltee hacía ella y estiré su ropa la cual tomó con algo de dificultad mientras me miraba con los ojos como platos y con su mejilla levemente rosada.
—Creí que estabas durmiendo.
A penas podía hablar, noté como tomaba una toalla y tapaba su cuerpo con el.
Debe estar jodiéndome.
—Vamos nena ¿Vas a taparte? —me crucé de brazos.
Ella parecía no entender mi pregunta pero después de unos segundos pudo entenderla.
—¿Qué pretendes? ¿Qué me quede desnuda? —sonó ofendida.
Arquee mi ceja.
—Amor, ya te vi.
Yo estaba tranquilo ¿Ella lo estaba? Lo dudo mucho, ella parecía estar ansiosa, incómoda y comenzaba a ponerse de mal humor, como la adoraba cuando se ponía así.
—Salte para yo poder cambiarme en santa paz —protestó.
Me acerqué a ella y quité la toalla que cubría su cuerpo y la tomé de la cintura.
—¡Neymar! —trató de zafarse pero fue en vano.
Me acerqué para besar su cuello y eso la hizo estremecer, se había puesto perfume y maldición que olía tan bien, ella colocó sus manos en mis hombros pero no hizo ningún esfuerzo de separarme de ella.
—Para...
Su piel se estaba erizando, deje su cuello para así ver su rostro y acercarme a el para dejar pequeños besos.
—Hay que bajar a cenar.
Nuestras respiraciones se aceleraban cada vez más y era imposible querer parar.
—Ya tendremos tiempo de comer.
Y fue cuando su brasier cayó en el suelo mientras que nos acostabamos en nuestra cama donde seríamos uno.
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Lamento que no describa la acción pero mi morbosidad no llega e.e
Y también lamento tardar tanto (otra vez, ah)
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La hija de Maradona {Neymar y tú}
Novela JuvenilAmbos se odian. Ambos han sufrido lo suficiente. Se conocieron y ambos pusieron sus mundos de cabeza.