Cepillo mi cabello mientras Dina en ropa interior camina por su habitación. Tras una larga clase de enseñarme a golpear, decidí quedarme en la casa de Dina. Es una suerte que muchas de mis ropas descansan aquí, después de todo llevamos muchos años siendo amigas.
Ahora uso mi bata corta y ajustada color violeta, que se asemeja más a una camiseta larga y ajustada. Me gusta, es cómoda y ligera.
—Vi a Allan con su nueva novia, ya sabes, estuve a instantes de decirle a la pobre que huyera, ese hombre no sabe besar, ha sido el peor beso de mi vida —dice Dina, pasando una camisa por sobre su cabeza, una camisa de hombre que desde luego no es de ella ni de su hermanito, la miro enarcando una de mis cejas—. Es de Richard, la otra noche la dejó, pero no porque tuviéramos sexo...
—¿Ah, no? —pregunto y cruzo mis brazos, Dina se enreda en sus palabras cuando trata de excusarse—. Richard y tú son la peor pareja de exnovios por haber. ¿Por qué simplemente no están juntos? Viven teniendo sexo continuamente, pasan noches juntos y no se lían con más nadie, pero según ustedes son exnovios.
—Así somos felices.
—Ustedes están locos, déjame decirte que... —no puedo continuar porque mi celular suena y rápidamente voy por él.
No me desilusiono cuando es una imagen multimedia, con la identificación de
«Chris»
Sonrío como idiota porque es una imagen de sus hermosos ojos. Es una foto hermosa y si se me permite decirlo, es artística.
He notado que tenemos una especie de dinámica: a veces yo envío una foto caliente y él envía una caliente de regreso, y otras veces uno de nosotros envía una caliente y el otro envía una inocente de vuelta. Estamos locos, pero estamos siendo locos juntos, lo cual es cursi y cliché, pero no me importa.
«Tengo esa absurda idea, de que si envío mis ojos, ellos podrán observar lo que no puedo ver yo».
Esas palabras me recorren, puede ser una imagen inocente, pero Chris sabe cómo darle el toque picante con sus palabras.
No he visto a Christopher en cinco días, pero los mensajes no se han detenido, y durante las noches en tres ocasiones hemos hablado un poco por teléfono, de acuerdo, quizás han sido horas, pero ha sido agradable.
Me doy cuenta que he tardado en responder, así que me pongo de pie y aprovecho que tengo a Dina, le arrojo prácticamente el celular mientras me ubico en su cama. Me recuesto un poco, estiro una de mis piernas y la otra la flexiono.—¿No se me ve la ropa interior verdad? —pregunto, mientras Dina me observa con confusión.
—No, te ves caliente de hecho.
—Muy bien, tómame una foto y no preguntes para qué. Es para ver algo.
—¿Para ver qué?
—Para ver cómo me veo de esta manera, muévete.
Dina rueda sus ojos y no pregunta más, tenemos muchos años de amistad como para saber que miento y que en algún momento le diré la verdad.
La muy lista se sube sobre la cama, se pone de pie sobre mí y me hace observar hacia arriba, de manera de que según ella el ángulo resulta favorecedor.
—No, no sonrías. Deja un rostro libre de expresión —pide—, así es, ajá, justo así, Tn.
—No te creas una fotógrafa profesional perra, y toma la foto.
Dina ríe mientras captura la foto, la ve durante un momento y luego me sonríe.
—Sales caliente, si tuviera pene, se me hubiese parado.
—Gracias, Bebé, siempre tan romántica —digo, tomando mi celular y viendo la foto.
Muy bien, esta podría ser una de las mejores fotos para la que he posado, es ardiente, inocente e insinuante. Es perfecta.
Escribo rápidamente «¿ven esto tus ojos?» y envío la pregunta, muerdo mis labios una vez más mientras espero alguna respuesta.
Mi celular suena.
Frunzo el ceño ante la imagen de lo que parece el suelo de su habitación, pero luego río con sus palabras:
«Ahí es donde me encuentro tras desmayarme con tan increíble foto. Eres hermosa y malditamente caliente. Me gustas».
Oh, bueno, él ha dicho que le gusto.
Muy buena reacción.
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Censurado
Lãng mạn⚠LA NOVELA NO ES MÍA ES RESUBIDA⚠ La novela original la encuentran en el Instagram de @cv._novels_ sin más que decir disfruten la novela 🙃