Censurado

Capitulo 122

—¡Es de chocolate! —exclamo emocionada viendo mi pastel de cumpleaños.
—Lo mejor para la perra rusa —asegura Jessie con suficiencia.
—Espero y me toque un gran trozo de pastel —murmura Erick.
Jessie le da una mirada a Erick, pero sorprendentemente Erick es ahora quien ignora las miradas de Jessie, lo cual es interesante porque incluso estoy molesta con Jessie por parecer caprichosa, ahora que él la ha superado ella parece estar interesada. Me alegro de que Erick tenga dignidad, incluso si Jessie es mi mejor amiga.
—Tn, tienes que darme el mejor trozo de pastel —implora Dina juntando sus manos en una súplica infantil.
—Podríamos llenarte de pastel de chocolate —murmura Richard observando de manera apreciativa el cuerpo de Dina, como si no lo conociera bastante bien. Jessie y yo rodamos nuestros ojos.
—Bueno, deberíamos apurarnos, Tn tiene todo un tour, su mamá y Chris. Así que a cantar cumpleaños personas promiscuas —apremia Landon.
—Habló el rey de los tríos —murmura Erick riendo, ganándose un codazo de Landon.
Gretta se mantiene en silencio pero con una sonrisa, mientras Joel parece bastante interesado en apreciar su belleza; de hecho, Joel no dice nada, solo la observa. Qué cliché es el hecho de que tengo la impresión de que todo quedará entre amigos, excepto por Landon, aunque a él podría juntarlo con el tímido, inteligente pero encantador Steven que se mantiene tomando de su gaseosa.
Recuerdo a Chris diciéndome que no intentara ser casamentera y río.
La tienda de CDS está cerrada especialmente para cantarme cumpleaños, este es uno de los lugares de Christopher, eso solo lo hace más especial.
—Muy bien, a cantar cumpleaños —grita Dina.
Inmediatamente ellos comienzan a cantarme cumpleaños de una manera bastante desordenada, da la impresión de que Richard está cantando una canción de Queen y no de cumpleaños. Río
aplaudiendo con ellos.
Veinte años, tengo veinte años, estoy un año más cerca de morir pero también un año más cerca de ser muy sabia, claro, sabia.
Han sido dos meses desde lo sucedido, mamá sigue rota, un poco más calmada y a veces se mantiene con más tiempo con nosotros cuando hablamos. Chris sigue siendo Chris. Sigue estando en coma.  Cada tres días a la semana me tomo alguna foto nueva y la envío a su celular con un mensaje, estoy temiendo llenar la memoria de su celular, pero me alegré cuando vi que el muy desgraciado tiene una memoria de 32G. ¡¿Quién necesita tanta memoria?! Evidentemente

parece que Chris la necesita.
—¡Pide un deseo! ¡Pídelo! ¡Pídelo! —grita Dina.
—¡Dina! ¡Cálmate! Tal vez deberías llevarla a tener sexo, Richard—sugiere Jessie.
—Al menos yo tendría sexo —asegura Dina y para dar fe de sus palabras salta prácticamente sobre Richard y comienzan a besarse de una manera que podría calificarse porno, además del hecho de las
manos de Rich yendo inmediatamente a su trasero.
—Amigo, estoy viendo porno en vivo —murmura Landon ladeando su cabeza—, solo falta la penetración, por la manera en la que él estruja su culo pareciera que van a hacerlo de manera an...
—Landon —digo riendo.
—Como sea, sopla la vela y pide un deseo —alienta Landon.
Me inclino sobre el pastel y siento como palmean mi trasero, giro mi cabeza y Jessie sonríe.
—Lo siento, tú te inclinaste y pareció que necesitabas una nalgada.
Río y cierro mis ojos, solo hay una cosa que quiero: Conocer a Shawn.
De acuerdo, estoy bromeando, no es que no quiera conocer a ese bombón, pero mi
verdadero deseo es más real y menos egoísta.
Vuelve Chris, siempre serás mi deseo.
Abro mis ojos y soplo la solitaria vela para luego sentir el dedo de Landon en mi rostro con crema de chocolate.
—¡Maldito! —grito riendo.
Savannah, la chica que trabaja en la tienda nos observa y sonríe, creo que le agrado un poco y creo que ella me agrada un poco.
Después de todo, gracias a ella tuve la fiesta de los brownies.
[....]
—¿Qué tal este cumpleaños?
—Pudo ser mejor, pero de alguna manera la he pasado con las personas que amo —murmuro a papá. No es una mentira.
Estuve con mis amigos, luego visité a mamá y logramos conversar por diez minutos. Hacia el final de la tarde estuve una hora con Chris, parecía que yo hacía un monólogo, pero entre nosotros nunca
hubo silencio y de ninguna manera dejaría que lo hubiera ahora. Yo muy bien puedo llenar el silencio por los dos.
Papá saca una pequeña caja de terciopelo, llevo mis manos de manera dramática a mi boca.

—¡Oh, por Dios, Gael ¡Sí! ¡Claro que sí! ¡Quiero casarme contigo! Ni siquiera debes preguntar.
Papá me ve desconcertado por largos segundos antes de comenzar a reír fuerte. Sonrío, me alegra hacerlo reír, hace mucho no lo escuchaba de ese modo.
—Hija yo no sé qué voy a hacer contigo, tú y tus locuras podrían hacer mi estómago doler de tanto reír —asegura antes de besar mi frente.
—Bueno, solo pensé que me estabas dando un gran anillo, ahora dame mi regalo —pido, extendiendo mi mano, él ríe depositando la caja en mi mano.
La tomo con entusiasmo. En esto Landon y yo somos iguales: Amo los regalos.
La abro encontrando una llave, me desinflo por breves segundos triste de que no sea un collar o pulsera, pero entonces caigo en cuenta de algo.
—¡Oh, mi Dios! ¡Oh, Mi Dios! ¿Es lo que creo que es? —gritó dando saltitos el ríe.
—Tu madre y yo lo planeamos desde hace casi un año, reunimos e invertimos. No es el súper auto, pero es bastante bonito...
—¡Gracias, gracias! —grito abrazándolo con fuerza—. No importa cómo es. ¡Es un auto! ¡Mi auto!
—Me alegra que te guste, mereces mucho mi niña rusa.
—¿En dónde está?
—Debemos ir por él este sábado. Es nuevo.
—Oh, Dios, podría hacerme pis de la emoción.
—Entonces, tendrías que limpiar tu propia orina en el suelo.
Río y alzo la llave del auto, mis padres planearon esto antes de que sucedieran estas cosas, antes de que me fuera de casa, antes de conocer a Chris.
Desde antes mamá pensó en mí, solo en mí, en darme un auto que ni siquiera pedí. Siento esta alegría burbujeando en mi cuerpo.
—¿Me guardaste pastel, verdad?
—Claro, la mejor parte del pastel para ti.
Él me sonríe y besa una vez más mi frente antes de abrazarme contra su cuerpo, lo abrazo con fuerza.
—Gracias, papi.
—Agradezco cada día de mi vida tu llegada. El día en que naciste tu madre y yo nos sentimos las personas más afortunadas del mundo, y aún lo sentimos.
Conversamos por un largo rato mientras él comía de su trozo de pastel. Río cuando lo escucho hablar acerca de mis travesuras de pequeña.