Capitulo 125

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Nunca creí que en mi vida yo abofetearía a Landon, pero es lo primero que hago en cuanto lo veo en el pasillo de la clínica. Él me observa con sorpresa.
-¡Maldito traidor! ¡Dijiste que mientras no estuviera no iban a desconectarlo! ¡Me lo prometiste!
-Tn, escucha...
-¡Oh, Dios!, ¿cómo me hiciste esto?
Me dejo caer sobre una de las sillas cubriendo con mis manos mi rostro mientras lloro. Landon se sienta a mi lado.
-Lo siento, lo siento, por favor. Lo siento.
-Un «lo siento» no lo arregla, no lo trae de vuelta -digo entre lágrimas.
-No es por ello por lo que me estoy disculpando -murmura.
-Solo vete, Landon, no me hables, no me toques. Nada. Solo déjame.
-Por favor, escúchame. Tn, por favor.
Retira mis manos de mi rostro e intenta limpiar las lágrimas que caen sin control. Luce cansado y agotado.
-Te hice una promesa de no hacer nada mientras estuvieras afuera, pero no todas las decisiones estaban en mis manos.
-Pero Logan...
-Tampoco en las de Logan. Las decisiones dependían de Chris.
-Por favor, para, me duele.
-Yo no rompo mis promesas, Tn, pero no puedo controlar las decisiones de Chris consciente e inconsciente.
-No estuve aquí. ¿Cuándo ha sucedido?
-Hace cuatro días.
-Y no me dijiste...
-Necesito que me escuches, cariño. Necesito que la muñeca de Chris me escuche muy bien.
-No... no quiero perdonarte.
-¿Por qué seguimos en un hospital?-me cuestiona, niego con mi cabeza-¿Por qué estamos aún en el piso de emergencia? No se ha ido Tn, son sus decisiones.
-Pero...
-No está conectado realmente, está delicado, pero justo ahora es consciente y está desorientado. Lo han estado sedando, pero ha abierto sus ojos y hablado un poco. ¿La foto que te envié? Era mi manera de decirte que ha vuelto.
-Maldito bastardo-le grito golpeándolo-¡Tú! Oh, Dios mío, ¿tienes una puta idea de todo lo que he llorado?
-¡No me dejaste explicarme!
-¡No tenías que hacerlo dramático! ¡Solo tenías que decir que él había vuelto!
Me pongo de pie con rapidez limpiando mi rostro.
-¿Dónde está? Tengo que verlo.
Él señala una habitación, creo que va a decirme algo, pero lo ignoro y camino.
Abro la puerta y la cierro detrás de mí. Es una habitación insípida y hay cables conectados a la persona recostada sobre la cama, la escena me recuerda a la que he estado viendo estos últimos casi ocho meses de mi vida, excepto que esta vez unos ojos me están observando.

-Mierda, oh, mierda, esos ojos -murmuro.
Luce demacrado, tiene grandes ojeras y está delgado. No dice nada, sus ojos únicamente me siguen, ni siquiera hay una expresión en su rostro. Me doy cuenta de que su celular está a un lado de la cama.
Apuesto a que Landon logró conseguirlo de mi cuarto con ayuda de papá.
-Chris... -murmuro, acercándome con lentitud. Continúa mirándome hasta que con su voz ronca y quebrada hace una
pregunta que me hace detener.
-¿Quién... se supone... que eres?
Este debe ser el momento en el que alguien entra y me dice: «Toda tu vida ha sido una maldita película de mala calidad con grandes inversiones que pronto recibirá nueve Oscars incluyendo el
de Mejor Actriz para ti. Felicidades, tu vida es mierda», cierro mis ojos y respiro muy hondo. Esto duele.
-Chris...
-Por favor..., sal.
Por un momento cruel estoy extrañando su silencio, porque su silencio era menos doloroso que escucharlo decir que me vaya. Sin embargo, siento que se lo debo, razón por la que me doy la vuelta muy lentamente para salir.
Cuando tomo el pomo de la puerta mi celular suena, es un mensaje multimedia del número de Chris. Lo observo con
incredulidad, él me observa fijamente con el celular en su mano.
Mi curiosidad puede más que su crueldad, abro el mensaje y es una imagen de mí de espalda, de hace tan solo un momento junto a las frases «¿A dónde vas, muñeca?».
-¿Qué mierda?
-Ya... -aclara su garganta tomando un poco de agua-, ya no eres tan buena..., para entender..., una broma..., fui apuñalado..., no un golpe en la cabeza..., muñeca.
Alzo mi vista hacia él, ahora, además de verme fijamente, sonríe un poco. Esta pálido, delgado y luce cansado, pero aun así es hermoso. Mi Chris.
-Eres una mierda de persona. ¡Eso es cruel! ¡Muy cruel!
-Es... Una... Buena broma. Se la hice a todos... Solo me faltabas tú.
Camino hasta él con las manos en mis caderas, pero estoy sonriendo mientras las lágrimas caen. Alza su celular pero hace una mueca ante el movimiento.
-Me he puesto al día... Me gustan... Los vídeos -respira hondo-, el de mi cumpleaños... Es el mejor.

-Tú eres el mejor -murmuro antes de abrazarlo con fuerza, él se queja de dolor y me alejo con rapidez.
-Mis músculos... Huesos... Están agarrotados... Tengo que tomar
terapias, han sido... Meses.
-¿Y te duele hablar?
Él asiente con la cabeza, sus ojos muy abiertos. Está vez soy más delicada al abrazarlo mientras comienzo a llorar.
-Pensé que te habías ido -lloriqueo besando su frente.
-Pensé que... Estarías en Rusia.
-A la mierda Rusia, es bueno para vacacionar, pero este es mi lugar. Obligaba al vecino a hablar inglés.
Él intenta reírse pero se queja de dolor. Está bien que sienta dolor porque significa que vive, que sigue conmigo.
-Te amo mucho. Mucho. Dios, te eché de menos.
-Lamento... La tardanza.
-No importa, lo que importa es que volviste.
-Y no pienso irme -murmura-, también... Te amo... ¿Y la broma? Yo no podría olvidarte jamás.
-Esa fue una broma cruel, pero te perdono porque estás despertando y no entiendes que es divertido y que no.
-¿Y si... Se me olvidó... Follar?
-Cariño, eso es imposible y si sucedió yo te enseño en cuanto te dejen hacerlo.
-Era una prueba... Quería saber si me amabas... Por mi cuerpo. Claro que recuerdo... Follar. Incluso... Estoy teniendo... Una erección justo ahora.
-Ese es mi, Chris.

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