Capitulo 38

1.2K 58 1
                                    

Termino de abotonar mi camisa nueva mientras Dina parlotea ojeando alguna revista de prensa rosa que compró. Camino por toda la habitación buscando un zapato para completar el par.
—¿Entonces si es caliente bailar ese loco baile latino? —cuestiona Dina sin dejar de leer.
—Bueno, yo no lo bailaría con cualquiera, pero con Chris sí que lo repetiría, fue muy caliente Dina.
—Apuesto a que sí. ¿Y se le paró? —pregunta, viéndome brevemente con picardía a lo que yo río haciendo que ella me guiñe un ojo—. Bueno, no lo culpo, por alguna extraña razón tú tienes un excelente ritmo para bailar.
—Dones que se me otorgó —bromeo mientras encuentro el zapato cerrado de tacón corrido, que solo me hace dos centímetros más alta, lo cual sirve, el look consiste en lucir sencilla.
—Mira, aquí dice que se ha visto a Shawn mendes con alguien —lee Dina negando con su cabeza.
—¡¿Qué?! —digo frunciendo el ceño—. ¿Cuándo el entenderá que nació para estar soltero y hacernos felices a todas?
—Creo que nunca.
Resoplo porque la adolescente que al parecer aún habita en mí está muy celosa de que mi ídolo esté siendo tomado.
Una vez estoy vestida de la manera adecuada y lo que me parece estupendo, aplico un poco de mascarilla a mis pestañas, delineo mis ojos con crayón marrón para que luzca más natural y procedo a pintar mis labios de color rosa muy claro, de manera que el maquillaje resulta discreto y sencillo.
—Me gusta cómo te ves, luces unas piernas que parecen kilométricas —indica Dina antes de palmear mi trasero—, y ese
short ajustado hace ver tu culo más grande; en conclusión, te ves niña buena, pero una niña buena muy caliente.
—¿Opinas que deje mi cabello suelto o mantengo esta trenza?
—Suéltalo —dice, desata la trenza de mi cabello y pasa sus dedos para peinarlo—, como lo llevabas tejido ahora tienes ondas en lo que suele ser un cabello lacio, te da un aspecto salvaje, me gusta.
Asiento con la cabeza porque también me gusta cómo luce. Me giro y le doy una gran sonrisa a Dina.
—No sonrías tanto, da la impresión de que estás a instantes de tener un orgasmo —me recomienda riendo—. ¿Vas dispuesta a tener acción o solo es una cita para conocerse? —No lo sé...

—Tn, creo que por primera vez estás siendo más hormonal de lo de costumbre, ese chico te trae increíblemente loca, y no es para menos, él es un absoluto bombón.
—Un rico bombón de chocolate que provoca devorar y...
—¡Eh, calma fiera! Entiendo lo que quieres decir —me sonríe—. ¿Cómo vas a irte?
—Llamaré un taxi.
—De acuerdo, espero y te diviertas. ¿Debo cubrirte?
—En caso de que por alguna razón no pueda llegar a casa diré que estoy en la tuya.
—Vale, lo que se traduce a que si tienes acción tu madre pensará que estás en mi dulce hogar.
—Eso mismo es lo que quería decir, Dina.
[...]
Me encargo de ver todo mientras Chris se mueve alrededor de la cocina en un ajustado jean color negro que aprieta de una manera adecuada su trasero, además, esa camisa de mangas largas color negra hace que luzca increíblemente atractivo.
Doy un pequeño sorbo a la copa de vino que sirvió para mí, aún manteniendo la vista fija en el portarretratos que descansa a un lado que contiene la fotografía de una hermosa mujer de cabellera castaña como los hermanos Vélez, pero de ojos negros, es simplemente hermosa, tengo curiosidad por preguntar, pero he decidido que por primera vez no quiero ser una imprudente.
Sin embargo, creo que no disimulo muy bien ya que en segundos tengo a Chris siguiendo mi mirada y dando una pequeña sonrisa al portarretratos.
—Es Janett, mi madre —me dice en un murmuro—. Murió hace dos años en un accidente.
—Lo siento mucho, Chris, no imagino lo que es perder a una madre —y lo digo muy en serio, mi madre puede ser una loca, a veces olvidarme e, incluso, en ocasiones superficial, pero perderla
no suena como una opción.
—Sí, pero ya sabes, ella era de esas mujeres admirables que no se detienen ante nada, por lo que Landon y yo hacemos lo que sabemos que ella hubiera querido: seguir adelante y vivir nuestra
vida del modo en el que mejor nos parezca.
No puedo evitar sonreírle, sonrisa que él me devuelve antes de volver su atención al horno. Honestamente creo que Chris y Landon son unos chicos, o, bueno, unos hombres muy admirables, la manera en la que se sostienen entre ellos y se apoyan es increíble.
Nunca quise o he querido tener hermanas, pero ver a Chris y Landon interactuar hace que por unos pequeños segundos lo desee,

luego recuerdo que tengo una prima que no me agrada y olvido realmente ese deseo.
La casa de Chris es incluso más grande que la mía y yo que creí que mi casa era innecesariamente amplia. Seriamente Chris parece ser un hombre adinerado, un hombre en una buena posición económica y no puedo decir que es un mantenido, que es exactamente mi situación actual, porque él hace grandes cosas por los negocios de sus padres, es admirable.
Juego con mi copa de vino mientras lo veo servir la comida que, para ser honesta,
huele y se ve delicioso.
Cuando nuestras comidas están servidas, él se sienta a mi lado en el mesón y me sonríe. Prefiero que comamos en este mesón entre risas a hacerlo de alguna manera pomposa en el gran comedor que
vi al entrar a su espectacular casa.

CensuradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora