Capitulo 57

1K 53 1
                                    

—¿Vas a embriagarte? —cuestiono a Dina viéndola beber un vaso lleno de vodka, cabe destacar que ha tomado tres vasos de diversos tipos y marcas de vodka.
—Es un festival de licor, por lo tanto debo probar el licor —dice arrugando su rostro ante el sabor—. Están muy buenos. ¿Quieres?
—No, gracias, la última vez que bebí vodka alguien acabó con mi...—me detengo dándome cuenta que realmente nunca le he mencionado nada a mis amigas acerca de Chris obteniendo mi foto y luego nosotros intercambiando muchas más.
No es como si no confiara en ellas, se siente más como esto siendo un secreto, algo íntimo entre Chris y yo, bueno, y Landon, Jaime y chicas de la academia, pensándolo bien no es tan secreto.
Pero solo Chris y yo sabemos que seguimos intercambiando fotos, y me gusta que sea de ese modo.
—Solo... No quiero —digo finalmente, Jessie termina de fumar su cigarrillo antes de tomar de un trago uno de los vasos—cariño, ve con calma.
—Como sea —dice y ata su cabello en un cola alta.
—El amigo de Chris me dio un orgasmo —anuncia Jessie.
—¿Perdón? —cuestiono divertida.
—El amigo de Christopher me dio un orgasmo —repite viendo sus uñas.
—¿Con la boca? ¿Con su mano? —pregunta Dina algo achispada por el licor—. ¿Con su pene? ¿Con el pie?
—¿Con el pie? ¿Es en serio, Dina? —pregunto riendo.
—Con sus dedos —responde Jessie—, él puede lucir algo desesperado, pero es caliente y agradable, estudia algo referente a administración.
—¿Y cuándo te enteraste de todo ello? —pregunto llena de curiosidad.
—Antes de dejarlo meterme dedos, por supuesto.
—¡Qué sutil! —río—. ¿Y por eso estás toda enérgica?
—Solo estoy... Relajada —me responde, luego sonríe—, él es un poco tierno, supongo, pero es muy empalagoso, quería estar todo abrazado, me estaba asfixiando.
—Estoy preguntándome dónde pasó todo esto —musita Dina, caminando hacia la mesa de vino blanco—, esto es injusto, ustedes van a conseguir acción y yo no.
—Cierto... Hubiésemos traído a Richard, ¿verdad? —pregunta Jessie.
—Eres una maldita perra —sisea Dina bebiendo de un vaso.
Tomo un pequeño vaso de vino blanco degustándolo, un poco alejado se encuentra Chris con sus amigos, rodeados de un pequeño grupo de chicas. Entrecierro mis ojos pero luego me encojo de hombros, no es como si Chris fuera a lanzárseles encima, confianza, algo que Zabdiel jodió pero que estoy segura que Chris no hará, o eso espero.

Mi celular vibra en mi bolsillo, por lo que dejo el vaso en la mano de Jessie y me alejo viendo que se trata de mis padres.
—¿Hola?
—¡Mi niña rusa! ¿Cómo estás? ¿Estás comiendo? ¿Todo bien?
—Calma papá, todo está bien, estoy bien —digo riendo—, tranquilo, aún estoy respirando y no he aceptado bebida de extraños...técnicamente.
—¿Cómo que técnicamente?
—¿Cómo estás tú? —cambio el tema.
—Oh, pues bien, acabo de regresar de inscribir a Kattia en un curso de inglés, tu madre está muy molesta de que lo haya hecho, pero es por su bien.
—Déjala, ya se le pasará el enojo.
—Zabdiel estuvo por aquí, lo extraño es que aun cuando no estabas se quedó a hablar un poco con Kattia.
—Claro que lo hizo, por supuesto que lo haría...
—Espera un momento cariño, Anastasia quiere hablar contigo.
No me da tiempo a decir nada porque inmediatamente mi madre está al teléfono.
—Tn, debes volver aquí y hablar con Zabdiel, él está dispuesto a arreglar las cosas...
—Hola, mamá, yo también estoy bien, gracias por preguntar —digo con sarcasmo—. ¿Te dijo Zabdiel qué es lo que se debe arreglar?
—No lo dijo, porque es un caballero y no quería dañar tu reputación.
—Claro —ruedo mis ojos—, ahora resulta que tengo una reputación que cuidar. No voy a volver con Zabdiel.
—Tienes que volver ahora mismo, Tn.
—Sí, por supuesto que ahora mismo iré corriendo a Manchester —suspiro—, mamá, te amo, pero en este momento estas arruinando mi día, hablamos luego, dile a papá que lo amo.
—Tn...
Finalizo la respuesta y sonrío, el que haya colgado de seguro la hará molestar. Me doy la vuelta y doy un grito de susto cuando me topo muy de cerca con unos ojos color miel y una gran sonrisa.
—¡Joder! ¡Me has echado un susto de muerte! —digo señalando al desconocido que ríe un poco.
—Lo siento, no pretendía asustarte —dice con un acento que ya he estado escuchando en este festival, un acento alemán. Es rubio, tiene una sonrisa increíble y no es Chris. Pero está que
arde, él me mira de arriba abajo,
deteniéndose en las letras de mi camisa.

CensuradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora