Epílogo 1/2

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CHRISTOPHER

—Hola hombre caliente... ¿Puedes recomendarme algún CD que pueda llevar? —pregunta una voz seductora, alzo mi vista.
Y la bajo hacia las piernas expuesta por la falda holgada que está usando la chica.
—Depende de cuál sea tu tipo de música.
—Me gusta escuchar a chicos calientes cantar y tocar.
—Apuesto a que entonces podría gustarte 5 Seconds of Summer
—Podría gustarme todo lo que tú me recomiendes —asegura, inclinándose hacia el estante que nos separa, ocasionando que su escote me dé una vista de una porción de piel cubierta de encaje, me remuevo comenzando a sentir calor.
Miro alrededor, por alguna razón soy el único en la tienda. Ella me observa.
—Creo que si podría gustarme ese grupito 5 Seconds of Summer, confiaré en ti.
Sonrío saliendo de mi lugar para ir a la sección de CDS en donde está ubicado los de la banda, hago señas para que ella pase primero.
—Qué caballero.
—Puedo ser un hombre romántico.
—Apuesto a que sí —responde con una sonrisa.
Ladeo mi cabeza a un lado apreciando la vista antes de caminar tras ella e indicarle a dónde debe dirigirse. Nos detenemos frente a los CDS y tomo uno extendiéndoselo.
—Uhm... ¿Sí lo compro viene con algún beneficio? —pregunta.
—¿Un beneficio cómo cuál?
Se acerca hacia mí, demasiado. Se alza sobre sus pies y me mira profundamente a los ojos.
—Algo que te involucre.
Mierda, mi bóxer se tensa, es evidente que me he excitado, que estoy pensando en cosas poco profesionales para hacer con alguien a quien debo venderle un CD. —¿Normalmente esta tienda de CDS está tan sola?
—¿Normalmente eres tan curiosa?
—Solo cuando veo algo que me gusta de lo cual quiero saber.
—No soy un algo, soy un alguien.
—No dije que estuviera hablando de ti, Christopher—murmura leyendo mi nombre en la camisa.
—Entonces, ¿me he equivocado en mi deducción?
—Te ves muy seguro de ti mismo, Chris.
—Me siento seguro justo ahora.
Ella me ve intensamente y yo le regreso la mirada. La veo pasar su lengua por su labio inferior. Está seduciéndome.
—¿Vas a querer llevar el CD?
—Ya tengo este, tendrás que esforzarte un poco más.
—¿Qué gano yo vendiéndote un CD?
—Puedes averiguarlo.
La miro de arriba abajo, me encanta lo que veo. Me excita lo que veo. Vuelvo mi mirada a sus ojos, ella sonríe.

Nos miramos durante largos segundos antes de comenzar a reír, ella ubica una mano en su cadera, yo me cruzo de brazos.
—Estaba pensando por cuánto tiempo ibas a jugar a ser la cliente desconocida, muñeca, tienes unas ideas bastante divertidas de sorprenderme.
—Tú tienes que ser el mejor siguiéndome la corriente —deja el CD en el estante de nuevo y se acerca enredando sus brazos alrededor de mi cuello—. Hola novio que se hizo pasar por un extraño.
—Soy un novio que le sigue la corriente a su novia —meto mis manos bajo su falda hasta acunar su trasero en mis manos—, me gusta esta falda. ¿Viniste a seducirme?
—Sí, anoche no sentí cuándo llegaste al apartamento—murmura en un mohín infantil.
—Te dije que llegaría tarde, estaba en el grupo de estudio.
—Sí, pero igual quería esperarte para ayudarte a relajarte. Sé cómo te estresas cuando estás en tiempo de parciales y proyectos.
—Pero hoy he tenido el último del semestre.
Cada vez veo el título de ingeniero más cerca, incluso estoy haciendo pasantías los fines de semana en una buena compañía, quiero destacarme para ser contratado de manera fija.
—¿A dónde vas con tanta elegancia? —pregunto viéndola muy bien, la vuelvo a abrazar.
—Landon y yo tenemos una entrevista con un chico bloguero, quiere hablar sobre nuestras famosas camisas.
—Eres amada por muchos.
—Pero tu amor es el más importante.
—Cursi —aseguro ante de besarla del modo en el que me gusta, larga y profundamente.
Llevamos seis meses viviendo juntos, a veces quiero sacudir la cuando deja todo su desorden por el apartamento, cuando hace el peor café del mundo o deja el jabón en cualquier parte. Pero entonces quiero devorarla a besos cuando llego cansado de la universidad o del trabajo y me espera con una gran sonrisa y anécdotas divertidas. Cuando es lo último que veo al dormir y lo primero que veo al despertar.
Puede que a veces me arroje un tenedor jurando que quiere estrangularme cuando critico su café o la llamo desordenada, pero luego quiere amarme cuando le recuerdo la loca manera en la que la
amo.
Como cualquier relación parece que a veces no es tan fácil, pero somos expertos en la reconciliación, secretamente amamos la parte de la reconciliación, aunque nuestras discusiones son inusuales llegan a ser por tonterías.

—Quise pasar a verte antes de ir a esa entrevista, además Landon dijo que vendría por mí aquí.
—Me alegra de que vinieras. ¿Qué tal la clase de baile?
—La dictadora parecía un poco triste hoy, creo que es porque tu papá se va a casar pronto.
—No lo sé, papá y Beth parecen estresados. Landon dice que han estado discutiendo.
—Es normal, están estresados.
Asiento con la cabeza mientras juego con los dedos de su mano derecha, la miro de nuevo.
—¿Cómo está tu mamá sobre lo de Calena?
—Es normal que le duela, era su madre. Ha estado llorando un poco por las noches, dice que espera que sus errores sean perdonados, que quisiera entenderla. Se siente herida de ser dejada aquí, siente que ellas están reunidas sin ella, pero se siente así cuando parece perderse, que es durante unos pocos minutos.
—¿Y cómo te sientes tú?
—No lo sé, desde lo sucedido para mí ya estaba muerta. Ahora que lo está, simplemente no pienso en ello.
Hace un mes Calena tuvo un paro respiratorio a mitad de la noche, murió.
—No sé si a causa de su muerte, he soñado con muchos más recuerdos de Analise —murmura, luego sorprendentemente sus mejillas se sonrojan—, le he escrito una carta.
—¿A Analise?
—Sí, pensé que nunca he visitado su tumba, no sé cuándo pueda ir a Rusia a hacerlo, pero sentí la necesidad de querer decir algo, de algún modo. Sé que es tonto porque ella no lo va a leer, pero es mi manera de hacerle saber que la recuerdo, que no la dejo en el olvido.
—No es tonto, es algo bueno para hacer.
—Leí que hay que quemarla luego de escribirla. Pero prefiero guardarla y llevarla algún día a donde descansan sus restos. No quiero que la consuma el fuego, quiero que esté con ella.
—Ese es un pensamiento muy dulce, muñeca.
—Llegó a quien esperaban —dice la voz de Landon—. ¿Estás lista ya o debo esperar que Chris baje su erección?

CensuradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora