Capitulo 55

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Cuando estoy a la altura de su muslo doy un mordisco antes de pasar mi lengua, creo que a manera de buscar quizás alivio ella intenta cerrar sus piernas, pero con mis manos en sus rodillas lo impido.
Cuando mi rostro está frente al destino que quería llegar, respiro a través de mi boca lo cual hace que se retuerza.
—¿Preparada, muñeca?
—Acaba con la tortura, por favor.
Río antes de comenzar a saborearla y darle placer con mi boca. La escucho gemir y jadear mientras sus dedos no tardan en enredarse en mi cabello. Creo que ella está murmurando cosas, pero me concentro en darle placer y saborearla; hacerla ascender a lo que promete ser un grandioso orgasmo.
Lamer, chupar, besar y saborear, todo un patrón que no va precisamente en ese orden. De alguna manera darle placer a Tn con mi boca es algo que me mantiene caliente.
Cuando creo que las cosas deben ponerse más intensas procedo a colaborar con varios de los dedos de mis manos.
Pronto ella gime ruidosamente y se contrae alrededor de mis dedos. Retiro mis manos y boca de su piel. Luego de unos minutos parece que ella ha llegado de su nube y me da una sonrisa perezosa.
—Luces saciada —digo ladeando mi cabeza a un lado con una sonrisa.
—Seré la primera en decirlo —no la entiendo—. Te quiero.
Enarco mis cejas mientras sus mejillas, por segunda vez, se sonroja un poco. Creo que es el hecho de que se encuentra
vulnerable ante mí lo que hace que sus mejillas adquieran ese rubor.
Subo sobre ella retirando cabello de su rostro, realmente parece una hermosa muñeca de porcelana, sobre todo ahora que mechones desordenados y castaños caen fuera de su trenza.
Beso su cuello con suavidad antes de acariciarla con mi nariz.
—Siempre parece que te me adelantas —murmuro contra su piel, sintiéndola aún caliente contra mi pecho e, incluso, sobre la tela de mi jean—. Te quiero.
Sus manos de deslizan por mi espalda en caricias sugerentes que me hacen cerrar los ojos con fuerza —Muñeca, realmente quiero terminar lo que hemos empezado, pero quedamos en encontrarnos en cuarenta minutos con ellos y según mis cálculos hemos gastado unos quince, no es que me arrepienta... Así que guardemos esto para cuando regresemos.

—Pero... Tú...
—No necesitas devolverme lo que he hecho, lo hice porque quise—alzo mi rostro para observarla—, ahora será mejor que nos demos un baño.
—¿Juntos? —pregunta con coquetería haciéndome reír.
—Ambos sabemos que un baño juntos significaría no salir...
—Qué estrés, solo lo hemos hecho una vez —rueda sus ojos—, pero tenemos ocho días.
—Días y noches —aseguro, guiñándole un ojo antes de que con toda la fuerza de voluntad me ponga de pie—, deja que yo primero me dé una ducha de agua fría, la necesito.
[...]
«Chris, realmente lo he intentado, he intentado mantenerme alejada de ti, pero no puedo. Me importas, y sé que yo te importo, es decir, vivimos muy buenos
momentos.
Solíamos pasarla realmente bien.
Quiero que vuelvas a mí, Chris, mis días sin ti no son lo mismo, extraño verte. Sé que estás confundido, que nuestra ruptura quizás te afectó.
Eres mi vicio, Christopher, y los vicios no pueden dejarse.
No dejaré que me olvides.
Te amo y me aferro a ti con fuerzas, no importa que ahora te entretengas con cualquier perra, siempre seré tuya y tú siempre serás mío.
Tu Jocelyn, solo tuya».
—¡Mierda! —exclama Erick cuando termino de leer el correo que llegó a mi email—. Qué hija de puta, eso suena espeluznante.
—Chris eso no suena nada bien —dice Landon frunciendo el ceño y viendo de lejos como Tn parece conversar con sus dos amigas.
Paso una mano por mi cabello antes de guardar mi celular, el email llegó mientras me bañaba, justo ahora mientras hacemos la cola para entrar al restaurante y Tn parece distraída con sus amigas, aproveché la oportunidad.
—Creo que Jocelyn no entiende...
—Creo que realmente es una celopata —me interrumpe Joel—. Chris, que una chica te diga que eres su vicio no es ni un poco normal, debes darle un alto, si es necesario una orden de restricción y mandarla a un psiquiatra, quizás solo está tratando de llamar tu atención, pero ella debe dejarte en paz.
—Tn es tu novia y esa Jocelyn debe retroceder —dice Landon con el ceño fruncido.

—Hablaré con ella —digo viendo a Tn acercarse a mí, ella me da una sonrisa.
—¿Qué?
—¿Qué de qué? —pregunto en respuesta y ella rueda sus ojos antes de entrelazar sus dedos con los míos.
—Realmente debes ser bueno dando orgasmos para que la tengas toda empalagosa —dice Jessie palmeando mi espalda.
—Yo puedo ser bueno contigo —comenta Erick guiñándole un ojo.
—Sigues luciendo desesperado —dice Jessie palmeando su hombro—, intenta ser más sutil y quizás lo logres.
No puedo evitar reír antes de abrazar a Tn.
Ocho días continuos en Londres en un festival y en una habitación.
Tantas cosas por hacer.

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