Escucho a papá hablarle de manera dulce a mamá que asiente con la cabeza a algunas cosas. Solo observo sentada frente a ellos.
Detallo a mamá, cabello corto, es evidente que durante lo que llamaré la «etapa Calena» bajó de peso, al menos ahora está luciendo saludable físicamente, aunque sigue estando quizás un
poco pálida.
—¿Y Katerina? ¿Ella vendrá?
Ahí está el defecto. Está haciendo ese tipo de preguntas desde que la policía llegó a casa, incluso mientras mantenía el cuerpo de tía Katerina contra el suyo. Siento mis dedos temblar mientras limpio mis manos sudorosas de mi pantalón.
Papá puede sonreír, intentarlo y ser fuerte. Pero él lo sabe, sabe que no volveremos a ser la misma familia disfuncional, ni siquiera parecemos una familia. Justo ahora parece más como Tn y Gael contra el mundo. Me gustaría poder sumar a mamá para esta lucha contra el mundo, pero ella está rota.
Está rota y no podemos encontrar todos los trozos que a través de los años ha ido perdiendo.
—Ella se ha ido, amor...
—¿Volvió a Rusia? Podemos visitarla.
—Está muerta, mamá, tú lo sabes —digo sin endulzarlo, estoy enojada con ella, pero no por las razones esperadas.
Estoy molesta con ella por romperse, por dejarse ir, abandonarse y dejarnos lidiando con su reciente locura. Sé que no es su culpa, las personas no deciden cuándo enloquecer, al menos ella no lo ha hecho, pero con todo lo sucedido parece lógico que este molesta con ella por no permitirme haberla salvado a tiempo.
Quizás estoy más enojada conmigo que con ella, y eso es porque estoy sintiendo culpa. Pero la culpa carcome tanto que mi mente solo puede pensar en que ella y la tía Katerina solo debieron esperar un poco más.
Quizás esa es la razón de la empatía que experimento con Kattia, ambas sentimos que pudimos hacer más.
Los ojos de mamá comienzan a lagrimear y niega con la cabeza.
—No es cierto, no seas una niña mentirosa, Tn.
—No soy una niña, soy una mujer. No tengo seis años y tu hermana no está.
—Tn —me advierte papá y el que diga mi nombre es mi señal de no presionar las cosas.
Mamá aprieta sus labios. No quiero verla de este modo, realmente es difícil creer que estoy visitándola en un centro médico, no sé cómo papá puede estar tan sereno. Mentira, si sé por qué está tan sereno, porque a pesar de ser un hombre sensible papá es mucho más fuerte que cualquier persona.Él cayó sin desearlo en una familia disfuncional con una mujer desequilibrada que intentó matarnos. Gael, un hombre con una pequeña familia común y típica amorosa, no planeó entrar en una
familia rusa poco convencional y con tantos problemas.
Pero la ama, puedo ver como aún la ama. Puedo ver sus ojos brillar de alivio viéndola respirar, a pesar de que está presentando problemas, se siente afortunado de que ella siga aquí. No se
arrepiente de sus decisiones y es exactamente lo que quiero aprender de él: no arrepentirme de las mías aun cuando estas sean dolorosas.
—Mi hija me odia, Gael, me odia —murmura.
—No te odia.
—No te odio —aseguro, porque es la verdad, no la odio. De hecho, la amo tanto que duele demasiado verla en esta situación. Por supuesto que la amo, arriesgué mi vida por ella y la de otra persona importante. Pero no debo pensar en ello ahora, porque entonces solo comenzaría a llorar.
—¿Ves, cariño? ¿Cómo podría nuestra niña rusa odiarnos?
—Lo dijiste, tú lo dijiste —me acusa, la miro desconcertada.
—Mamá, no te odio, te amo.
—Me odias, tú me odias. ¡Lo Dijiste! Lo dijiste muchas veces —me grita antes de cubrir con sus manos su rostro y comenzar a llorar.
No sé de lo que habla, pero su dolor ante la creencia de que la odio hace que tenga un nudo en mi garganta.
¿Qué tan perdida está?
¿Estará perdida para siempre?
¿Puedo recordar siquiera cuando estuvo realmente bien?
Pensé que la Anastasia fría y madre correcta pidiendo de mí más de lo que podía dar, era la manera en la que siempre había sido.
Pero mis recuerdos, esos que cada vez vuelven con más fuerza me hacen ver lo amorosa y cariñosa que era. Entonces la pregunta correcta sería «¿desde cuándo estuvo perdida?». Quizás cada día, cada noche entre sus pensamientos una pizca de cordura iba desapareciendo y no nos dábamos cuenta.
Llora muy fuerte y no puedo evitar levantarme de mi silla para agacharme frente a ella. Respiro hondo ordenándome no llorar.
—No sé si alguna vez lo dije o lo pensé. Si lo hice, entonces me disculpo. No importa los malos años, he aprendido a comprenderte e intentar entender por qué actuabas cómo lo hacías —ella retira lasmanos de su rostro y con mis pulgares limpio sus lágrimas, pese a que estas continúan cayendo—, no has tenido una vida fácil. Solía pensar que solo eras una rusa mimada que siempre lo tuvo todo y a
la que le disgustaba este país. Me disculpo por juzgarte. No olvido, mamá, quizás siempre recuerde el dolor en mi pecho cada vez que me despreciabas o exigías más de lo que podía darte. Pero más fuerte es el recuerdo de que te amo. No te odiaba, no te odio y no voy a odiarte. Eres parte de mí, bueno, en realidad, yo soy parte de ti, pero se entiende lo que quiero decir, ¿verdad? Soy mala en esto —murmuro, papá ubica su mano en mi hombro y me da un
suave apretón—, la cosa es que odiarte, sería odiar una parte de mí. Lamento nunca haberme interesado en averiguar por qué actuabas de la manera en la que lo hacías. Lamento que tú no hubieras sido sincera conmigo para hablarme de mis recuerdos perdidos y algunas de las cosas por las que pasaste. Lamento mucho no haberte obedecido aquel día en el que me pediste que no me moviera. No es mi culpa mamá, sé que tú lo sabes. No es mi culpa que Analise muriera, pero desearía firmemente haberme mantenido en el lugar que me ordenaste, de esa manera ella no hubiese ido a ayudarme. Lamento muchas cosas, pero lamentarlas no hará mejor nuestras vidas, debo seguir. No sé si es necesario esto para que tú decidas continuar, pero te amo. No estoy odiándote y no voy a hacerlo.
Permanecemos en silencio, nuestros ojos viéndose. Hay reconocimiento en su mirada y, por breves momentos, sé que la
tengo conmigo, pero solo son breves momento.
—¿En dónde está Katerina? —pregunta una vez más y cierro mis ojos con fuerza.
Quizás de este modo funcionará con ella, solo con nosotros por escasos minutos antes de perderse una vez más.
Subimos al auto de papá en absoluto silencio. Puedo ver sus ojos conteniendo lágrimas mientras solo mantiene las manos contra el volante. No desearía conocer sus pensamientos, porque entonces sería sentir su dolor y el mío ya es lo suficientemente grande para
experimentar el suyo.
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Censurado
Romance⚠LA NOVELA NO ES MÍA ES RESUBIDA⚠ La novela original la encuentran en el Instagram de @cv._novels_ sin más que decir disfruten la novela 🙃