Censurado

Capitulo 42

No puedo evitar reír mientras escucho a Tn cantar a todo pulmón Welcome to My Life de Simple Plan, no tiene una voz
melodiosa, pero es divertido verla desafinar, además mis oídos pueden tolerarlo.
Doblo la calle acercándome cada vez más a su casa, en donde me repite una y otra vez que debo dejarla una cuadra antes, desde luego sus padres no saben que durmió en mi cama.
—Te juro que Simple Plan tiene canciones maravillosas —me dice tomando aire.
—Lo sé, por algo tengo sus CDS y fui a uno de sus conciertos.
—Bueno, eres un maldito que me restriega que ha visto a muchas de mis bandas favoritas, eres asquerosamente rico, Chris, deberías avergonzarte.
—No seas cínica, que hasta dónde sé vives en una de las mejores urbanizaciones, pero, vale, me sentiré avergonzado de mi dinero justo ahora; de hecho, haré un minuto de silencio en honor a la vergüenza que estoy experimentando.
Hago silencio, ella ríe y me da un suave golpe a mi hombro, aún me mantengo en silencio.
—¡Ya! Ya ha pasado un minuto, Chris.
—Ahora que ya he cargado con mi vergüenza, te recodaré que la razón por la que no has ido a un concierto es porque tu mamá cree que arrojarán una bomba.
—Cierto, ella puede ser un poco paranoica.
—Me da la impresión, según la vez que pasé por ti para nuestra primera cita, que no le agrado a tu mamá.
Ella suspira teatralmente mientras me indica que me detenga al lado de una pintoresca casa, luego se voltea un poco y me observa.
—No es que no le agrades, es que no te conoce y ella suele juzgar antes de conocer —suspira una vez más—. Además, ella tiene aún esa fijación acerca de Zabdiel, cree que es un buen chico y que es perfecto para mí.
—¿Incluso después de lo que te hizo con tu prima? —pregunto aún sin entender a su alocada madre.
—Con respecto a eso, ella no sabe sobre eso, ni papá —me mira con una mueca de desencanto—; para mamá, Kattia es la hija deseada, todo lo que ella quisiera; y yo no deseaba hacer un drama familiar sobre los grandes cuernos que me pusieron, no quería ocasionar que todos se enloquecieran y si papá se enteraba entonces sí que iba a ser un mar de lágrimas y decepción. Así que puede decirse que solo me lo callé, aunque me veo tentada en ocasiones a decirlo, pero, como dije, es mi problema y no quiero hacerlo un drama.

—Es decir, ¿soportas ver que ella no sea reprendida y ande libremente por tu casa sin que nadie señale lo mal que estuvo lo que te hizo?
—Sí, eso es exactamente lo que hago.
—Bueno, yo hace mucho la hubiese golpeado, claro, si fuera hombre y me hubiese hecho algo como eso y a él le hubiese cortado el pene.
—No, créeme, Zabdiel ya tiene suficientes problemas con su pene —por alguna razón ella ríe y yo la miro confundido—, cosas mías, Chris.
—Una de tus tantas locuras.
—Bueno, Christopher, ya debo ir a casa, en tres horas debo estar en la academia —añade, para luego morder su labio superior y verme a través de sus pestañas—. ¿Irás hoy a la academia?
—No lo creo, muñeca, de acá me voy a la tienda de música.
—De acuerdo, por cierto, es muy cómodo usar tu ropa y bóxer.
No puedo evitar reír antes de que ella se incline hacia mí y enrede una de sus manos sobre mi nuca, se ve realmente linda y adorable cuando roza su nariz con la mía. Aunque ella no lo crea, también
tiene sus momentos de ternura.
Presiona sus labios sobre los míos y los mueve lentamente antes de hacer que nuestras lenguas se encuentren. Nos besamos durante bastante rato antes de que ella se retirara con una sonrisa y
procediera a abrir la puerta del auto.
—Estaremos hablando, Chris, que tengas un buen día —dice después de cerrar la puerta, de hecho se ve muy bien llevando su short del día de ayer con una de mis camisas y saber que lleva puesto mi bóxer bajo toda esa ropa es algo atractivo.
—De acuerdo, te llamaré más tarde.
—Ya, vete, vete, que te ves caliente y quiero saltar sobre ti.
Riendo y arrojándole un beso en broma, pongo el auto en marcha.
Mi día se inicia con muy buen pie.