Capitulo 41

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Sus manos en mis espalda comienza a descender hasta llegar a mi trasero, en donde acaricia lentamente antes de extender sus manos de tal manera que sus dedos tantean el borde de las bragas.
Una de sus manos sube un poco y realmente gimo cuando esta se escabulle bajo la tela, teniendo la oportunidad de acariciar libremente uno de los cachetes de mi trasero, y seré totalmente sincera al admitir que eso se siente increíble y que esto definitivamente irá a más.
Mis manos se encargan de acariciar una vez más su delicioso abdomen mientras mi cabeza me tiene delirando ante el hecho de que realmente estoy haciendo esto con Chris.
Cuando su mano que acaricia mi trasero bajo la tela comienza a bajar para ir más allá y acariciarme de una manera muy íntima, lo imposible sucede. La puerta de la habitación suena con estruendosos golpes que me sobresaltan y me obligan a liberar sus labios con rapidez.
—Maldición, esto no puede estar sucediendo —masculla Chris cerrando sus ojos con fuerzas.
—Christopher, necesito el libro de contabilidad del mes pasado del restaurante, abre la maldita puerta —grita una voz autoritaria.
—Ahora no puedo Logan, vete.
Me mantengo sin moverme mientras espero a que Chris me diga qué hacer, él me da una sonrisa tranquilizadora antes de dar una mirada molesta hacia la puerta.
—¿En qué se supone que estás ocupado?
—En mi novia —le grita, tomándome por sorpresa.
Se escucha un grito frustrado antes de que los pasos comiencen a alejarse, aclaro mi garganta mientras mis mejillas se sonrojan, Chris me da una pequeña sonrisa de disculpa.
—Creo que será mejor que me vaya...
—No —me corta, su mano, que aún se mantenía en mi trasero bajo la ropa interior, me libera para que sus brazos puedan estrecharme contra su cuerpo, se da la vuelta de tal manera que me tiene bajo de él.
Besa de forma dulce mis labios y con una de sus manos retira el cabello de mi rostro.
—Quédate a dormir, él no volverá a molestar y en todo caso, te prometo que solo dormiremos.
Muerdo mi labio mientras evalúo mis opciones. No quiero hacer la caminata de la vergüenza frente a su padre, mucho menos cuando sonó tan molesto, y no puedo engañarme al decirme que no deseo dormir con Chris aun cuando eso sea lo único que haremos.

Como puedo salgo del dominio de sus brazos y camino hasta mi short, bajo su atenta mirada localizo mi celular y rápidamente tecleo un mensaje a Dina.
«Cúbreme, no llegaré a casa, bebé».
Segundos después su respuesta llega haciéndome sonreír.
«No olvides los condones, perra rusa <3, haz que se corra hasta que quede sin nada de semen en su cuerpo».
Le doy una gran sonrisa a Chris mientras guardo el celular en el short que aún sigue en el piso de la habitación. Me termino de
quitar mi camisa y regreso hasta el borde de la cama, él me da una gran sonrisa de bienvenida y admira mi cuerpo tan solo cubierto por la ropa interior negra.
—Parece que tienes que hacerme un espacio en tu cama esta noche para dormir, Chris.
—Con gusto, muñeca —dice y abre las sábanas para mí.
Apenas mi cuerpo se deja caer sobre la comodidad de su cama, lo tengo encima de mí besándome.
—Te dije que dormiríamos, pero no dije a qué hora... —murmura cerca de mis labios y no puedo evitar reír—, prometo mantener mi pene dentro del bóxer.
—No es eso lo que pedí, pero me parece bien.
—Ahora, no puedo prometerte que mis manos se mantengan quietas, ellas de hecho están muy juguetonas —susurra antes de que dichas manos se posen sobre mis senos y presionen de una buena manera.
—Puedo lidiar con unas manos traviesas.
—Apuesto a que sí, muñeca, mira que mis manos están deseosas de ir hacia el sur...

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