Los días pasaron y con el tiempo se convirtieron en semanas... Las semanas más horribles de mi vida; había pasado las últimas tres semanas en la sala de guerra planeando las mejores estrategias posibles para combatir a la Nación del Fuego y al fin sacarla de nuestra Tribu... pero todo fue en vano... de alguna extraña manera los soldados del ejercicio enemigo siempre lograban burlar nuestras defensas, atacarnos en los lugares menos pensados y capturar a muchos de los maestros Agua de la Tribu.
Poco a poco nuestro ejército se redujo a solo cincuenta maestros agua y treinta guerreros contra varios buques llenos de maestros fuego. Ese número era deplorable, no teníamos ejército suficiente para luchar y ni hablar de formar una estrategia con ese pobre número de personas... la situación se estaba poniendo cada vez peor... Sin embargo aún teníamos un haz bajo la manga, un plan que nos daba esperanzas de aún poder ganar.
Dentro de unos días la Luna llegaría a su máximo esplendor mostrando así una brillante Luna llena que bendeciría a cada maestro agua en el mundo con su inigualable poder, esa era nuestra ventaja, nosotros teníamos a la luna de nuestro lado y eso nadie lo podría evitar.
Pero justo cuando creí que las cosas no podrían ser peor me llegó un informante con la peor noticia que pude haber escuchado.
Maestro Agua: ¡¡Su majestad!! ¡¡Su majestaaad!!
Nerea: ¿Que sucede, porqué estás tan agitado?
En ese momento la cara de mi informante cambio a una de total alegría y me dijo.
Maestro Agua: Es la Nación del Fuego, ¡Al fin se está retirando!
Nerea: ¿¿¡¡Queeeé!!??
A simple vista podría parecer que la noticia era alegre pero lo cierto es que no lo era... la Nación del Fuego se estaba retirando justo cuando teníamos la ventaja sobre nosotros... justo dos días antes de que hubiera Luna llena... definitivamente esa no era una buena señal la Nación del Fuego sabía que no tendría oportunidad contra nosotros mientras tuviéramos a la Luna de nuestro lado así que por eso se retiró. No era para nada una buena noticia y parecía que solo yo me daba cuenta porque en cuanto mi informante terminó de hablar todos los que estaban en la sala de guerra se pusieron a celebrar.
Soldado: ¡¡Genial, por fin esos tarados se están retirando!! ¡¡Ganamos!!
Otro Maestro agua: ¡¡Siiii al fin podremos dormir tranquilos!! ¡¡Ganamos Su majestad!! -me dijo- ¿Porqué no celebra con nosotros? -me pregunto-
Solté un suspiro lo suficientemente fuerte para que todos en la Sala de Guerra me olleran y al instante dejaron de celebrar.
Soldado: ¿Que sucede su majestad?
Nerea: Dígame soldado... ¿Qué pasará en dos días?
Soldado: ¿Eh es mi cumpleaños?
Empecé a caminar por la Sala como si fuera maestra en un exámen viendo a todos y cada uno de mis soldados para probar si alguno se daba cuenta de la terrible noticia.
Nerea: Por supuesto que no soldado, su cumpleaños fue hace seis meses
Soldado: Vaya, si lo recuerda -dijo alegre-
Nerea: ¿Alguno de ustedes sabe que pasará en dos días?
Todos se miraron entre sí pero ninguno me respondió. Justo cuando iba a decírselo mi padre llegó a la Sala junto con el maestro Paku y dijo.
Jefe Tribal: La Nación del Fuego se está retirando.
Maestro Agua: Eso fue lo que yo vine a decir, ¿Verdad que es una buena noticia?
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Nación Tribal
RomanceMi gente... mi tribu... ahora vivo en la nación enemiga, visto su ropa y soy un importante miembro de la corte Real... esto se considera traición pero en mi caso no era así, todo esto lo hacía por ellos, por mi gente; sin embargo ahora ya no pertene...