Narra NereaEstuve cuidando de Zuko todo el dia y la noche de ayer, no había dormido casi nada desde que llegamos del viaje y eso me tenía agotada. Sentía como los ojos se me cerraban del sueño y el cansancio pero no podía ceder al sueño.
Uno de los médicos me habló y me dijo que necesitaba algo de la capital para dárselo a Zuko.
Médico: Señorita Nerea, necesito una hierba medicinal para dársela al Príncipe Zuko pero no puedo irme de aquí ¿Puede ir usted por ella?
Nerea: Hum -dije medio dormida- ... ¡Ha, sí! Solo deme más detalles por favor -les dije a penas entendiendo lo que me había dicho-
Médico: Bueno, necesito que me traiga un par de hojas de lavanda para prepararle una infusión al Príncipe y ver si podemos lograr que despierte.
Nerea: ¿Lavanda?... ¿Y por qué lavanda? -pregunté medio confundida-
Médico: La lavanda es útil para combatir los dolores de cabeza y combatir el insomnio, además reduce el estrés y la ansiedad, cosa que pienso que le vendría bien al Príncipe tomando en cuenta que se ve bastante estresado.
Nerea: Supongo que si, Zuko hace caras raras cuando duerme -dije tratando de entender lo que decía el médico-
Médico: Exacto, además la lavanda contribuye a disminuir la presión arterial y la frecuencia cardiaca. El Príncipe Zuko no ha despertado en dos días y su estado de salud está empeorando.
Nerea: Lo sé, si no despierta pronto el daño podría ser más grande -dije preocupada-
Médico: Muy bien, necesito que vaya a la mejor casa de té de la capital y pida un racimo de hierbas de lavanda para infusión.
Nerea: Está bien ¿Y dónde queda esa casa de té?
Médico: Está en el centro de la Capital, es la casa de té más visitada pero si no la encuentra puede preguntarle a alguien que pase por ahí -me explicó- pero traiga las rápido por favor.
Nerea: Muy bien lo haré lo más rápido que pueda.
Salí de la habitación de Zuko lo más rápido que pude para no tardar más.
Médico: Rayos, olvidé darle el dinero para que comprara las hierbas.
Me fuí a el pequeño cuarto donde estaba viviendo en el Palacio, me cambié y me puse la ropa que Azula me dió que era de la Nación del Fuego.
Tomé un poco de agua y la congelé en mi cintura como si fuera un cinturón, no sabía que cosas podrían pasar en la Capital pues nunca había estado ahí y lo mejor sería estar preparada.
Salí del Palacio y caminé hacia la capital, el camino era largo así que traté de apresurar el paso.
Durante el camino no podía dejar de pensar en que era lo que le había pasado a Zuko... ¿Por qué de pronto se desmayó en cuanto vió la Nación del Fuego?
Antes de que pudiéramos ver la Nación del Fuego todo estaba bien, incluso estábamos teniendo un plática agradable y me sentía bien estando con él.
¡¡Espera!! ¿Me sentía bien estando con él? Pero qué rayos me pasa, se supone que Zuko a pesar de todo sigue siendo mi enemigo... no debería sentirme bien estando con una de las personas que podría destruirme.
...... Pero a decir verdad me sentía en confianza con Zuko, ambos teníamos algunos intereses en común y eso hacía que nos lleváramos bien. Hasta ahora él era el único que sabía sobre mis verdaderas intenciones de no ayudar a la Nación del Fuego, también me ha ayudado a que nada malo me pase en todo el tiempo que llevo aquí y ambos nos hemos contado cosas el uno del otro que pocos saben...
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Nación Tribal
RomansaMi gente... mi tribu... ahora vivo en la nación enemiga, visto su ropa y soy un importante miembro de la corte Real... esto se considera traición pero en mi caso no era así, todo esto lo hacía por ellos, por mi gente; sin embargo ahora ya no pertene...