Capitulo 39

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Narra Nerea

No dormí nada en toda la noche porque para ser sincera no tenía ganas de hacerlo. Había dormido toda la mañana y la tarde de hoy después de nuestra última misión de espionaje así que no estaba cansada.

Mis fuerzas estaban casi al cien a excepción del cansancio que me dio traer a Zuko hasta aquí. Sin embargo ahora estaba dormido abrazandome y tomandome como almohada.

No me hacía muy felíz que me usara como almohada pero no podía hacer nada porque cada que lo intentaba alejar me abrazaba aún más fuerte... como si fuera un niño pequeño.

En algún momento de la noche me rendi y lo deje en paz. Se veía tan tranquilo durmiendo que no pude dejar de verlo por un buen rato y por primera vez... pude ver más de cerca su cicatriz.

Zuko ya me había contado como se la había hecho y la historia no era para nada agradable. Su propio padre se la hizo cuando tenía doce años de una manera muy cruel.

Nerea: Debió... dolerte mucho ¿no es así? -dije en voz baja para no despertarlo-

Supuse que ninguno de los dos tuvo una vida fácil de pequeños, ser parte de la realeza no te garantiza la felicidad y mucho menos te da una vida fácil.

En el caso de Zuko él vivía bajo la sombra de sus antepasados y temía no poder cumplir las expectativas que los demás tenían sobre él. Convirtiéndolo en un Príncipe con un gran corazón oscurecido por la crueldad de la Nación del Fuego.

Y yo vivía bajo la admiración de todo aquel que llegaba a conocer mis habilidades con el agua control, sin embargo también vivía bajo la constante presión de los demás al exigirme cada vez más cada día. Convirtiéndome en una Princesa con un gran corazón entristecido por las exigencias de este mundo en guerra.

Ambos teníamos un gran corazón y sabíamos que cosas eran las correctas, pero nuestro estilo de vida y presión social nos había convertido en personas totalmente diferentes y con ideales totalmente opuestos.

Zuko no era una mala persona y estoy segura de que jamás llegará a serlo, simplemente sus circunstancias lo volvieron así de malhumorado y terco...... y esa era la razón por la que había aceptado casarme con él.

Lo hice porque yo sé que en cuanto Zuko se convierta en el Señor del Fuego realmente se esforzará por arreglar las cosas y hacer que sean mejores que antes...... pero lograrlo no será fácil y quiero estar ahí para él.

Nerea: No tengo idea de en que momento me convenciste de hacer esta locura -dije en voz muy baja- pero quiero que sepas que siempre estaré ahí para apoyarte cuando lo necesites... quiero ser tu amiga y compañera en esta locura de engañar y retar a la Nación del Fuego.

Sé que Zuko no pudo escucharme pues estaba profundamente dormido pero no importaba. Lo abracé más fuerte contra mi cuerpo porque ahora el ya no era un desconocido para mí, ni la persona que me había llevado presa como regalo para el Señor del Fuego sino que ahora era mi amigo, mi compañero y futuro esposo a quien comprendía bastante en el aspecto social.

No sabía en que momento había pasado...... pero ya me había enamorado de él y no había sido a la fuerza, lo había hecho por voluntad propia y porque confio en él.

Aunque a veces se comporte como un niño que toma hasta el cansancio porque simplemente no le hice caso.

Probablemente me quedé dormida en algún momento de la noche porque no me di cuenta de cuando amaneció.

***

Narra Zuko

Me desperté en cuanto sentí el poder de mi fuego control aumentar al salir el sol. Era una forma muy práctica de los maestros fuego para despertar con el amanecer... pero esta vez fue bastante diferente que las demás.

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