Capitulo 61

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Narra Nerea

Durante la semana siguiente Zuko y yo estuvimos entrenando casi todos los días y logramos algunos avances muy buenos, se podría decir que su fuego control había aumentado un poco más pero seguía sin ser el más fuerte de todos... supongo que hace falta más tiempo para que pueda volver del todo.

Me gustaría decir que esos días fueron agradables pero no fue así, las reuniones con el consejo de guerra también habían vuelto, era tedioso tener que ir a todas y aprender tantos datos como pudiera, al parecer el Señor del Fuego quería iniciar el plan de invasión a Ba Sing Se lo más pronto posible. Eso no era bueno, el tiempo se nos estaba acabando.

El estrés nos consumía a ambos pero creo que en especial a mi, yo era la encargada de afinar los detalles para que la invasión fuera un éxito pero lo que menos quería era que eso pasara.

Zuko: ¿algo te preocupa? -me habló haciendo que saliera de mis pensamientos-

Nerea: ¿ah? si... la verdad es que no sé como le voy a hacer para crear un plan que parezca perfecto pero que no lo sea, que nadie se cuenta de eso y que la razón por la que ese plan falle sea por algo fuera de mi alcance, porque si ese plan falla de manera obvia el Señor del Fuego será capaz de ¡matarme! -le dije completamente estresada y respirando fuertemente-

Zuko: Tranquila, no eres la única que estará acargo de esta misión. Estamos juntos en esto.

Me sentí un poco aliviada cuando lo escuché decirme eso, se escuchaba realmente preocupado por mí... pero por alguna razón no podía creerle...

Durante todos estos días ambos habíamos estado ocupados con nuestros respectivos deberes, teníamos reuniones con el Consejo de Guerra y a parte los entrenamientos con Zuko. Casi no nos veíamos a excepción de los entrenamientos y al momento de dormir. Eso no me gustaba, ahora necesitabamos hablar más que nunca pues el hecho de que el plan fracasara y detener esta guerra era la razón de nuestra existencia... la razón por la que nos casamos.

No sé que me hacía sentir peor, si pensar que nuestro matrimonio era una fachada vacía en la que solo existia la conveniencia y el deseo, o pensar en el estrés que me provocaba tener que crear un plan perfectamente imperfecto.

Zuko: ¿Necesitas ayuda en algo? ¿Quieres comer algo antes de empezar?...

Nerea: Me gustaría un poco de sopa tibia por favor -le pedí tratando de no expresar mi estrés-

Zuko: Le ordenaré a un sirviente que la traiga.

Zuko se levanto y salió de la habitación para buscar al sirviente, yo igual me levante pero al hacerlo sentí como si el piso se moviera y mi visión se puso algo borrosa, me sujeté de la cama tratando de aclarar mi vista. No tardé mucho en lograrlo pero si se me hizo algo raro.

Zuko: Ya le dije al sirviente... ¡¿Estás bien?! -dijo preocupado cuando me vio-

Nerea: Si estoy bien... solo me maree un poco.

Me ayudó a sentarme en la silla cerca del escritorio donde solíamos trabajar y preparar nuestros planes. Empezamos a platicar un poco sobre lo que haríamos y las posibilidades existentes cuando llegó nuestra comida.

Tenía mucha hambre pero por alguna razón cuando tuve mi plato de sopa frente a mí no tuve ningún deseo de comerlo, hasta se me había quitado el apetito. Empuje el plato ligeramente al frente como si decidiera que no lo comería.

Zuko: ¿Qué pasa? Es tu favorita.

Nerea: No se me antoja... creo que mejor pediré otra cosa.

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