Capítulo 54

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Narra Nerea

Me desperté temprano como cada mañana, hoy era el día en que iba a volver a hacer mi trabajo en la Nación del Fuego.

Intenté moverme de la cama pero no pude hacerlo, era como si algo me estuviera manteniendo sujetada a la cama. Moví mi mano y me asombre un poco al sentir un brazo rodeando mi cintura, no fue difícil para mi saber de quien era esa mano pero definitivamente me asusté cuando me di cuenta de que ninguno de los dos tenía una sola prenda de ropa.

De inmediato sentí como mi cara empezaba a calentarse por el sonrojo de mis mejillas. Todo tipo de recuerdos llegaron a mi mente en un instante sobre lo que había pasado la noche anterior.

No podía ni pensar en algo porque cada segundo un recuerdo diferente llegaba a mi cabeza, supongo que mi mente fue generosa al recordarme en un par de segundos lo que Zuko y yo habíamos hecho por varias horas.

No pude soportar más la vergüenza e intenté salir huyendo de ahí como si eso pudiera cambiar el hecho de que había tenido relaciones con Zuko.

Sin embargo cuando logré levantarme de la cama alguien jaló de mi mano haciéndome volver a ella.

Zuko: ¿A dónde crees que vas? ¿En serio pensabas irte de aquí sin siquiera darme los buenos días después de lo que pasó anoche?

Su voz se notaba gentil y algo cansada, no podía culparlo ya que ninguno de los dos "durmió mucho" anoche. Pero sus ojos me miraban de manera fija como si quisiera retarme a cometer el más mínimo error para una segunda ronda.

Nerea: Lo siento, es sólo que...

Zuko: Es sólo que ¿qué?... -me dijo abrazandome de nuevo como cuando desperté pero pegandome más a su cuerpo-

Nerea: Que...... nada......   buenos días -le dije suavemente tratando de calmarme-

Lo cierto es que no tenía razones para tener miedo en este momento, yo misma había dejado que esto pasará y no podía decir que no lo había disfrutado. El fue tan bueno conmigo que de hecho... me sentía feliz.

Zuko: ¿Por qué querías irte? Acaba de amanecer - me dijo super cansado-

Nerea: Lo siento, fue lo primero que se me ocurrió cuando recordé... lo que pasó anoche -le dije un poco apenada y evitando hacer contacto visual-

Normalmente siempre que hablaba con Zuko lo miraba a los ojos para que supiera que le estaba poniendo atención y no sentía miedo o pena al hacerlo, pero no sabía que hacer justo ahora.

Todo mi cuerpo se sentía cansado pero en especial mi cadera me dolía y me incomodaba como si algo la hubiera golpeado mucho. No quería ni moverme demasiado así que límite mis movimientos lo más posible.

Zuko: ¿Lo que pasó anoche? Mmm... yo no lo recuerdo ¿por qué no me refrescas la memoria? -me dijo con una sonrisa que me decía que si recordaba todo pero que sólo me quería molestar-

Su sonrisa me dejaba ver un poco sus dientes y sus ojos entrecerrados lo hacían ver con una sensación pícara como si se estuviera burlando de mí. Pero yo no pensaba dejar que se burlara de mi tan fácil así que usé mi agua control para controlar el agua que estaba en el escritorio detrás de él.

La controle primero para enfriarla y luego se la heche en la cara a Zuko. Obviamente al sentir el agua fría escurrir por su cara y por su cuerpo de inmediato se levantó de la cama.

Nerea: Espero que eso te ayude a recordar -le dije enojandome un poco y mirando hacía otro lado mientras me cruzaba de brazos-

Zuko: ¡¡¡¿Y hace falta que esté fría?!!!... ¡Anoche no parecias tan molesta cuando decidiste acostarte conmigo!

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