Capitulo 62

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Narra Nerea

Zuko: Piensalo, y cuando tengas tu respuesta ven a vernos.

Merodac: Bien.

Hizo una reverencia para ambos y se fue de vuelta al campamento de soldados.

Nerea: Zuko, no te había visto.

No dijo nada, solo me lanzó una mirada fulminante llena de enojo... y ya sabía porque.

Nerea: ¿Amm?... ¿Cuánto tiempo llevas ahí? -dije tratando de suavisar la situación-

Zuko: Lo suficiente para darme cuenta de lo descuidada que eres -me dijo de modo frío-

No le replique porque era cierto... ¡¿Cómo era posible que no me diera cuenta de que alguien estaba tan cerca escuchando mi conversación con Merodac?!

Nerea: Era la oportunidad para decirle sobre el plan, pero creo que no lo pensé mucho.

Zuko: ¿Era la oportunidad? Yo creo que era de los peores momentos. Hasta hace poco había sirvientes y personal del Palacio caminando por aquí, si no los alejo de aquí quien sabe cuanta gente ya sabría nuestro secreto -me dijo muy enojado-

Nerea: Lo lamento... realmente quería que ese chico confiara en mí y estuviera de nuestro lado.

Zuko: ¿Y por qué no me consultaste nada? Ni siquiera sabía que tu guardia vendría hoy.

Nerea: Uno de los sirvientes me lo dijo ayer en la noche y yo le dije que te avisaría, por eso el ya no te dijo nada.

Zuko: ¡No me dijiste nada al respecto!

Nerea: Te espere anoche pero no llegaste y me quedé dormida.

Zuko: Me hubieras despertado esta mañana. 

Nerea: Lo lamento, no se me ocurrió. Pensé que estabas enojado conmigo y no quise despertarte.

Zuko: Bueno, para ser una gran estratega creo que no has tomado las mejores decisiones el día de hoy -me reclamo con enojo- no solo nos pusiste en peligro a nosotros sino también a ese chico, ¿Qué hubiera pasado si alguien se entera de que es un maestro tierra?

Nerea: Sé que habría sido fatal... ¿cuántas veces te tengo que decir que lo siento?

Zuko: Esque decirlo no basta, las acciones ya están hechas y si no hubiera estado aquí las cosas habrían salido muy mal... para todos.

Nerea: Pero eso no pasó, estuviste aquí.

Zuko: ¡¡¡¿Y qué tal si no?!!! ¡¡¿Acaso tengo que seguirte a todos lados para asegurarme de que no cometas ningún error?!!

No quise decir nada o esta discusión no tendría fin, me guarde mis palabras y miré hacia otro lado aguantando las lagrimas en mis ojos. Zuko jamás me había hablado de este modo... ni siquiera cuando éramos enemigos.

Me di la vuelta y antes de irme le dije.

Nerea: ¿Acaso tu nunca cometes errores?... ¿Acaso no era yo la que te apoyaba cuando algo te salía mal? -le dije para que dejara de tratarme mal-

Zuko: Jamás cometo errores tan grandes como este -me dijo con el mismo enojo, ni siquiera había reflexionado un poco-

Le di la espalda y solo así un par de lagrimas pudieron salir recorriendo mis mejillas hasta llegar a mi barbilla y luego caer hasta el suelo dejando una gota de agua allí.

Me fui aún con la visión borrosa por las lagrimas, cuando entre al Palacio di un par de pasos y de nuevo sentí un leve mareo que casi me hace caer. Recargué la mano en la pared en lo que se me pasaba.

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