Mi gente... mi tribu... ahora vivo en la nación enemiga, visto su ropa y soy un importante miembro de la corte Real... esto se considera traición pero en mi caso no era así, todo esto lo hacía por ellos, por mi gente; sin embargo ahora ya no pertene...
Toda la Tribu me siguió y rápidamente nos pusimos en nuestras posiciones de combate, formamos grupos de tres y nos colocamos en nuestras posiciones en diferentes zonas de la Tribu.
El ataque de la Nación del Fuego no tardó en empezar, tanto que apenas nos dió tiempo de tomar nuestras posiciones. Era de día así que los maestros fuego tenían la ventaja de que el sol estuviera de su lado y les diera más poder. Yo estaba al frente del ataque y no me daba miedo luchar contra esos soldados de la Nación del Fuego.
Con catapultas lanzaron piedras en llamas a la gran pared de hielo que protege a la Tribu, tratamos de resistir lo más que pudimos pero no tardaron en derribar la muralla. En cuanto la muralla cayó vi algo que si no lo hubiera visto jamás lo habría creido... la Nación del Fuego estaba entrando a la Tribu pero no lo había hecho por tierra sino por... el cielo.
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En el cielo se encontraban una especie de globos gigantes con la insignia de la Nación del Fuego en los que venian los soldados. En cuanto los ví sentí un miedo inundar todo mi cuerpo y sentí un frío inexplicable dentro de mi. Me les quede viendo a los globos un par de segundod que para mí fue casi como una eternidad, por mi mente solo pasaba la idea de que si no los deteniamos rápido estos llegarían al centro de la Tribu donde estaba el lago de los espiritus y entonces ahí si estariamos completamente perdidos.
Me metí tanto en mis pensamientos que no pude oir cuando alguien me llamaba.
???: ...princesa.... ¡PRINCESA!
Nerea: ¡Ahh!
Se me acercaron otros dos maestros agua y no paraban de preguntarme
- Princesa ¿Qué es lo que debemos hacer?
- ¿Qué son esas cosas princesa?
- ¡Princesa por favor ayúdenos!
No sabía que contestar a ninguna de esas peticiones, yo tenía la misma información que ellos y obviamente no tenía ningún plan para luchar contra esos globos gigantes así que aún en un estado de shock les dije
Nerea: Vayan por el maestro Paku y traiganlo aquí conmigo.
-Pero princesa... ¿usted estará bien aquí sola?
Nerea: No se preocupen yo estaré bien, pero necesito que vayan ahora, no pierdan más tiempo.
Los maestros agua que estaban conmigo se fueron de inmediato y yo me quede sola pensando en como podríamos atacar a esos enormes globos gigantes. Mientras pensaba en que hacer se me vinieron a la mente las palabras que Yue me había dicho hace poco...
Recuerda que el coraje y la determinación de una princesa pueden domar mares... en especial si se trata de una maestra agua.
