Mi gente... mi tribu... ahora vivo en la nación enemiga, visto su ropa y soy un importante miembro de la corte Real... esto se considera traición pero en mi caso no era así, todo esto lo hacía por ellos, por mi gente; sin embargo ahora ya no pertene...
Pero para mi sorpresa el Espíritu Azul... ¡¡¡Me abrazó!!!
Okey, ahora si estoy super segura de que esta persona definitivamente NO es Zuko.
Me separé del abrazo casi tan rápido como pude; lo cierto era que el Espíritu Azul me había salvado pero yo estaba comprometida con Zuko así que no era correcto que estuviera abrazando con tanta confianza a un hombre de este modo.
Miré hacia otro lado y de inmediato me alejé un par de pasos de él. Pude notar que ladeó su cara como si se preguntara "¿Qué pasó?" pero no le dije nada.
Nerea: Creo que ya no nos persiguen pero debemos tener cuidado o podrían atraparnos.
El Espíritu Azul solo asintió a lo que dije y me extendió las dos espadas que traía con el.
Nerea: No son tuyas ¿verdad?
Movió su cabeza negando a lo que le dije, yo solo tomé las dos espadas y le dije.
Nerea: Gracias por salvarme... de verdad, si no fuera por ti tal vez ahora estaría en no sé donde bajo el poder del Reino Tierra -le dije esta vez con una sonrisa sincera-
El solo me hizo una especie de mini reverencia en señal de que "no pasaba nada" y eso se me hizo muy lindo de su parte. Se dió la vuelta y estaba apunto de empezar a correr para irse cuando lo detuve.
Nerea: ¡¡Espera!!
El solo se detuvo en seco pero ya traía un poco de impulso para correr por lo que se cayó al piso.
Eso me dio mucha risa pero no me podía reir en una situación como esta, el me había salvado y no debía reirme de él.
Nerea: ¿Estás bien? -le dije extendiendole mi mano para ayudarlo a levantarse-
***
NarraZuko
Nerea: ¡¡Espera!!
Con solo decir eso mi cuerpo por reflejo se detuvo, pero yo ya traía el impulso de empezar a correr por lo que me caí al piso casi de cara.
Nerea: ¿Estás bien? -me dijo extendiendome su mano para ayudarme a levantarme-
Se veía muy linda siendo tan amable y sus ojos azules como el mar brillaban con la luz de la Luna.
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(Algoasíperoimaginenese a Nereaenvezde a Shotojaja)
Y de nuevo me volví a sentir celoso de mi mismo...... ¿Por qué era tan amable con todo el mundo aún cuando está comprometida conmigo?
Rechacé su mano de manera educada y delicada, me levanté yo mismo y me sacudí un poco el polvo de la ropa; no debía ensuciarla mucho porque no era mía sino que la saque del tendedero de una casa cercana.